Cristian Cuevas se llevó todos los retos en Chile por la expulsión ante Egipto

La molestia de Mario Salas nace porque el zurdo ya fue advertido, y las tarjetas rojas, en Mendoza, complicaron el paso al Mundial. El DT reveló que podría perder el puesto.




por Ramiro Fuenzalida, enviado especial a Antalya

Cuando Cristián Cuevas recibió la tarjeta roja, Mario Salas se tomó la cabeza y manoteó al aire.

El "Cimby" también se tomaba la cabeza buscando una explicación por lo que creyó un castigo exagerado. Sin embargo, su técnico ya se lo había advertido. "Fue una expulsión fuera de contexto. Conversamos el tema con Cristián y no sé qué más hay que hablar, no hay nada más que decir", expuso Salas. En el camarín, el DT le recriminó haber hecho lo contrario a lo conversado en cuanto a evitar expulsiones y lo retó por haber arriesgado un triunfo conseguido con sacrificio.

"Lo retaron (Salas), porque la expulsión era evitable y porque recargó el trabajo del grupo, poniendo en riesgo la victoria"
, contaron en el camarín. A la salida, el adiestrador chileno fue claro: "Con este tipo de situaciones, Cuevas puede perder el puesto".

Para el partido con Inglaterra, Mario Larenas asoma como la principal carta para relevar a Cuevas.

Igualmente, los otros jugadores conversaron también con Cuevas. "Vista desde afuera, sin duda, él (Cuevas) no vio la falta tan grave, pero lo expulsaron igual. Por eso, esto lo conversamos con él, pensando en los límites que hay que ponerse. Le hablamos, le dijimos las cosas para que aprenda de una vez", aseveró Bryan Rabello. "Cuevas quedó bajoneado, porque es un asunto que conversamos, debido a lo que vivimos en el Sudamericano. Fue una jugada muy rápida, donde quiso ganar el balón, pero fue pasado de revoluciones", añadió Andrés Robles.


Se repite la historia


En el Sudamericano de Mendoza, Cuevas sufrió una expulsión ante Colombia en la fase grupal e incrementó a siete las tarjetas rojas que recibieron los chilenos.

Aquella situación fue un problema insoluble para el staff de Salas, pues ya en el estreno ante Argentina, en ese certamen, la "Rojita" se quedó sin dos hombres vitales, como fueron César Fuentes y Manuel Bravo (fue excluido para el Mundial).

Las constantes expulsiones en aquel certamen perjudicaron la ruta a Turquía y, de hecho, Chile llegó a pelear la clasificación en la última fecha, ante Perú, con la ausencia de Claudio Baeza, que vio la roja en el segundo choque ante los "cafeteros". Además, en la cita fueron expulsados Igor Lichnovsky, Darío Melo y Bryan Rabello.

Durante el torneo mendocino y la previa del Mundial Juvenil, Salas trabajó la ansiedad y el temperamento de sus pupilos, pues los rivales, según él, intentarán desconcertarlos siempre. El estratega inculcó a los seleccionados el presionar de forma agresiva, pero con el cuidado necesario para no volver a sufrir con la diferencia numérica.

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