Melbourne endurece medidas ante alza de casos e impone toque de queda

Melbourne
Un grupo de policías y soldados patrullan el área de Docklands, en Melbourne, este domingo.

El jefe de gobierno del estado de Victoria en Australia decretó ayer “estado de desastre” y anunció nuevas restricciones hasta el 13 de septiembre en la segunda ciudad más poblada del país.


Melbourne inició hoy nuevas restricciones ante el constante aumento de casos de Covid-19. Se trata de un nuevo paquete de medidas para la población de la segunda ciudad más poblada de Australia con alrededor de 5 millones de habitantes. A principios de julio se impuso un confinamiento que durará hasta el 19 de agosto, aunque se espera que se prolongue.

Pero ahora, con 671 nuevos casos en el estado de Victoria -donde se sitúa Melbourne- y siete nuevos fallecidos en las últimas 24 horas, el jefe del gobierno local, Daniel Andrews, decretó “estado de desastre” durante seis semanas hasta el 13 de septiembre, y el avance a la fase cuatro del confinamiento que introduce un toque de queda en Melbourne que comenzó hoy entre las 20:00 horas y las 5:00 a.m. Los casos en Victoria suponen alrededor del 60% del total de los 17.923 casos de Covid-19 en Australia.

“Las órdenes actuales han evitado miles de contagios diarios, miles de personas que no han acudido al hospital y muchas tragedias. Pero no están funcionando lo suficientemente rápido por muchas razones”, argumentó Andrews, y alertó que “si no damos estos pasos, vamos a ver más y más casos”.

Así, las únicas razones válidas para salir de casa durante el toque de queda serán laborales, atención médica o por cuidado a un tercero. Los residentes de Melbourne solo podrán comprar y hacer ejercicio dentro de 5 km de su hogar, una vez al día, y solo una persona por familia puede salir a comprar artículos esenciales. También se prohibirá la realización de bodas, algo que todavía se permitía pero con limitación de asistentes, y los estudiantes de Melbourne desde ahora tendrán que volver a las clases virtuales, poco después de haber regresado a las aulas.

Según Andrews, muchos de los nuevos casos son contagios locales con una procedencia desconocida. Son 760 “casos misteriosos”, donde “no podemos rastrear la fuente de la infección de esa persona”. “Esos misterios y esa transmisión comunitaria son, en muchos aspectos, nuestro mayor desafío y la razón por la que necesitamos pasar a un conjunto diferente de reglas”, expresó el líder del estado.

Por otra parte, en el resto de la región de Victoria se avanzará a fase tres a partir del jueves, lo que implicará que restaurantes, cafeterías, bares y gimnasios tendrán que cerrar sus puertas. Fuera del estado de Victoria, Australia registra muy pocos casos desde hace cuatro semanas, lo que ha permitido que se hayan ido levantando las restricciones.

El “estado de desastre” decretado en esta zona del país concede mayores poderes a la policía para arrestar y multar a quienes no respeten las normas. Hoy el jefe del gobierno local anunciará una nueva batería de restricciones para las actividades laborales.

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