Barack Obama: "Ningún país de América debe mantener silencio por la situación de Venezuela"
Antes de su arribo a Panamá, el presidente de EEUU dijo que la nueva era en las relaciones con Cuba beneficiará a los dos países.
Para el Presidente de EE.UU., Barack Obama, los "cambios históricos" en la política hacia Cuba ya están dando “resultados" y consideró que ni su país ni el resto de la región deben "mantener silencio" sobre la situación en Venezuela. Obama sostuvo en esta entrevista, realizada antes de participar en la Cumbre de las Américas, que la actual relación entre EE.UU y las Américas es "la mejor en muchas décadas".
En esta Cumbre de las Américas será el estreno de Cuba y esto hará que todos los países de la región estén juntos por primera vez en la historia ¿Está listo para anunciar la reapertura de las embajadas en Washington y La Habana junto con Raúl Castro?
Los cambios históricos de nuestra política que anuncié en diciembre representaron un quiebre con una estrategia que, durante más de 50 años, no logró mejorar las condiciones políticas o económicas del pueblo cubano. Como parte de ese anuncio, los gobiernos de Cuba y Estados Unidos se comprometieron a negociar el restablecimiento de relaciones diplomáticas, cuya ruptura se produjo en 1961, y Estados Unidos tiene la intención de cumplir con ese compromiso. Nuestros diplomáticos están realizando progresos significativos y estoy convencido de que podremos llevar adelante la reapertura de nuestras respectivas embajadas. De todas formas, la reapertura de las embajadas es tan solo una parte del proceso de normalización entre nuestros dos países. Mientras tanto, nuestros gobiernos ya han iniciado las conversaciones sobre temas como la aviación civil, derechos humanos, telecomunicaciones y otros asuntos que afectan a los ciudadanos de ambos países. Estoy convencido que el enlace beneficiará a Estados Unidos y a Cuba; mejorará las vidas de los cubanos de a pie e impulsará la cooperación más efectiva a través del hemisferio.
En el resto del mundo se percibe que Estados Unidos pierde influencia y presencia en el continente americano ¿Cree que Estados Unidos sigue siendo el aliado principal y más importante para la región?
Sí, porque la relación entre Estados Unidos y el continente americano es como ninguna otra en todo el mundo. Estamos vinculados directamente por lazos familiares, comerciales, culturales, por valores compartidos y por nuestras aspiraciones sobre el futuro. Estamos vinculados por millones de hispanoamericanos, que es la población que más está aumentando en Estados Unidos y cuya influencia solo crecerá en las décadas que siguen.
Y desde que asumí mi cargo, hemos reforzado nuestros lazos con Latinoamérica, que incluye lazos económicos, los cuales han impulsado las exportaciones estadounidenses a la región en casi un 70%. De hecho, no exagero al decir que nuestra relación con el continente americano es la mejor que hemos tenido en muchas décadas. El nuevo capítulo de compromiso que hemos empezado con Cuba ha sido apoyado en toda la región y también es una oportunidad histórica de mejorar la cooperación y el progreso con la región.
En marzo, el gobierno de EE.UU. emitió una orden presidencial para imponer sanciones contra siete funcionarios venezolanos y declararó a Venezuela como una "amenaza" a la seguridad de EE.UU. ¿Por qué cree que esta orden fue la decisión correcta para enfrentarse a la situación de Venezuela?
Quiero hablar claro. Nuestro interés principal y duradero es en una Venezuela que sea próspera, estable, democrática y segura. Queremos que el pueblo venezolano triunfe y prospere. Estados Unidos es el socio comercial más grande de Venezuela. Tenemos conexiones muy profundas y duraderas entre familias y nuestros ciudadanos. Creo firmemente en el compromiso diplomático.
Durante muchos meses los vecinos de Venezuela buscaron promover un diálogo interno y una solución política a las divisiones que fragmentan a la sociedad venezolana, esperando prevenir que la situación de Venezuela afecte negativamente a otros en la región. Hemos apoyado de forma constante ese tipo de diálogo y seguimos viéndolo como el mejor camino para Venezuela. Eso no significa que nosotros, ni cualquier otro miembro de la comunidad interamericana, deba mantener silencio sobre nuestras preocupaciones por la situación de Venezuela. No creemos que Venezuela sea una amenaza a los Estados Unidos y Estados Unidos no es una amenaza al gobierno de Venezuela. Pero seguimos muy preocupados por cómo el gobierno venezolano sigue esforzándose por intimidar a sus adversarios políticos. Por eso las sanciones que impusimos iban dirigidas a disuadir la violación de derechos humanos y la corrupción.
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