El saldo tras un año de toque de queda: 175 mil detenidos por su incumplimiento
Por estos días el gobierno busca que el Congreso apruebe una nueva prórroga del estado de catástrofe que, entre otras facultades, permite la restricción de movimiento nocturno. Ello ha abierto el debate en el mundo político y sanitario sobre su efectividad para contener los contagios. La oposición busca que La Moneda argumente en el Parlamento por qué se debe mantener la medida. Acá, las cifras un año después.
El Presidente ha instruido a partir de hoy en la noche un toque de queda en todo el territorio nacional, desde las 22 horas hasta las 5 horas del día siguiente.
Con esas palabras, el exministro de Salud Jaime Mañalich anunciaba el 22 de marzo de 2020 una de las primeras restricciones de movimiento por motivos sanitarios, a propósito de la pandemia del Covid-19. Entonces se contaban 15 días desde el primer caso notificado y se reportaban 632 contagios.
La medida, facultada tras el decreto del Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe (EECC) del 18 de marzo de 2020, ha tenido una vigencia de 349 días a la fecha. Y a pesar de que ha sufrido variaciones -como su inicio a la medianoche, o diferenciado por regiones del país-, nunca, a casi un año de su implementación, ha sido levantado totalmente.
Esta semana, el Presidente Sebastián Piñera solicitó al Congreso una nueva prórroga a partir del 18 de marzo. La novedad es que esta vez, por cumplirse un año, requiere de la aprobación por mayoría simple de ambas cámaras. Por ello, el debate se trasladó a los parlamentarios. Desde la oposición se han levantado voces que piden a La Moneda una rendición de cuentas de estos meses en EECC, junto con limitar el toque de queda. Sin embargo, según explica el senador PS José Miguel Insulza, miembro de la Comisión de Seguridad Pública de la Cámara Alta, “no se podría aprobar eliminando la facultad del toque de queda”. Un aspecto que resuena entre quienes piden un “compromiso verbal” por parte del Ejecutivo de no perseverar en la medida, a cambio de la aprobación del EECC.
Fuentes de La Moneda afirman que si peligra la renovación de dicho decreto, ello implicaría quedarse sin las medidas extraordinarias por pandemia, como el plan ‘Paso a Paso’ o el posnatal de emergencia -amarrado legalmente al EECC-, mientras en Salud incluyen las compras directas o los recursos extraordinarios dedicados al plan de trazabilidad de casos de Covid.
Sin embargo, en Palacio también reconocen que la negociación para lograr su aprobación puede tornarse compleja. Ello, luego de que el lunes, en entrevista con Canal 13, Piñera lo mezclara con el conflicto en La Araucanía, al señalar que era mejor continuar con la vigencia del EECC versus el de estado de sitio, pues este último solo dura 15 días, “y el problema de La Araucanía requiere más de 15 días”, dijo el Mandatario.
Insulza precisa que si bien no están “atrincherados” para rechazar la renovación del EECC, sí esperan que el gobierno entregue al Congreso “una justificación no solamente en términos de seguridad pública, sino que bajo el aspecto sanitario”.
El timonel DC, Fuad Chahin -quien ya anunció que su partido es partidario de su extensión-, explica que la decisión no debe ser a ciegas, sino que las bancadas, a un año de la implementación de la medida, “deben conocer una evaluación objetiva de las medidas que funcionan y cuáles no”.
La restricción en cifras
Desde el inicio de la medida a la fecha -según datos de la Subsecretaría de Prevención del Delito y de Carabineros- se ha detenido a un total de 429.539 personas por delitos contra la salud pública en todo el país. De estas infracciones, 175.514 han sido en horario de toque de queda.
Así, solo en la Región Metropolitana, 32.061 personas han sido apercibidas durante el horario de restricción, y en las regiones restantes esa cifra suma un total de 143.453. Por otra parte, solo en la capital, la Seremi de Salud contabilizó hasta fines de febrero 300 fiestas clandestinas, por las que, a su vez, ha iniciado 792 sumarios sanitarios. Esto, desde que se inició la fiscalización de dichos eventos en septiembre.
Por otro lado, y según datos de la fiscalía entregados en su Cuenta Pública 2020, también se puede identificar el perfil de quienes incumplen más la medida: el 82% de quienes han sido imputados por delitos contra la salud pública -como participar de reuniones clandestinas en dicho horario- corresponde a hombres entre 25 y 45 años de edad.
Según la subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell, “ha habido muchas personas detenidas por incumplimiento de las medidas sanitarias en toque de queda. Si la medida se adoptó es porque los expertos en salud consideran que es fundamental para evitar contagios”.
La Seremi de Salud de la RM, Paula Labra, también defiende su continuidad, e incluso señala que ha sido una “medida esencial” para contener la pandemia. “El toque de queda pretende lograr un cambio de conducta hacia una reducción de interacciones sociales. Además, permite reducir interacciones en lugares con alto riesgo comprobado de transmisión, donde no es posible mantener la distancia física, como discotecas”, explica.
Con 5.325 casos de Covid-19 confirmados este viernes, la seremi explica que “la movilidad nocturna no es igual en todos los grupos de edad, por lo que esta medida ayuda a evitar la propagación del virus en jóvenes, quienes son más proclives a realizar estas actividades”.
Señal equívoca
En el Consejo Asesor Covid-19 hay consenso de no levantar por ahora la medida. Una de sus integrantes, la epidemióloga María Teresa Valenzuela, explica que “si se levantara el toque de queda se daría la señal de que estamos bien, y la verdad es que estamos mal. Hay que dar señales con mucha firmeza respecto de los riesgos que tenemos. Estamos con un incremento de casos importante en distintas regiones del país, también en la Metropolitana. Por lo tanto, lo que debemos dar son señales de que estamos en riesgo, estamos viviendo en plena pandemia y debemos tener muchas más medidas restrictivas que de apertura”.
Desde el Colegio Médico, en tanto, su presidenta, Izkia Siches, advierte que “dado el momento epidemiológico que vive el país, se hace muy poco recomendable innovar en la actualidad. Sí hemos planteado que es necesario quizás adecuar los instrumentos y recuperar la lógica sanitaria en las medidas que se están tomando, para que la ciudadanía no tenga la percepción de que medidas como el toque de queda son medidas para el control social”.
En esa línea, Siches explica que frente al “cansancio” de las personas con la medida, existen dos vías que han sido planteadas: “mantenerlo, pero asociarlo a las condiciones epidemiológicas de las regiones o macrociudades para que haya un correlato entre las limitaciones de las libertades y la cantidad de casos activos o condición de la región. La segunda opción, que es más riesgosa, es levantar el toque de queda, pero endurecer otras medidas que limiten las reuniones sociales”, concluye.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.