Rusia califica a combatientes ucranianos del Regimiento Azov como “terroristas”
Las autoridades rusas y sus aliados separatistas mantienen prisioneros a unos mil soldados de la unidad militar, muchos de ellos desde su rendición tras una férrea resistencia en la planta siderúrgica de Mariúpol. La justicia moscovita ha abierto casos penales contra ellos, acusándoles de matar a civiles ucranianos. El Regimiento Azov desestimó el fallo y acusó al Kremlin de “buscar nuevas excusas y explicaciones para sus crímenes de guerra”.
La Corte Suprema de Rusia declaró el martes al Regimiento de Azov una organización terrorista, una designación pudiera derivar en nuevos cargos contra algunos de los combatientes capturados que realizaron una férrea resistencia dentro de la planta siderúrgica de Mariúpol, Ucrania.
Rusia y sus aliados separatistas mantienen prisioneros a unos 1.000 soldados de Azov, muchos de ellos desde su rendición en la acerera a mediados de mayo. Las autoridades rusas han abierto casos penales contra ellos, acusándoles de matar a civiles. La adición de cargos de terrorismo podría significar menos derechos y penas de prisión más largas.
Un líder de una organización terrorista podría recibir entre 15 y 20 años en prisión, y los miembros del grupo entre 5 y 10, según los medios de comunicación estatales rusos.
En los testimonios que se les permitió ver a los periodistas, los testigos que comparecieron ante la Corte Suprema apoyaron la propuesta de designación de terrorismo, pero la mayor parte de los procedimientos se celebraron a puerta cerrada, por lo que no se supo si testificó algún opositor de la medida.
Héroes, según Zelensky
“Puedo atestiguar yo misma que los francotiradores ucranianos -los francotiradores de Azov- dispararon contra los civiles que intentaban escapar de la ciudad” de Mariúpol, declaró Marina Akhmedova, del Consejo Presidencial para el Desarrollo de la Sociedad Civil y los Derechos Humanos. “Vi con mis propios ojos cuerpos tendidos en las calles. Eran muchos y estaban tendidos a unos 10 metros de distancia unos de otros. No había cráteres de proyectiles junto a ellos”.
En un comunicado, el Regimiento Azov desestimó el fallo y acusó al Kremlin de “buscar nuevas excusas y explicaciones para sus crímenes de guerra”. Instó a Estados Unidos y a otros países a declarar a Rusia un Estado terrorista.
Los soldados de Azov desempeñaron un papel clave en la defensa de Mariúpol, resistiendo durante semanas en la planta siderúrgica de la ciudad portuaria a pesar de los intensos ataques de las fuerzas rusas. El presidente ucraniano Volodimir Zelensky dijo que ellos y otros defensores de la fábrica eran héroes.
Moscú ha calificado en reiteradas ocasiones al Regimiento de Azov como un grupo nazi y lo acusa de atrocidades, aunque públicamente no ha presentado evidencia alguna.
El regimiento, una unidad dentro de la Guardia Nacional de Ucrania, tiene un pasado cuestionable. Se deriva de un grupo llamado Batallón Azov, formado en 2014 como una de muchas brigadas de voluntarios creadas para combatir a los separatistas prorrusos en el este de Ucrania. Los combatientes iniciales del batallón provenían de los círculos de extrema derecha.
Aunque sus miembros actuales rechazan las acusaciones de extremismo, el Kremlin ha aprovechado los orígenes de derecha del regimiento para describir su invasión como una batalla contra la influencia nazi en Ucrania. Los medios de comunicación estatales rusos han transmitido imágenes en reiteradas ocasiones de lo que consideran insignias, literatura y tatuajes nazis asociados al regimiento.
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