Chile estará entre los 20 países con más población obesa del mundo

Para el año 2025, un tercio de la población mundial sufrirá de sobrepeso y obesidad, según un informe de la Federación Mundial de la Obesidad (WOF, por sus siglas en inglés) dado a conocer ayer. El documento señala que en ocho años más, 2.400 millones de adultos tendrán sobrepeso y 800 millones serán obesos; de estos últimos, un buen porcentaje requerirá atención médica, para los cuales se necesitarán 1,2 billones de dólares si no se toman medidas para combatir esta epidemia.

Chile no es la excepción. De acuerdo a este reporte, entregado como parte del Día Mundial de la Obesidad que se conmemora hoy, de continuar con la tendencia, el país pasará de tener el 28,9% de la población adulta con obesidad en 2014 a 34,6% en 2025. En cifras totales, el informe señala que de no tomar medidas urgentes, en ocho años más 5.172.000 de los adultos chilenos serán obesos y otros 5.371.000 tendrán sobrepeso.

En términos de costo, menciona que solo ese año se gastarán 5.580 millones de dólares, acumulando un total de 40.520 millones de dólares en los próximos ocho años.

Según el informe, todos los países aumentarán la prevalencia de obesidad y, con ello, también los costos en salud por las enfermedades asociadas. EE.UU., por ejemplo, del 34% de población adulta obesa que tenía en 2014 pasará al 41%, mientras que en Reino Unido los obesos variarían del 27% al 34%.

Ian Caterson, presidente de la federación, dijo al diario The Guardian que "los costos médicos anuales de tratar las consecuencias de la obesidad, como la diabetes y las enfermedades del corazón, son verdaderamente alarmantes", razón por la que los gobiernos deben actuar ahora para reducir esa carga en sus economías nacionales. Para este informe, aclara el también profesor de Nutrición Humana en la U. de Sydney, se consideró como parte de los gastos de enfermedades asociadas no solo al cáncer, diabetes y enfermedades cardiovasculares, sino que también se incluyó el daño a las articulaciones que pueden terminar en reemplazo de cadera y rodilla, además del dolor lumbar, lo que explica las cifras tan altas.

Ada Cuevas, nutrióloga de Clínica Las Condes y fellowship de la WOF, dice que hoy se sabe que la obesidad, como enfermedad crónica, impacta en distintas áreas de la salud. "Además, de la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, hay patologías osteo- articulares, más riesgos de tipo de cáncer como de mama en las mujeres, problemas de ausentismo laboral, problemas psicológicos y varias otras condiciones más", señala.

El encargado de la División de Políticas Públicas Saludables y Promoción del Ministerio de Salud, Tito Pizarro, explica que estas cifras se proyectaron tomando los datos de 2014 y sin considerar las últimas acciones que se han adoptado. "Si no hiciéramos nada, claramente las cifras seguirían subiendo. No hemos llegado aún al tope", dice.

Sin embargo, cree que para 2025 Chile no llegará a la cifra proyectada por la Federación Mundial, sino que será más baja. Pese a que no son exactamente los mismos fenómenos, Pizarro plantea que lo más probables es que ocurra una disminución de los niveles de obesidad, porque se están tomando medidas para modificar los entornos de las personas, herramienta similar a la que se realizó para combatir el tabaquismo y que hoy, 10 años después, está dando resultados. "Si cambian los entornos alimentarios, uno debiera esperar que empezaran a disminuir las cifras de obesidad. Después de la implementación de los ambientes libres de humo, el impuesto al tabaco, los infartos han disminuido. Esperamos que algo similar ocurra en los próximos años luego de la ley de etiquetado, quioscos saludables, impuesto a las bebidas azucaradas y mayor disponibilidad de alimentos saludables", señala.

Otro informe dado a conocer ayer por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), muestra que hoy el 30% de la población adulta en Chile sufre de obesidad, una de las tasas más altas de la región; por género, las mujeres llevan la delantera, con una prevalencia del 32,8% de la población, mientras que los hombres llegan al 24,8% de los adultos.