Asesinato de dos policías conmociona Nueva York

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó sin reservas el asesinado de los agentes de policía y exhortó a rechazar la violencia.




El estupor y la rabia se apropiaron de Nueva York el domingo, al día siguiente del asesinato de dos policías por un hombre que aparentemente quería vengar a dos negros, cuyas muertes provocaron numerosas protestas en Estados Unidos en las últimas semanas.

Los dos policías, Wenjian Liu, de 32 años y recién casado, y Rafael Ramos, de 40 y con un hijo de 13, fueron asesinados a sangre fría con disparos en la cabeza cuando se encontraban en su patrulla estacionada frente a un conjunto de viviendas sociales en Brooklyn el sábado por la tarde.

El atacante, un hombre negro de 28 años, presunto miembro de la banda "Black Guerilla Family" y con antecedentes policiales, se suicidó después del crimen en un andén del metro.

Ninguno de los agentes tuvo tiempo de sacar su arma y quizá ni siquiera pudieron ver a su agresor, explicó el jefe de la Policía de Nueva York, Bill Bratton, a la prensa.

El asesino, identificado como Ismaaiyl Brinsley, había venido de Baltimore, a 300 kilómetros al sur de Nueva York, y anunciado sus intenciones en la red social Instagram. 

Junto a la foto de un arma, puso el mensaje: "Hoy les pongo alas a los cerdos. Ellos se llevan a 1 de nosotros... Vamos a llevarnos 2 de ellos", escribió.

"#ShootThePolice #RIPErivGardner #RIPMikeBrown", agregó, refiriéndose a Eric Garner, un negro que murió durante un violento arresto en julio en Nueva  York, y el adolescente Mike Brown, muerto a manos de un policía en Ferguson (Missouri) en agosto.

La ira de la opinión pública creció cuando ambos uniformados, con apenas días de diferencia, fueron exonerados de responsabilidad en ambas muertes.

El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, y Bratton asistieron juntos este domingo a una misa en la catedral de Saint-Patrick del cardenal Tim Dolan. Al  lugar de la tragedia se acercó gente a colocar velas y flores.

OBAMA CONDENA EL ATAQUE

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó sin reservas el asesinado de los agentes de policía y exhortó a rechazar la violencia.

Obama expresó su condena "de manera incondicionada" y manifestó que los dos agentes de Nueva York eran "dos hombres valientes que no retornarán a sus casas con sus seres queridos esta noche y por este hecho no hay ninguna justificación".

"Pido a la gente que rechace la violencia", sostuvo Obama en declaraciones difundidas por medios locales.

Los dos policías habían sido heridos con disparos de pistola efectuados por un hombre en Brooklyn y fallecieron en el hospital adonde habían sido trasladados con urgencia.

Luego de los disparos el agresor intentó huir hacia el Metro pero finalmente, al verse rodeado por la policía, se suicidó.

Los dos agentes hacían horas extras porque estaban comprometidos en un ejercicio antiterrorista, cuando el atacante se acercó al auto policial y disparó a quemarropa.

"Fue una ejecución", aseveró otro policía. "Comenzó a disparar proyectiles a repetición", expresó un testigo.

La zona, la esquina entre Myrtle y Tompkins, fue inmediatamente aislada con un cordón de policía.

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