Un 54% de los chilenos quiere financiar su pensión con ahorro propio y fondo solidario estatal
Estudio de Ciedess -ligada a la CChC- explora la opinión de la ciudadanía sobre estos cambios, revelando que la mayoría considera que las cotizaciones y el aumento de 5% propuesto por el gobierno debe ir a las cuentas individuales de los trabajadores. Además, un 53% dice que si este mayor ahorro fuera a un fondo solidario, una parte debería destinarse a los actuales jubilados y la otra, a un fondo de ahorro.
Reformar el sistema de pensiones está entre las prioridades establecidas por el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet para su último año de mandato. Un período en que no sólo buscará consolidar el legado de su administración, donde el tema previsional podría dar una sorpresa. También se trata de una etapa que estará marcado por una nueva carrera presidencial, coyuntura que se apronta como escenario para instalar esta discusión entre los principales temas de campaña.
Pero mientras los candidatos no entren en la ruta definitiva, la única propuesta oficial es la que hizo la Presidenta Bachelet en agosto pasado: incrementar el ahorro obligatorio de los cotizantes de 10% a 15%, con cargo al empleador, lo que "permitirá crear un pilar de ahorro colectivo solidario. Una parte de él permitirá aumentar las actuales pensiones y otra parte será destinada a lograr más equidad en las pensiones futuras de los actuales trabajadores que cotizan", dijo la mandataria cuando anunció el inicio de las conversaciones para reformar el sistema.
Ciedess, la Corporación de Investigación, Estudio y Desarrollo de la Seguridad Social de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) -que también controla AFP Habitat- quiso explorar el parecer de la ciudadanía ante estas propuestas, considerando también que el destino del 5% concentrará la agenda de los próximos meses.
Con ese objetivo realizó el "Estudio de opinión y preferencias sobre el sistema de pensiones: lo que piensan los chilenos", para el que se entrevistó a más de 2.307 personas, mayores de 25 años, de todos los grupos socioeconómicos, tanto de Santiago como de regiones. El margen de error, si la muestra fuera probabilística en todas sus etapas, sería de +/- 2,1%. Cinco fueron las preguntas que se realizaron, con alternativas, y hechas por internet y por teléfono, entre el 19 de agosto y el 16 de septiembre de 2016.
Y aunque la mayoría (58%) prefiere destinar sus cotizaciones individuales a su propia pensión, lo que sería coherente con el actual sistema de capitalización individual, los resultados también muestran que al ser consultados por el financiamiento de su pensión, el 54% espera que una parte provenga de un fondo solidario del Estado y, la otra, de sus ahorros obligatorios en una administradora.
El sistema de pensiones tiene más de un millón de pensionados, cuya jubilación autofinanciada es, en promedio, de $ 208.866, monto que sube a $ 223.107 al considerar el Aporte Previsional Solidario, un beneficio al que sólo puede acceder el 60% de la población con menores ingresos.
Casi la mitad de este grupo se jubila por vejez (al cumplir la edad legal). En este caso, el monto de la pensión autofinanciada es inferior ($ 191.896), alcanzando $ 209.662 con los beneficios del pilar solidario. Estos números son inferiores al sueldo mínimo ($ 257.500), aunque a veces supera el piso para mayores de 65 años y menores de 18 años ($ 192.230).
La idea de un financiamiento mixto de las pensiones -parte de un fondo solidario del Estado y otra parte de los ahorros en la cuenta de cotización individual- concita un mayor apoyo en los grupos socioeconómicos BC1 y C2, alcanzando el 61%; en tanto en los segmentos socioeconómicos C3 y DE tiene un apoyo de 51% y 46%, respectivamente.
Sólo el 24% de la población cree que la pensión debe financiarse en un 100% con el ahorro de la cuenta individual, un escenario que enfrentan hoy todos quienes no pertenecen al 60% más pobre de la población, una de las condiciones excluyentes para recibir los beneficios estatales entregados por el pilar solidario. El apoyo a esta alternativa sube a 28% en regiones.
En cambio, un 22% considera que la pensión debería financiarse en su totalidad por un fondo solidario administrado por el Estado.
El gerente de Consultoría de Ciedess, Rodrigo Gutiérrez, explica que esta pregunta busca una aproximación sobre cómo entiende la población que debe funcionar la lógica del sistema de pensiones. Por ello, concluye que "los chilenos tienen una valoración positiva del ahorro individual como fuente de financiamiento de sus pensiones", destacando que las opciones de financiamiento mixto y la que sólo considera ahorro individual concentran en conjunto el 78% de las preferencias.
¿A qué destinar el 5%?
Pese a que más de la mitad de la población quiere un financiamiento mixto de su pensión, al ser consultados por el uso del 5% adicional de ahorro obligatorio previsional que el gobierno propuso con costo a las empresas, el 51% de los chilenos contestó que este mayor aporte debería destinarse en un 100% a las cuentas individuales de sus trabajadores.
Esta preferencia predomina en las mujeres (54%), las personas entre 50 y 60/65 años (55%), el segmento BC1 (55%) y quienes viven en regiones (57%).
No obstante, casi un tercio de los chilenos apoyaría la decisión de que este mayor ahorro fuera destinado en una parte a un fondo solidario y, en la otra, a las cuentas individuales de sus trabajadores. Esta alternativa toma fuerza en los hombres (33%), los jóvenes entre 25 y 35 años (36%), los adultos entre 36 y 49 años (33%), el segmento socioeconómico DE (35%) y para quienes viven en Santiago (35%).
Sólo el 17% de los chilenos cree que este aporte tiene que ser destinado en su totalidad a un fondo solidario para financiar las pensiones de los chilenos. Esta alternativa aumenta en los hombres (19%), en mayores de 60/65 años (20%), en los grupos socioeconómicos C3, D (20% y 21%, respectivamente) y en Santiago (20%).
Gutiérrez plantea que "estos resultados son una clara señal respecto de las preferencias de los chilenos en relación con el destino que debe darse al 5% adicional de cotización a cargo del empleador, más allá de las consideraciones técnicas que hacen recomendable destinar dichos recursos a las cuentas individuales de las personas".
En sintonía con la Presidenta
Dos días después de haber entregado sus propuestas para los cambios al sistema previsional al país, la mandataria dio una entrevista a Cooperativa, en la que aclaró que "la propuesta que estamos haciendo no es un maquillaje", porque se planteó "un nuevo rostro al sistema previsional" al incluir un pilar solidario de ahorro colectivo que, "en el fondo, es un pilar de reparto, con cargo al empleador".
En esa ocasión, la Presidenta reveló que "lo que más me gustaría es que esta nueva fórmula fuera de solidaridad, con los actuales pensionados y con los futuros pensionados".
Precisamente, para abordar esa situación es que el estudio consultó por cuál debiera ser el destino del 5% adicional de cotización, pero si fuera todo a un fondo solidario de pensiones.
El 53% considera que una parte debe ir a los actuales jubilados y la otra a un fondo de ahorro. Alternativa que encuentra mayor respaldo en las mujeres (55%) y en los jóvenes entre 25 y 35 años (59%). No obstante, para adultos entre 36 y 49 años esta opción también es atractiva, contando con un 57% de apoyo. En el segmento C3, esta modalidad acapara un 55% de las preferencias, mismo porcentaje que alcanza en Santiago.
En tanto, un 25% de la población considera que este mayor ahorro obligatorio debería destinarse a un fondo de ahorro que financie futuras pensiones. Esta opción parece más atractiva para los hombres (29%), la gente mayor de 50 años y los grupos socioeconómicos BC1 y C2 (25% y 29%). En regiones, la adhesión alcanza el 26%.
Estas dos respuestas, enfatiza Gutiérrez, develan nuevamente la valoración del ahorro por parte de los chilenos.
Sólo un 22% de la población se inclina por la opción de destinar estos recursos a financiar la pensión de los actuales jubilados. A medida que aumenta la edad y disminuye el grupo socioeconómico, esta alternativa de reparto cobra fuerza, alcanzando 29% en el caso de las personas mayores de 60/65 años (la edad de jubilación legal para mujeres y hombres) y del segmento DE, con 36% de las preferencias.
Para Gutiérrez, esto ocurre porque lo ven como una oportunidad para mejorar sus pensiones en el corto plazo. Agrega que esta situación hipotética (que el 5% se destine a pagar pensiones de los chilenos) sólo generó un 17% de preferencias cuando se dejaba elegir el destino del aumento de 5%.
No obstante, advierte que "lo anterior habría perdido valoración con la medida anunciada posteriormente por el gobierno, en relación con el aumento de la Pensión Básica Solidaria, aspecto que descomprime la presión sobre este mecanismo para aumentar las pensiones actuales".
Con todo, Gutiérrez destaca la valoración positiva del ahorro individual como fuente de financiamiento de sus pensiones y no le extraña que las personas piensen que en el caso de que sus ahorros individuales no sean suficientes para financiar pensiones que respondan a sus necesidades y/o expectativas, el Estado debe concurrir en el financiamiento de sus pensiones, tal como lo hace actualmente a través del Pilar Solidario, el cual se financia con impuestos generales.
Pero advierte que "distinto es el caso en que el aporte desde un fondo solidario deba ser financiado con una parte de sus propias cotizaciones, cuya opción obtiene menor preferencia, por cuanto afecta su potencial de ahorro individual".
Por esto, plantea que considerando el momento actual del debate, en especial respecto del destino del 5% adicional, "bien vale tener presente la opinión de los chilenos".
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