Arzobispo emérito de Sao Paulo: "La Iglesia ya no funciona más, es necesario que se lleve a cabo una reforma estructural"
Para uno de los cardenales más cercanos al Papa Francisco, la Curia Romana necesita una reforma "urgente". "Será una tarea gigantesca", dice. "Claudio, ven tú también, quédate conmigo en este momento", recuerda Hummes que le dijo Bergoglio al momento de salir al balcón de la Basílica de San Pedro.
Señalado como el cardenal más cercano al nuevo Papa, monseñor Claudio Hummes, de 78 años, dice que la Iglesia "no funciona" de la manera en que está y exige cambios en toda su estructura. En su presentación ante el mundo, el Papa Francisco invitó a Hummes, arzobispo emérito de Sao Paulo, para que estuviera a su lado en el balcón de la Basílica de San Pedro.
Emocionado con la invitación y como un homenaje al fundador de su orden, el franciscano Claudio Hummes dijo al diario Folha de Sao Paulo que la elección del nombre es en sí misma una encíclica.
El ex obispo de Santo André dijo también que las acusaciones de que el nuevo Papa colaboró con la dictadura militar en Argentina son "un grave error y una falsificación".
Usted fue invitado por el Papa para estar a su lado en la primera aparición. ¿Cómo es su relación?
Nosotros nos vimos en muchas oportunidades, porque yo era arzobispo de Sao Paulo, y él, arzobispo de Buenos Aires. Pero sobre todo, fue en la Quinta Conferencia del Episcopado Latinoamericano donde más tiempo trabajamos juntos. Existía la comisión de la escritura, que era la más importante, porque ahí se formulaba el documento para después ser votado. El era el presidente, y yo, uno de los miembros. Era muy admirado por su sabiduría, serenidad, santidad divina, espiritualidad. Era muy lúcido y muy pastoral, el celo misionero de querer que la Iglesia sea más evangélica, más abierta.
¿Cómo fue la invitación al balcón?
Cuando se comenzó a organizar la procesión de la Capilla Sixtina hacia el balcón de la Plaza San Pedro, él llamó al cardenal (Agostino) Vallini, que hacía las veces de obispo de Roma o vicario de la ciudad, y me llamó a mí también. Me dijo: "Claudio, ven tú también, quédate conmigo en este momento". Añadió: "Busca tu birrete (sombrero eclesiástico)", fue de una forma informal. Fui a buscar mi birrete y estaba todo feliz. El hecho de que nos haya invitado rompió un montón de rituales. Pero en realidad, para mí fue muy gratificante. Y también el hecho de que haya elegido el nombre de Francisco. Yo soy un franciscano, por lo que me he involucrado personalmente.
¿Cómo interpreta este gesto?
Como un gesto personal de él, muy espontáneo, muy simple. No sé cuál era el significado que quería dar. Yo digo que me quedé muy feliz, estaba con el primer Papa llamado Francisco.
El Papa rechazó la limusina y pagó la factura del hotel...
Son gestos simples, más que mostrar quién es y cómo ve las cosas. Me maravilló ver que estos gestos fueran entendidos por la gente común. Los medios de comunicación también entendieron los mensajes que el Papa quería dar.
¿Cuál es la importancia de tener un Papa de fuera de Europa después de más de mil años y, además, latino?
El hecho de que un Papa venga fuera de Europa es muy importante, porque muestra lo que la Iglesia siempre ha dicho: que es universal para la humanidad. No sólo para Europa. Tener un Papa es una señal mayor. Es un gesto que dice que el Papa podría venir de cualquier parte del mundo. También creo que ha sido importante que venga de la periferia, pobres emergentes. Esto es un reconocimiento a todos los católicos de allí: "Tenemos un Papa que viene de aquí".
San Francisco también es recordado por la misión de reformar la Iglesia en su conjunto. ¿La elección del nombre se refiere a eso?
Actualmente, la Iglesia necesita, de hecho, hacer una reforma en todas sus estructuras. Organizar la vida de la Iglesia, de la Curia Romana, que tanto se habló y que necesita una reforma estructural urgente. Pero una cosa es entender lo que hay que hacer y otra cosa es hacerla. Será una tarea gigantesca. No porque sea una estructura gigantesca, pero por la cantidad de dificultades que hay en una estructura como esa, que ha ido creciendo en los últimos siglos. Alguien ya dijo que la elección del nombre de Francisco es ya una encíclica (mensaje del Papa para la Iglesia), que no se necesita escribir. Eso es muy bonito y muy prometedor.
¿En qué sentido esa reforma es necesaria?
No sólo la Curia necesita una reforma, sino que muchas otras cosas: la forma de hacer la misa, la evangelización, la nueva evangelización requiere nuevos métodos. El Papa habló en la reunión con los cardenales sobre nuevos métodos, tenemos que encontrar nuevos métodos. Pero se habló sobre todo de la Curia Romana, que necesita una reforma estructural. Es muy grande, pero todo esto necesita un estudio, no tenemos muchas coordenadas. La Iglesia ya no funciona más. Todo lo que ha sucedido últimamente muestra cómo no funciona. Y luego, una vez hecho este nuevo diseño, debe buscar personas idóneas para ocupar esos puestos, esos servicios.
Hay informes en la prensa argentina sobre la participación -por omisión o colaboración- del Papa Francisco con la dictadura militar. ¿Qué puede hablar de ello?
Ciertamente, esto no es real. Puede ser que alguien se ha equivocado en algunas ideas. No sé los detalles, pero conociendo a la persona, no es posible imaginarlo. Es un hombre de los pobres, los oprimidos, los más humillados. Estoy seguro de que todo esto es realmente un gran error, una falsificación.
Se habla mucho de que el legado de la Teología de la Liberación para la Iglesia en América Latina y su discurso a favor de los pobres. ¿Cuál es la relación del Papa Francisco con este movimiento?
Basta con mirar la forma en que fue arzobispo de Buenos Aires y el Documento de Aparecida, que dice todo eso. El está en esa línea, sin duda. Si queremos saber cuál es su línea de relación pastoral social con los pobres, sí la encontraremos allí.
Usted ahora es arzobispo emérito, ¿se quedará cumpliendo algún papel en el Vaticano?
No, no, me quedaré aquí hasta el día 22, voy a participar en una ceremonia religiosa pública y asistiré a una reunión el 21. Y luego vuelvo a mis trabajos.
Hay informes en la prensa italiana que sostienen que usted contribuyó durante el cónclave a elegir al Papa Francisco. ¿Lo confirma?
De todo lo que pasó en el interior del cónclave, yo no puedo hablar.
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