Emilio Rentería: "El racismo en Chile es de unos pocos"

En las maletas que trajo desde Venezuela, donde aprovechó para disfrutar del buen clima y de las playas caribeñas, Rentería incluyó fortaleza y convicción. Atrás quedaron aquellos insultos por su color de piel. Hoy solo piensa en adaptarse rápidamente a Ñublense e intentar el regreso a primera división.

¿Qué expectativas tiene en esta nueva etapa con Ñublense?

Llegué hace dos semanas y al día siguiente firmamos. A través de varios compañeros, sé que es un club importante, con un buen estadio y una gran afición. El objetivo es subir a primera división este año y espero ayudar a conseguirlo.

¿Cómo se toma su vuelta al fútbol chileno, tras todo lo ocurrido en su paso por San Marcos?

Ya llevo un año en Chile, conozco el país y el fútbol de aquí, el cual se presta para mis características de juego. En San Marcos no pude continuar por situaciones del equipo, pero estoy contento con Ñublense y espero adaptarme rápido a lo que pide el técnico (Fernando Díaz), a quien ya conozco de San Marcos, para estar listo para el arranque del torneo.

Cuando sufrió los insultos racistas, dudó en continuar jugando en Chile, ¿qué le hizo regresar?

El racismo no es algo frecuente en Chile. Esto que me pasó me hizo más fuerte y si me volviera a ocurrir no me afectaría mucho. Ya estoy bien, tengo más experiencia y con el apoyo de mi familia estoy fortalecido. Obviamente, cuando te pasa la primera vez es bastante fuerte, pero ya quedó en el pasado.

¿Qué rescata de esa etapa?

Me quedo con el apoyo de la afición chilena, estoy agradecido con ellos. En mi país también me respaldaron. Así que si me vuelve a pasar no me afectará.

Habla bien de la afición chilena en general, pero los gritos contra su color existieron.

En el siglo XXI es increíble que esto pueda pasar. Si todas las personas somos iguales, vamos a los mismos sitios, cómo es posible que unas pocas personas te menosprecien por el color de piel. Yo por suerte lo superé, pero les digo a ellos que todos somos seres humanos en esta tierra y así deberíamos tratarnos.

¿Fue difícil tomar la decisión de regresar?

Chile es un gran país, que ha avanzado mucho en su gente, en su cultura, y en el que el racismo no se ve en la calle. Son pequeños incidentes que ocurren en algunos estadios, como los que me pasaron a mí, pero son una minoría que no entienden de valores. La mayoría no se comporta así. Lo vimos en la Copa América, en la que muchos negros jugaron y se mostró sin problema la diversidad de la región.

De todos los mensajes de respaldo que recibió, ¿cuáles recuerda con especial cariño?

Mucha gente me apoyó. Fueron muchas llamadas, mensajes por Instagram y Facebook. Recuerdo en especial el de una niña y su padre, que en el estadio de Colo Colo se pintaron de negro. Me quedó grabado que una niña de solo tres años me mandara tanto cariño. Aún conservo esa foto en mi teléfono como un gran recuerdo.

Y de sus colegas, ¿hubo muestras de apoyo que le hayan conmovido?

También recibí apoyo de futbolistas importantes como Iván Zamorano, también Chamagol, compañeros de aquí, de España, donde jugué con el Levante. Me sentí muy apoyado.

Y, ahora, de Arica al Bío-Bío.

Como venezolano, estoy acostumbrado al calor, pero también jugué varios años en el Columbus Crew de Estados Unidos, donde hace más frío que en Chile. Ya empecé a entrenar con Ñublense y espero responder en la cancha a la confianza que han tenido en mí.