El día a día del Kristel Köbrich Swim Team

Desde que se radicaron en Chile, la nadadora y su coach entrenan a jóvenes en el Estadio Nacional.




Kristel Köbrich celebró ayer su cumpleaños. Lo pasó con un moretón en el ojo derecho, gracias a un manotazo en una de las fechas de aguas abiertas que hizo en Canadá, y lejos de casa. O, mejor dicho, lejos de Santiago, en su casa en Córdoba hace 10 años, con el entrenador Daniel Garimaldi y la familia del argentino. Viajan harto: el miércoles estaban en Chile, hoy en Argentina y la próxima semana se van al Pan Pacific, en Australia.

El coach y la nadadora dieron vida a un club deportivo con el nombre de la deportista en Santiago. Es el Kristel Köbrich Swim Team, que más que honrar su nombre, busca aprovechar su figura para desarrollar la disciplina en Chile. Aunque cueste.

Porque hubo buena recepción entre los nadadores. Siete, la mayoría seleccionados en los Odesur, decidieron ponerse a sus órdenes. A otros estamentos, dice Garimaldi, no les cayó bien que la dupla se radicara en Santiago. "Si la presencia mía en Chile produce malestar en la gente, en los dirigentes, porque los nadadores van rápido, me parece absurdo", reclama el técnico. "Parte de mi trabajo, es que Daniel se sienta cómodo en Chile", complementa Köbrich. Todo, tras el segundo entrenamiento del miércoles, que duró de las 4 a las 6 de la tarde. El primero es a las 5 de la mañana, como en Córdoba. Así cada día.

La recordwoman nada como cualquiera de los demás, en uno de los tres carriles reservados en la piscina del Estadio Nacional. "Yo no doy instrucciones, no me meto, no tengo idea de eso. Más que nada, lo mío es traspasar la experiencia. Qué vean qué es estar en una selección, que sepan la suerte de poder trabajar con Daniel y en Chile", aclara.

Más habla la nadadora después de la práctica, en la charla o las duchas. "Espero que no me vean como una ídola lejana. Sé que me tienen mucho respeto, yo siempre les digo, pregúntenme lo que quieran, no soy perfecta, me equivoco, pero para eso estamos. Ellos ven cómo trabajo y yo los veo a ellos. Si veo que no cumplen una instrucción les digo 'chicos, ubíquense, ordénense', porque Daniel no es su papá. Trato de tomar el papel de compañera, quizás de mí escuchen distinto".

Garimaldi reza para que nadie vea lejana la figura de Köbrich: "Los chicos la ven como algo inalcanzable. Si no acortamos esa brecha, va a ser difícil que lleguen a lograr el ciento por ciento. Kristel hace demasiado bien todo y es difícil replicar eso, pero nosotros aspiramos a que ellos traten de acercarse lo más posible a ese ideal de entrenamiento".

La idea del Kristel Köbrich Swim Team es replicar el método usado en Córdoba ("y en todo el mundo", como dice Garimaldi) que llevó a la chilena al éxito.

Entonces, ¿es este el primer paso para que Köbrich se convierta en técnico, pensando en el retiro? El argentino no lo descarta, pero "hay dos o tres condiciones aparte del conocimiento, que uno tiene que tener, como la capacidad de líder, de conducción, de contención. Hay algunos aspectos que tendría que cambiar diametralmente. Hay que ser más paciente, más tolerante".

La propia nadadora lo descarta: "No tengo problema en ayudar a Daniel en lo que necesite, en lo que pueda, en lo que se me dé, pero como entrenadora no. Porque sé lo que significa, lo complicado que es. Prefiero estar al otro lado, acompañar, estar ahí. Más el lado bueno".

¿El número del cumpleaños?

El 29.

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