Binominal: gobierno interviene para revertir votos disidentes
Ayer, ministros Elizalde y Gómez desplegaron gestiones en Valparaíso con parlamentarios del PS y el PR. Algunos socialistas advirtieron que votarán en contra si no se soluciona el tema de los subpactos.
Una maratón de conversaciones sostuvieron ayer en el Congreso varios ministros, para tratar de alinear a diputados oficialistas en torno a la reforma electoral, que comenzará a ser votada hoy en la sala de la Cámara.
En las gestiones participaron el vocero de Gobierno, Alvaro Elizalde (PS); la ministra secretaria general de la Presidencia, Ximena Rincón (DC); el ministro de Justicia, José Antonio Gómez (PR), y la titular del Sernam, Claudia Pascual (PC).
La apuesta de los ministros era informar de los últimos ajustes de la reforma e intentar amarrar votos de diputados oficialistas que han manifestado su disidencia a la fórmula que propone el Ejecutivo.
Los principales críticos se concentraban en la bancada socialista, donde había al menos tres diputados declarados en rebeldía: Fidel Espinoza, Christian Urízar y Jenny Alvarez.
Para tratar de aquietar los ánimos, Elizalde almorzó con los diputados de su partido, cita en que -dicen fuentes socialistas- el ministro dijo que ese partido no podía fallar en esta reforma emblemática. Esto, por su condición de ser la casa matriz de la Presidenta Michelle Bachelet. Sin embargo, según asistentes, Espinoza y Urízar, quienes critican la fusión de distritos, ratificaron sus objeciones al proyecto y expresaron su queja por el problema de financiamiento que causaría al Congreso. Ambos diputados hicieron ver, además, su reclamo por la decisión del gobierno de eliminar los subpactos, por exigencia de la DC (ver nota secundaria).
Tras el encuentro, el ministro se reunió nuevamente con Espinoza, Alvarez y Urízar, en la oficina de este último. Los parlamentarios le advirtieron que quedaban en "libertad para votar en contra" de la reforma, si es que el gobierno no solucionaba el tema de los subpactos con la DC. "El ministro Elizalde nos contestará mañana (hoy) si hay o no acuerdo con la DC. Ahí analizaremos cómo votamos. No le dejamos claro si vamos a aprobar en general el proyecto", dijo Urízar a La Tercera.
Pese a ello, el diputado PS Leonardo Soto, uno de los mediadores, aventuró que los socialistas apoyarán la reforma. "A pesar de lo que se diga en la previa, los votos van a estar", expresó.
Entre los radicales también había otros tres disidentes con el proyecto -José Pérez, Marcela Hernando y Alberto Robles-, pero tras un almuerzo en el que participaron el ministro Gómez, el subsecretario Rodolfo Baier y el presidente del PR, Ernesto Velasco, la bancada radical acordó votar a favor. "La reforma la vamos a apoyar. Las dudas ya son mínimas", dijo Hernando, quien había expresado reparos por el aumento de senadores en la Región Metropolitana.
Independientemente de los eventuales descolgados, RN ya tomó una decisión de bancada de aprobar la idea de legislar, pese a tener reparos al contenido del proyecto. Esos votos, más los de Amplitud y los independientes, le daban un margen de tranquilidad al Ejecutivo para poder "sacar" la reforma.
El problema, sin embargo, podría generarse en la discusión en particular, donde el articulado debe ser votado punto por punto. En ese sentido, existe riesgo de que la reforma salga "mutilada" de la Cámara, lo que obligará a corregir artículos en el Senado.
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