Gobierno presenta proyecto de ley de Inteligencia Económica contra el Delito: “Ataca el negocio del crimen organizado”
Seguir la ruta del dinero y afectar el patrimonio de las bandas delictuales son algunos de los objetivos de la iniciativa, que se enmarca entre los 31 proyectos comprometidos por Interior en materia de seguridad.
Este jueves, en una instancia conjunta entre los ministerios del Interior, Hacienda y Justicia, el gobierno presentó el proyecto de ley de Inteligencia Económica contra el Delito, para fortalecer a las instituciones que persiguen la ruta del dinero obtenido a través de actividades ilícitas.
“La política nacional contra el crimen organizado tiene 10 ejes, uno de ellos es desbaratar la economía del crimen organizado, ataca el negocio que hay detrás del crimen organizado, que es una actividad económica, ilícita pero económica, lo que hace es mover y buscar dinero. Y este proyecto ataca al corazón de esa parte”, explicó la jefa de Interior y Seguridad Pública, Carolina Tohá.
La jefa de gabinete, además, aseguró que otra de las líneas que busca perseguir esta iniciativa es la corrupción funcionaria, para evitar así que el crimen organizado y las bandas narcos logren permear las instituciones del Estado.
“Tiene otras líneas, como prevenir y atacar la corrupción que suele provocar el crimen organizado. Donde entra este crimen, llega a las instituciones, a las policías, llega la judicatura, se mete en las municipalidades, se mete en los parlamentos. Entonces también es controlar la corrupción, también es controlar la manera que este tipo de bandas, por el gran poder económico que tienen, logran meterse en las redes de las decisiones, corrompiéndolas y de esa manera bajando la capacidad de reacción del Estado”, detalló Tohá.
El proyecto presentado por las carteras de Interior, Hacienda y Justicia se enmarca en el acuerdo entre Legislativo y Ejecutivo para agilizar la tramitación de 31 iniciativas en materia de seguridad, consenso alcanzado en abril de este año tras los sucesivos ataques a Carabineros.
“Lo que tenemos aquí es, primero, la detección de actividades sospechosas y, a partir de ahí, el seguimiento de la ruta del dinero y finalmente la aplicación de sanciones o medidas de carácter preventivo. Para la detección de conductas sospechosas, es fundamental el análisis de microdatos en base a metodologías de inteligencia artificial (...), que identifica conductas anómalas de una persona que está realizando operaciones de comercio exterior o flujos de capitales”, explicó el jefe de las finanzas públicas, Mario Marcel.
“Una vez se detecta una conducta de esas características es posible ponerle un cortocircuito, interrumpir ese flujo de dinero”, ahondó Marcel.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.