Las propiedades de Cristina K en la mira de la justicia argentina

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La expresidenta argentina y actual senadora Cristina Fernández, llega al Congreso en Buenos Aires, ayer.

El Senado argentino aprobó anoche, de forma unánime, el allanamiento de tres viviendas de la expresidenta. El juez que investiga el caso de los "Cuadernos K" busca la existencia de escondites o bóvedas para ocultar dinero.


"Si encuentran lingotes de oro, millones de dólares o piedras preciosas en bolsas, se los pueden llevar; pero si encuentran un anillo o un collar, está claro que son objetos de mi uso personal". Estas palabras, con su acostumbrada ironía, pertenecen a la expresidenta Cristina Fernández, quien se enfrentó anoche de manera presencial a la votación del Senado, que aprobó -de forma unánime y con el voto de la exmandataria incluido- el allanamiento sin condiciones de tres de sus propiedades.

Ello, tras una solicitud del juez federal Claudio Bonadio, quien lidera las investigaciones por el caso de los "Cuadernos K", donde la senadora es acusada de ser la jefa de una asociación ilícita.

En el escrito, enviado por la propia Cristina K al Senado el martes, la exmandataria le pidió a los senadores que autorizaran los pedidos de Bonadio, luego de dos intentos fallidos para aprobar esa decisión en el Congreso.

En su intervención en la sesión, Fernández acusó que hay una "utilización del Poder Judicial como un instrumento de persecución y proscripción de dirigentes populares", tildó a Bonadio de "un instrumento, un títere", y comparó su caso con la situación de Lula da Silva: "Esto es un modelo regional que también vemos en Brasil".

La solicitud de allanamientos fue a causa de los cuadernos escritos por el chofer Óscar Centeno, en los que expuso el pago de unos US$ 200 millones en coimas, por parte de empresas al Ministerio de Planificación durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.

Algunos de los bolsos con dinero que trasladaba Centeno habrían llegado al departamento de Cristina K en el barrio de la Recoleta en Buenos Aires, según los cuadernos. Así, Bonadio busca corroborar los testimonios de varios testigos sobre los espacios físicos de dos propiedades de la expresidenta, ubicadas en Santa Cruz y en Recoleta, en las calles Uruguay y Juncal. El diario Clarín aseguró que, además, se busca conocer la "estructura y espacios" de las propiedades como "posibles lugares de almacenamiento". Todo para encontrar posibles escondites, bóvedas y cajas fuertes.

Las viviendas

La casa en El Calafate, en la provincia de Santa Cruz, comenzó su construcción en 2003. La vivienda tiene aproximadamente 485 m2, con una planta baja, un primer y segundo piso. La casa cuenta con tres dormitorios y tres baños, un gimnasio y dos salas de estar, además de living, comedor y comedor de diario. Según el diario La Nación, en el subsuelo habría una bóveda que no figura en los planos originales.

La exmandataria fue insistente en el peligro de que se pudiera generar cualquier daño material durante el allanamiento. "Es que, en mi casa de El Calafate, el 27 de octubre de 2010, se produjo el momento más doloroso de mi vida y por lo tanto su preservación tal como está es, para mí y para mi familia, muy importante", sostuvo en el escrito enviado al Senado, refiriéndose a la muerte de Néstor Kirchner.

La otra vivienda que sería allanada es la de Buenos Aires, donde reside. El edificio de dicha residencia ya fue allanado el 13 de agosto, pero todo se concentró en dos departamentos del primer y cuarto piso, debido a un vecino que dijo haber visto movimientos sospechosos de un camión de mudanzas que subía cajas, y otro vecino que contó que en uno de los departamentos todas las ventanas a la calle habían aparecido tapiadas con papel madera, según constata La Nación.

Cristina Kirchner vive en el quinto piso del edificio. El departamento tiene 254 metros cuadrados y cuenta con cinco dormitorios.

Este departamento es uno de los lugares que aparece mencionado en los cuadernos de Óscar Centeno, exchofer de Roberto Baratta, el funcionario clave en el pago de las coimas en el Ministerio de Planificación.

"Fuimos a Uruguay 1306, donde lo esperaba en un Focus 5 puertas (patente) HBU 606 Daniel Muñoz con su chofer; luego entraron en esa dirección y Baratta le dejó los primeros tres bolsos con dinero, o sea, US$ 1.010.600", escribió Centeno en uno de sus cuadernos.

La tercera vivienda es la de Río Gallegos, que cuenta con sospechosos números de compra y venta. Por ejemplo, se determinó que su valor era de US$ 570.000, más del doble de los US$ 250.000 que declaró la firma de Cristina Kirchner. El inmueble fue parte de una investigación por supuesto lavado de dinero. Además, a esto se suma que la semana pasada el exfuncionario K, Claudio Uberti, señaló que en Río Gallegos tenían bóvedas que habían comprado al Banco Hipotecario, en donde supuestamente guardaban grandes sumas de dinero.

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