Jerarquía, escapes, homicidios y castigos: cómo operaban Los Piratas de Aragua en Chile

Fue el 22 de enero cuando se realizó un megaoperativo donde se realizaron 21 allanamientos en distintos puntos de Maipú, Estación Central y San Miguel, en la Región Metropolitana, que desarticuló parcialmente una célula del Tren de Aragua, los cuales eran identificados como “Los Piratas”.

A esta banda criminal se le atribuyen una serie de delitos cometidos entre los años 2023 y 2024, siendo los más conocidos el crimen del teniente (r) Ronald Ojeda y el asesinato del mayor Emmanuel Sánchez. Por ello, se inició la formalización de 19 imputados que tendrían vínculos con la asociación criminal, tres de ellos en ausencia por ser detenidos en el extranjero.

Sin embargo, esta no es la única célula del Tren de Aragua que se ha logrado desarticular en Chile, ni los sujetos mencionados los únicos detenidos. Según explicó en Radio Duna el subsecretario del Interior, Luis Cordero, “el número aproximado de personas detenidas pertenecientes a esta organización o a alguna de sus vinculadas son 307″.

Si bien la formalización de este brazo operativo se realiza esta semana, no es la primera vez que esta célula es mencionada por las policías, ni que pasa por los tribunales. Anteriormente en mayo del 2024 se realizó la formalización por asociación criminal, homicidios (tanto frustrados como consumados), secuestros y tenencia de explosivos de ocho sujetos en la Región de Antofagasta que pertenecían a “Los Piratas”.

En esa ocasión la Fiscalía describió que la organización criminal funcionaba de forma jerarquizada y era liderada por Yoel Aparicio Pernia y Fernando Dinis Hernández. Al igual que en esta ocasión, donde Fiscalía identifica a Carlos Gómez Moreno, alias “Carlos Bobby”, jefe sudamericano del Tren de Aragua, y Rafael Gámez Salas, conocido como “El Turko”, quien dirigía las operaciones en Chile, ellos como quienes impartieron las instrucciones, extorsionaron, fijaron las medidas para los miembros de la banda y eran quienes distribuían las funciones.

Además de sus cabecillas en el extranjero, desde Fiscalía explicaron que la banda contaba con 23 integrantes en territorio nacional y tenía su centro de operaciones en Calama, Región de Antofagasta. Sin embargo, también funcionaba en Santiago.

En relación a la vinculación con el caso del asesinato de Ronald Ojeda, se informó que se ha individualizado a 16 personas, algunos de ellos ya fueron detenidos y otros cuentan con orden de detención pendiente.

Anteriormente, La Tercera accedió a un informe de la Policía de Investigaciones (PDI) en el que se da cuenta que la organización criminal se instaló en Chile a fines de 2020, en ese momento en la frontera norte del país. En el documento definen a este grupo como una “megabanda”, con un “centenar de integrantes, con un núcleo articulador” que logró “el objetivo común de dominar territorialmente la zona”.

En el informe se identificó el origen de la banda, el cual es proveniente del estado de Aragua, en Venezuela, en ese lugar se encuentra su líder: Héctor Rutherford Guerrero Flores, alias el “Niño Guerrero”. Por su parte, en Chile el primer líder en entrar -de forma legal incluso- fue Carlos González Vaca, alias “Estrella”.

El subsecretario del Interior explicó que de forma activa en Chile se inició la investigación en contra de los miembros de la organización en el año 2021 y señaló que es debido a las múltiples diligencias que se conseguido la captura de 307 sujetos que están vinculados con el Tren de Aragua.

Quienes han investigado a esta organización advierten que cuentan con una jerarquía militar para operar. Además, se consigna que se nutren económicamente de secuestros, sicariatos, tráfico de armas, tráfico y trata de personas, estafas y “vacunas” (protección a negocios legales-ilegales que operan en sus territorios). “El narcotráfico es solo una más de las formas en que obtienen sus ingresos”, se lee en el documento de la PDI.

Cordero detalló que “esta es una organización que tiene una particularidad diferente a otras y es que opera como una verdadera franquicia. Un subcontratista. Pero más bien como un franquiciado, porque para invocarse como tal. (...)Y por lo tanto, tienen ciertas características de descentralización”.

Junto con ello, el subsecretario indicó como funciona la banda en Chile, apuntando que “esta es una organización que no se ha enfrentado o ha tenido o ha disputado mercados con las bandas o los clanes familiares chilenos, que eso es un tema relevante. Lo segundo es que disputan o se mueven en otro ámbito de delitos que, además, disputan entre bandas extranjeras”.

Asimismo, Cordero señaló que una vez que la PDI o el Ministerio Público comenzaba a perseguir los líderes de la banda criminal estos huían del país, para evitar su captura. Además, estos estaban encargados de planificar y autorizar crímenes, dando órdenes y decidiendo el destino de las víctimas. En general, la organización cuenta con una clara división de roles.

Tras años de su irrupción en Chile, el Tren de Aragua se ha expandido con sus ramas y variaciones en el país. Del grupo que llegó por primera vez emergieron otras “células”, entre ellos se conoce a “Los Gallegos”, “Los Piratas”, “Tren del Mar” y otros brazos que operaban en la frontera del país asociados a una empresa de buses, o que operaban en la RM como una red que explotaba mujeres.

Además de los delitos sobre secuestros, sicariatos, tráfico, y trata de personas que realiza esta asociación criminal, el Tren de Aragua es conocido por ejecutar a lo propios miembros de la organización que incumplían las normas. Así lo relató el subsecretario del Interior cuando explicó que “el hecho de que un miembro de la organización ejecute un delito sin la autorización de arriba, de hecho supone un castigo para esa persona”.

Un ejemplo de ello, es la muerte de un joven venezolano de 21 años, cuyo cuerpo fue encontrado en Colina. Fue el Equipo de Crimen Organizado y Homicidios (ECOH) de Fiscalía junto con la PDI quienes mediante la investigación del homicidio dieron con una célula del Tren de Aragua que se dedicaba a la trata de personas a solo cuadras del Palacio de La Moneda.

En esa ocasión policías dieron cuenta de que el joven asesinado formaba parte de una banda criminal que se dedicaba al tráfico de drogas y la explotación sexual de mujeres, esto permitió llegar hasta un domicilio en el centro de Santiago. Fue en torno a las diligencias, según los antecedentes recabados, que se determinó que el hombre de 21 años “incumplió” las normas relacionadas con el comercio sexual de mujeres que se encontraban en el país, lo que provocó que fuera asesinado.