Cristina K regresa a escena y dice que no se dejará "extorsionar" por jueces
La mandataria argentina afirmó que "ningún carancho (ave carroñera) judicial la va a extorsionar", en referencia al allanamiento a su empresa hotelera.
La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, regresó ayer a la escena pública tras tres semanas de reposo por un problema de salud y aseguró que no se dejará "extorsionar" ni por especuladores ni por la Justicia, que tiene en la mira a una empresa de la que la mandataria es accionista.
"A esta presidenta ningún buitre financiero ni ningún carancho (ave carroñera) judicial la va a extorsionar", dijo Fernández al cerrar ayer la convención anual de la Cámara Argentina de la Construcción, donde se la vio de buen semblante.
Ésta fue la única referencia elíptica que hizo a la polémica desatada por la decisión de un juez de allanar el pasado jueves oficinas en Buenos Aires de la empresa hostelera Hotesur, de la que Fernández es accionista.
La decisión judicial ha desatado una andanada de críticas por parte del Gobierno al magistrado a cargo del caso, Claudio Bonadío, que investiga supuestas irregularidades administrativas en Hotesur.
"Acá estamos: retornando de mis vacaciones anuales", dijo la jefa de Estado, quien se río de sí misma al afirmar que en los últimos años se ha "tomado vacaciones" en diversas clínicas adonde tuvo que ser ingresada y hasta operada por diversas afecciones.
En esta oportunidad, la presidenta, de 61 años y que en diciembre de 2015 concluirá su segundo mandato, estuvo ingresada en una clínica de Buenos Aires y pasó otras dos en reposo en la residencia oficial por un cuadro infeccioso en el colon.
Para su regreso a la escena pública, Fernández eligió una tribuna de empresarios de la construcción ante los cuales destacó lo que a su juicio han sido los "logros" de su gestión, iniciada en 2007, como continuidad de los cuatro años y medio de Presidencia de su esposo, el fallecido Néstor Kirchner.
Entre otros puntos, defendió la "recuperación" de la petrolera YPF, ahora controlada por el Estado, mediante la expropiación de un 51 % de acciones de la firma Repsol y por la que Argentina pactó pagar a la española una indemnización de 5.000 millones de dólares en bonos públicos que Fernández llamó "papelitos".
"Digan si alguno de ustedes, que son importantes empresarios, pueden conseguir una empresa petrolera, que tiene entre sus activos el primer yacimiento de gas no convencional del mundo y el cuarto de petróleo en el mundo, y la pueden pagar por 5.000 millones de dólares entregando únicamente papelitos", dijo Fernández.
La mandataria defendió la "excelente negociación" con Repsol llevada adelante por el ministro de Economía, Axel Kicillof, quien, recordó, fue criticado por la oposición por haber acordado "pagar mucho" a la empresa española.
En otro pasaje de su discurso, se refirió al litigio con los fondos de inversión especulativos en tribunales de Estados Unidos por bonos en cese de pagos desde 2001 y que no ingresaron a las reestructuraciones de 2005 y 2010.
"Tenemos mucho interés en solucionar el tema externo (...). Es muy importante ponerse de acuerdo con todos. Queremos llegar a un acuerdo con el 100 % de nuestro acreedores en forma legal, legítima, equitativa y justa para todos, pero sin extorsiones y sin chantajes", afirmó Fernández.
Por otra parte, reveló que el Fisco argentino accedió a información de la filial suiza del banco HSBC, donde se descubrieron 4.040 cuentas de argentinos de las cuales solo 123 estaban declaradas.
"Muchas veces los dólares que faltan son los que no han salido con toda legalidad de Argentina", señaló la jefa de Estado, que insistió en criticar las operaciones en el mercado ilegal de divisas, que floreció en Argentina tras la imposiciones a finales de 2011 de restricciones en la plaza cambiaria formal.
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