Encuesta Fosis-UC: 77% de las familias vulnerables tiene acceso a internet, pero la mitad necesita ayuda para realizar trámites en línea
El estudio levantó información a partir de los 1.522 hogares consultados, beneficiarios del Programa Familias. Estos grupos, pertenecientes al 40% con menores recursos de la población, son liderados en un 81,9% por mujeres y, además, el 47,2% dice tener problemas de salud mental.
Un 77% de las familias vulnerables en Chile cuenta con acceso a internet. Así lo arrojó el estudio “Queremos conocerte”, que fue realizado por el Fondo de Solidaridad e Inversión Social (Fosis), en conjunto con el Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la UC, y que estuvo enfocado en las 102.313 familias que participan de sus programas. La muestra, según quienes realizaron el análisis, abarca al 40% más vulnerable de la población y fueron 1.522 hogares los testeados.
La ministra de Desarrollo Social, Karla Rubilar, agregó que este 77% se conecta mayoritariamente “desde un dispositivo móvil”. En ese sentido, la secretaria de Estado dijo que “esto es muy relevante de cara a cómo hemos tenido que adaptarnos durante el último año, especialmente en cuanto a los beneficios sociales, y por eso es importante para nosotros saber que alrededor del 50% de las personas dice que necesita ayuda para realizar trámites, como sacar permisos temporales o postular a bonos o beneficios. Afortunadamente, casi todos (94,8%) cuentan con alguien que los apoye para realizar estas tareas”.
Sobre el 23% restante que no cuenta con acceso a la web, los motivos de estas familias -según la encuesta- serían el alto costo del servicio (23,2%), no saber usar internet (22,4%) o no manejar bien los dispositivos desde donde se pueden conectar, como celulares smartphones o computadores portátiles (18,5%).
El Programa Familias del Ministerio de Desarrollo Social es dirigido a grupos familiares de bajos recursos y considera un conjunto de servicios y acciones integrales para apoyar a dichas familias a mejorar su bienestar. Tiene una duración de 27 meses y en este participan tanto Fosis como los municipios de diferentes comunas del país.
El director nacional de Fosis, Felipe Bettancourt, sostuvo que gracias a este trabajo se obtuvieron dos resultados relevantes para entender cómo se componen estas familias. “Uno es que el 81,9% está compuesto por jefaturas femeninas de hogar. Y, además, cerca de un 37% declara vivir en sectores rurales, lo que es un número muy importante y habla también de todo el acceso a distintos servicios de conectividad que existen”.
Sobre este punto, de los hogares que tienen acceso a internet, el 49,7% de ellos lo usa para comunicarse y el 47,9% lo utiliza para educarse a sí mismo, a sus hijos o nietos. Sobre las redes sociales más recurrentes en estas familias, WhatsApp lleva la delantera, con el 74% de los encuestados. “Esto nos permite ir avanzando en canales de comunicación por esa vía”, explica Bettancourt.
Cifras sobre la salud mental
Otro ámbito que midió esta encuesta tiene relación con la salud mental de los miembros de las familias vulnerables. Un 47,2% de los entrevistados dice presentar síntomas que revelan la posible existencia de problemas de salud mental. De esos problemas, un 16% pueden considerarse “moderados” a “severos”. Para comprender esta cifra, el director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Pontificia Universidad Católica, David Bravo, explica que al evaluar la misma pregunta “encontramos que un 37,9% de la población general está con sospecha de depresión. O sea que si uno compara, este grupo tiene 10 puntos más porcentuales en problemas -de salud mental- en relación a la población total”.
Así, factores como el endeudamiento, la falta de empleo y pérdidas en el ingreso “están asociados con una prevalencia mucho mayor -de depresión-, y estos datos de alguna manera confirman esto, porque esta población es mucho más vulnerable”, añade Bravo.
Otro aspecto consultado a las familias fue la satisfacción que tienen sobre los servicios disponibles en sus comunas y barrios. “Hay muchas situaciones adicionales a las clásicas, como el nivel de ingreso, el nivel de educación, la tasa de ocupación laboral, pero hay otros elementos que afectan el bienestar integral y nuestro foco es poder levantarlos para poder ir sumándolos a las futuras políticas públicas que vayan en ayuda de las familias mas vulnerables”, indica Bettancourt.
Los resultados, según el estudio, evidenciaron que los hogares se sienten más satisfechos hacia los establecimientos de educación básica y media, y los jardines infantiles de su sector. Las áreas en las que manifiestan mayor insatisfacción son las asociadas a las oportunidades de trabajo y espacios aptos para personas con dificultades para movilizarse, como adultos mayores o personas en situación de discapacidad.
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