Los motivos de la visita de Putin a Corea del Norte después de 24 años

Encuentro entre Vladimir Putin y Kim Jong{un en el cosmódromo de Vostochny, en el extremo oriente de Rusia, en septiembre pasado. Foto: Archivo

Después de estrechar la mano de Kim Jong-il en 2000, ahora el líder del Kremlin cruzará la frontera oriental de Rusia para reunirse con su hijo, Kim Jong-un. Occidente mira los acercamientos entre Moscú y Pyongyang con preocupación.


Un cuarto de siglo es tiempo suficiente como para saludar a un padre y a su hijo en el poder, y tal es el caso de Vladimir Putin, que después de su visita a Corea del Norte en el 2000, se dará la mano con Kim Jong-un, 24 años después de haberse encontrado con Kim Jong-il. La relación entre ambos países ha mejorado considerablemente, y según confirmó el Kremlin, Putin llegará la tarde de este martes hasta el país para un encuentro con el líder del régimen comunista.

Esta visita se realiza nueve meses después del encuentro anterior entre ambos líderes en el Extremo Oriente ruso, en un momento en que ambos se han visto cada vez más aislados por la comunidad internacional. Putin estará dos días en Corea del Norte: el 18 y el 19 de junio, para luego ir a Vietnam a continuar su tour asiático.

El dirigente ruso estará acompañado del canciller Sergey Lavrov, del ministro de Defensa, Andrey Belousov; de dos viceprimeros ministros y del jefe de la agencia espacial rusa, Roscosmos.

Según indicaron desde Rusia, está previsto que Putin y Kim hablen principalmente de temas comerciales, científicos y tecnológicos. Pero desde luego, no se descarta que comenten el avance de su colaboración militar.

Vladimir Putin mostrándole a Kim Jong-un el cosmódromo de Vostochny. Foto: Reuters

En septiembre del año pasado, Kim Jong-un fue al cosmódromo de Vostochny, donde Putin prometió ayudarle en la construcción de satélites. Desde ahí, ambos líderes quedaron en celebrar más reuniones. Uno de los puntos claves en la relación Corea del Norte-Rusia tiene que ver con la colaboración militar entre ambos Ejércitos, y habría que estar atento, indican en la BBC, a la posible mención que haga Putin del intercambio de armas avanzadas, e incluso, la posesión de armas nucleares por parte de Pyongyang.

Es probable que Rusia esté buscando municiones, trabajadores de la construcción e incluso voluntarios para ir al frente en Ucrania, dice el politólogo y aliado de Putin, Sergei Markov. En respuesta, Pyongyang podría conseguir productos rusos, así como ayuda tecnológica para objetivos militares, incluido su programa de misiles de largo alcance, que en última instancia estará a una distancia de ataque de Estados Unidos, añade.

Como es de esperar, la guerra en Ucrania es el gran telón de fondo de estas reuniones, y Rusia necesita armas que puede conseguir en su vecino oriental. Asimismo, Corea del Norte busca fortalecer su Ejército con la ayuda técnica que puede proveerle el Kremlin. Para el medio británico, Nam Sung-wook, profesor del Departamento de Unificación y Diplomacia de la Universidad de Corea, indicó que la agenda de la reunión se tratará de definir “cuántas armas más fabricadas por Corea del Norte se le proporcionarán a Rusia en el futuro”.

A la fecha, observadores de Naciones Unidas concluyeron que al menos un misil balístico disparado desde Rusia contra una ciudad de Ucrania en enero de 2024 fue fabricado en Corea del Norte. Por su parte, funcionarios ucranianos subrayan que Pyongyang habría enviado unos 50 misiles de este tipo entregados al Ejército de Moscú. Incluso, un informe reciente de Bloomberg, que cita al Ministerio de Defensa de Corea del Sur, sugiere que Corea del Norte ha despachado casi cinco millones de proyectiles de artillería a Rusia.

El líder norcoreano Kim Jong-un saluda desde el tren con el que llegó a Rusia en el año pasado. Foto: Archivo

En medio de ese intercambio, Rusia podría apoyar a Corea del Norte tanto con dinero en efectivo como alimento y tecnología en misiles. Esto, dado que el país asiático lleva años sufriendo de sanciones internacionales. Entre dos países sancionados, se estarían entendiendo.

Ese apoyo mutuo entre países sancionados es clave, ya que el conflicto en Ucrania consolidó, desde el principio, la amistad entre Moscú y Pyongyang. Cuando los miembros de la ONU votaron una resolución del organismo condenando la guerra, Corea del Norte fue uno de los cinco países del mundo que voto en contra, junto con Bielorrusia, Siria, Eritrea y la misma Rusia.

Otro gesto por parte de Pyongyang ocurrió meses después, cuando el país reconoció la independencia de las Repúblicas Populares de Donetsk y Luhansk, las dos regiones donde empezó el conflicto, y que la comunidad internacional reconoce como ucranianas.

En términos más amplios, los analistas ven cómo Corea del Norte cumple un papel útil para Rusia, en el enfrentamiento que lleva Putin contra Occidente. Como favor a Pyongyang, Moscú vetó en marzo una resolución de la ONU que prologaba al “Grupo de Expertos”, la institución internacional que supervisa las sanciones al país asiático. Desde The Economist indican que “al cooperar con Corea del Norte, Rusia también pretende disuadir a Corea del Sur, gran productor de armas y aliado de Estados Unidos, de proporcionar ayuda letal directa a Ucrania”.

Kim Jong-un sigue desde un buque el lanzamiento de misiles de Corea del Norte. Foto: Archivo

Otro factor clave en la relación norcoreano-rusa tiene que ver con la economía, que siempre ha sido un problema para Corea del Norte, y sobre todo en medio de las sanciones que sufre y su aislamiento exterior. Comerciando con Rusia, el régimen comunista ha podido estabilizar su economía, y delegaciones de ambos países trabajan en conjunto para incentivar la agricultura, la cultura, el turismo y la seguridad de ambos países. Como ejemplo de esto, precisamente fueron turistas rusos los primeros en entrar al país desde que empezó la pandemia del Covid-19, dando un impulso a la industria local: “Las agencias de viajes de Vladivostok anuncian ahora viajes de verano al reino ermitaño”, recoge The Economist al respecto.

Otra forma de cooperación que puede otorgar Rusia tiene que ver con los trabajadores que cruzan la frontera. Kang Dong-wan, profesor de ciencias políticas y diplomacia en la Universidad Dong-A, indicó a la BBC que lo que Corea del Norte más necesita de Rusia son “los ingresos de los trabajadores en divisas”. La idea sería que Moscú aumente la cantidad de visados que otorga a norcoreanos para trabajar en su territorio.

Esa mano de obra, señala la cadena británica, podría servir para la reconstrucción de los edificios que se han visto dañados durante la guerra ucraniana. El medio ruso Vedomosti llegó a citar a una fuente diplomática que se refirió al tema: “Los dos líderes podrían discutir si deben traer trabajadores inmigrantes de Corea del Norte, dado que Rusia está experimentando una grave escasez de mano de obra debido a la movilización de tropas y a los jóvenes que huyen al extranjero después de la guerra en Ucrania”.

Esta situación sería un gran salvavidas económico a Corea del Norte, que entre las sanciones que sufre y que fueron aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU, se encuentra la prohibición de sus trabajadores a emplearse en el extranjero.

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