Andrés Benítez: "Me parece nefasto que la reforma se esté discutiendo con un grupo pequeño"
Rector de la U. Adolfo Ibáñez criticó que el proyecto se debata sólo entre el gobierno y el Consejo de Rectores, dejando de lado a gran parte del sistema. Además, cree que la reforma debería eliminar el límite a la matrícula y el arancel regulado: "Estar fuera de la gratuidad es beneficioso y eso es lo que más le preocupa al Cruch", asegura.
En 2015, la U. Adolfo Ibáñez (UAI) señaló que no se sumaría a la gratuidad, pero que evaluarían la situación al conocer el proyecto. A casi un año de esto y con la reforma en el Congreso, Andrés Benítez, rector de la casa de estudios, señaló que "nosotros planteamos que cuando conociéramos las reglas del juego tomaríamos una decisión y ojalá sea positiva, que permita a la UAI acceder". Sin embargo, dijo el académico a La Tercera, por ahora la institución se mantendrá al margen del nuevo beneficio.
¿Cree que en el futuro la UAI pueda ingresar a la gratuidad?
Ojalá exista un proyecto razonable que nos permita participar. Ahora, este proyecto va a despotenciar a los que ingresen, porque les quita recursos, matrícula y autonomía. Pensamos que siempre habrá espacio para planteles que tendrán más calidad con el tiempo. Estar fuera de la gratuidad es beneficioso para los planteles y eso es lo que más le preocupa al Cruch.
¿Cuál es su análisis de la reforma?
Este proyecto es el mayor escándalo que ha vivido el sector de educación. El gobierno está terminando y su mayor promesa no ha visto la luz. A nadie le gusta el texto y aparentemente las indicaciones que pretenden corregirlo tampoco gustan. Digo aparentemente, porque esta es una negociación que se ha hecho a puertas cerradas entre el gobierno y el Consejo de Rectores (Cruch), que representan menos de la mitad de la matrícula.
¿Qué le parece que esta discusión se haga sólo con el Cruch?
Me parece curioso que, sobre todo, el rector de la U. de Chile siempre diga que los planteles privados somos grandes lobbistas. La verdad es que los grandes lobbistas son ellos, porque a nosotros nunca nos han preguntado. Me parece nefasto que esto se esté discutiendo con un grupo pequeño, en donde, además, no están los sectores más vulnerables. Sólo se está buscando proteger los intereses de las estatales, que en este país tienen un estatus casi de sacrosanto.
¿Y cómo ve la posición del G-9?
Me parece que su posición ha sido vergonzosa. Con tal de defender el pedazo de la torta que tienen, han aceptado todo. Lo único que les interesa es mantener su condición de privilegio por estar en el Cruch. Se han unido a las estatales para defender su propio nicho. Uno esperaría una actitud con más altura.
¿Cree que se está tratando de resolver la crisis de la educación de forma errónea?
En general, los rectores se quejan de que no les han preguntado, pero la verdad es que ellos también han actuado como un grupo de interés. Una persona preocupada de la educación debería entender que esto parte en prebásica y termina en la universidad. Los rectores tampoco han sido responsables en entender que mientras ellos más capturen recursos, más se despotencia la educación básica, lo que es un problema.
¿Partió mal planteada la reforma?
Esta no es una reforma a la educación, es una reforma al financiamiento. No estamos hablando ni de calidad ni de la pertinencia de las carreras. Estamos enfrascados en una cosa de si somos públicos o privados, pero no estamos hablando de calidad.
¿Cómo ve la discusión de qué es lo público?
Me parece una discusión artificial y poco real. Las privadas, ya sean tradicionales o nuevas, han demostrado, muchas de ellas, tener igual o mejor calidad que las estatales. Esto de tener o no función pública me parece una excusa para proteger a un grupo de planteles, porque la función pública está presente en todos los planteles. Hay calidad en todos los ámbitos y, en definitiva, si hoy una universidad privada lo hace bien, no recibe ningún premio del Estado. Cuando el rector de la U. de Chile dice que el sistema es como un camión Brinks que va a las privadas, acá él confunde las cosas.
¿Por qué?
Las privadas recibían el Aporte Fiscal Indirecto y ahora lo cortaron. El segundo aporte es la investigación, la cual es concursable. El gran aporte es el famoso Crédito con Aval del Estado. Pero el CAE va a los alumnos, no a las universidades. En realidad, el camión Brinks va a la U. de Chile y los otros miembros del Cruch, porque son aportes directos que nadie sabe en qué se usan. Los verdaderos captadores de los recursos que entrega el Estado son la U. de Chile y su grupito.
Los rectores del Cruch reclaman que a ellos se les pone límite por estar en gratuidad y no al resto del sistema...
Estoy de acuerdo con la crítica. La pregunta es ¿qué quieren ellos?, ¿cuál es la solución?, ¿que se impongan las mismas restricciones a todos? Soy de la idea de que este proyecto asfixia al sistema en términos financieros, porque le saca recursos y porque no lo deja crecer. Cuando la autoridad dice que los planteles adscritos a la gratuidad no pueden crecer más de un 2,7%, ellos no están pensando en lo que el país necesita, sólo piensan en cuánta plata tiene. La respuesta es que hay que liberar a las que ingresan a la gratuidad de esa restricción que es ineficiente.
¿Qué debería hacer el gobierno para solucionar la situación actual?
Se hace urgente buscar un proyecto coherente, de manera que esto no siga dando vueltas en una ley de presupuesto que no fue pensada para eso. Es necesario sincerar y acotar el proyecto. La gratuidad está instalada y hay que reconocer que se quedará en el 50%, que los aranceles tendrán que reflejar el costo real y que no puede haber restricción de matrícula. También hay que eliminar el Cruch, no puede ser que el principal órgano asesor del Mineduc sea un grupo poco representativo. No puede ser que el ministro de Educación se tenga que juntar y rendirle pleitesía a un grupo minoritario, pero influyente. Es muy raro que todo se discuta con ellos y que la otra parte tenga que obedecer y no se considere la opinión de planteles que han demostrado tener calidad y prestigio.
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