Valparaíso es la comuna que sumó más casos activos en el país en la última semana
Mientras los habitantes se resisten a permanecer en sus casas, alcaldes piden aplicar cuarentena a la par de medidas para que la pobreza y el hacinamiento no multipliquen los casos. Salud dice que vigila los contagios y que, por ahora, no se justifica la medida.
La situación epidemiológica de Valparaíso es preocupante, pero la población no parece percibirlo.
Mientras este lunes las autoridades locales informaban 287 nuevos contagios por Covid-19, cifra que empezó a crecer a mediados de mayo, los porteños seguían haciendo vida normal.
La Tercera recorrió las calles de la ciudad, atestadas de comercio legal y ambulante, que llega a las puertas del Congreso. “Acá viene hasta gente de Viña del Mar a comprar, la feria está intacta”, decía la comerciante Camila Acevedo. Lo mismo ocurría en las calles que rodean al Mercado Cardonal. “No nos dieron cuarentena”, dice un cliente al vendedor Carlos Rodríguez, quien le responde que “por suerte” no aplicaron la medida, pues, de lo contrario, “nos morimos del peor bicho, el hambre”.
La condición de pobreza de miles de porteños sería una de las principales razones por las que mantienen casi inalterable el ritmo de vida.
“El grueso de nuestra ciudad, si no sale de su casa, no come”, dice el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp (ver entrevista).
Pero eso tiene sus consecuencias. Según los informes epidemiológicos del Ministerio de Salud, entre el 29 de mayo y el 5 de junio Valparaíso fue la comuna del país que sumó más enfermos activos, 104 pacientes en una semana, quedando con 218 casos contagiosos.
Además, los reportes ministeriales indican que entre el 1 y el 8 de junio, la Región de Valparaíso contabilizó 1.801 contagios nuevos detectados por los laboratorios, y es la segunda con más casos, después de la Metropolitana (ver infografía).
Esto ha motivado a expertos y autoridades locales a pedir cuarentena. ¿Por qué no se ha decretado? “Desconocemos las razones epidemiológicas”, añade Sharp.
Al respecto, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, aclaró que el caso de Valparaíso “siempre está sobre la mesa”, pero que hasta ahora las cifras de contagios no justifican la medida restrictiva, considerando los efectos colaterales que esto implica.
Con todo, la autoridad señala que se mantendrá un estrecho monitoreo. “No me atrevo a hacer un pronóstico sobre la situación de Valparaíso. Está en revisión y evaluación constante, y los números de la región están al borde”. Agregó que, mientras, la capacidad asistencial será reforzada: el buque-hospital Sargento Aldea se trasladará a la bahía y se instalara un hospital modular en las inmediaciones del hospital Gustavo Fricke, para convertir camas básicas a intensivas y ampliar los cupos para pacientes críticos.
El alcalde de Villa Alemana, José Sabat, ve con preocupación el panorama. La comuna tiene 74 casos activos, tres veces más que hace una semana. “La gente no entiende que este es un tema de vida o muerte. La cuarentena es necesaria, no entiendo por qué no la han decretado, debiera aplicarse en toda la región y prohibir el acceso desde Santiago”. Añade que quizás no se ha decretado “por pensar que el remedio es peor que la enfermedad”, pero que la situación es riesgosa: “Hay una tremenda irresponsabilidad e indiferencia de la gente. Veo a adultos mayores paseando con sus nietos”.
Alza en la curva
Para los expertos, el panorama de Valparaíso no solo es preocupante por su gran cantidad de contagios, sino también por sus condiciones sociales. Según el Observatorio Urbano del Ministerio de la Vivienda, Valparaíso es la octava comuna del país con mayor hacinamiento, pues tiene 6.200 residencias donde viven más de dos personas por dormitorio. En 632 de ellas, pernoctan más de cinco personas por habitación.
Por esta razón, advierten autoridades y expertos, de no mediar medidas y un buen comportamiento social, los contagios podrían diseminarse sin control en las zonas más vulnerables.
A esto se suma el hecho de que la red asistencial está estresada -la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva informó que el domingo el 82% de las camas UCI estaba ocupado- y que la letalidad del coronavirus en la región ya llegó a 1,65 muertos por cada 100 contagiados, similar a la de Santiago.
Además, según reportó ayer la Seremi de Salud, quedaban 26 camas críticas disponibles en la región, mientras 109 personas están hospitalizadas producto del Covid-19.
El director del Centro de Análisis e Investigación de Enfermedades Infecciosas de la U. de Valparaíso, Rodrigo Cruz, dice que el 20% de la población de la región está en la pobreza, que 100 mil personas no tienen acceso a agua potable y que “se vive un hacinamiento crítico en los cerros de la ciudad”.
Cruz considera que la estrategia de las residencias sanitarias “debe ser complementaria a la cuarentena, porque si un enfermo se encierra con su familia, aumentarán los contagios intradomiciliarios”.
El centro de estudios Espacio Público también alertó sobre la situación. Ayer, en un nuevo informe afirmaron que la curva de contagios está creciendo de forma similar a como lo hizo la Región Metropolitana: “El paralelismo muestra la urgencia con que se debe actuar”.
Diego Pardow, presidente ejecutivo de la fundación, dice que “Valparaíso está en una situación muy parecida a la que tenía Santiago el 1 de mayo, y si no hacemos nada, seguirá la misma trayectoria de contagios”.
Al respecto, Mañalich dice que las curvas no son comparables, pues “en la Región Metropolitana, el R0 (tasa de propagación del virus) era de 1,4 y en Valparaíso de 1,2. Eso es una diferencia sideral en términos del comportamiento de los contagios”.
Ayer, a nivel nacional, Salud informó 4.696 nuevos casos, lo que eleva a 138.846 el total, y que se registraron 74 decesos, que ya suman 2.264. En tanto, sobre la extensión que tendrá la emergencia sanitaria y el apoyo que debería entregar el Estado, Mañalich dijo que “debería prolongarse algún nivel de ayuda hasta la próxima primavera”.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.