Escalona planea su regreso a la presidencia del PS

"Yo sé, muchos de ustedes me lo han dicho, pensaban que yo podría ser convocado al gabinete. Pero no se inquieten. No se preocupen. Tengo la capacidad de seguir actuando". Así fue el cierre del discurso pronunciado por el senador Camilo Escalona, en la cena de homenaje que le brindó el PS el 24 de enero pasado, en el estadio del BancoEstado, en El Llano, San Miguel.

Las palabras fueron pronunciadas ante un selecto grupo de dirigentes concertacionistas: las directivas en pleno de su partido y la DC, además del ex presidente Eduardo Frei, y los dirigentes socialistas que ese mismo días habían sido designados ministros por Michelle Bachelet.

Más allá de la convocatoria, los dichos del senador sembraron la idea de que tras abandonar la Cámara Alta en marzo próximo, consideraba seriamente su regreso a la primera línea partidaria, es decir, la presidencia de la colectividad.

El tema se ha instalado con fuerza abriendo un marcado debate al interior de la corriente interna "Nueva Izquierda", domicilio que Escalona comparte con el actual jefe del PS, Osvaldo Andrade, y al que perteneció en el pasado, la propia presidenta electa.

Tanto en la tendencia mayoritaria del PS, como en otras sensibilidades de la colectividad han advertido el silencioso crecimiento de la influencia interna de Escalona en decisiones clave, luego que él mismo optara por mantener distancia de la primera línea tras la derrota de la Concertación en 2009.

La primera señal fue el mayoritario respaldo del comité central del partido a la propuesta que el propio senador por Puerto Montt presentó en enero pasado y que buscaba postergar los comicios internos para marzo de 2015.

La decisión incluyó la postergación del congreso del partido, el que se realizará una vez definida la próxima mesa directiva.

Este último detalle cerró las puertas a una eventual repostulación de Andrade, quien si bien se mantendrá como jefe del partido durante 2014, no podrá echar mano a una modificación de los estatutos para consolidarse en el mando, tal como se planteaba en una fórmula que promovían varios dirigentes socialistas.

Para muchos, la jugada de Escalona escondía el claro propósito de incluir entre sus planes futuros el camino despejado hacia la dirección del partido, ante la incertidumbre, en ese minuto, de una eventual integración al gobierno o una destinación en el exterior.

Otro detalle que no ha pasado desapercibido es el nivel de influencia de Escalona en las designaciones del gabinete de Michelle Bachelet. Varios de sus más estrechos colaboradores capitalizaron puestos clave en el próximo gobierno.

Al ya conocido rol e influyente rol de Alberto Arenas, quien será ministro de Hacienda, se sumó en los últimos días el próximo subsecretario de Interior, Mahmud Aleuy, uno de sus más cercanos en el partido. La nómina incluye incluso a Jaime Romero, su asesor legislativo y ex jefe de gabinete cuando fue presidente del Senado, quien será subsecretario de Vivienda. Con todo, en la "Nueva Izquierda" aseguran que el plan de regreso de Escalona está en marcha y ha sido parte de conversaciones informales de los últimos días.

"El segundo semestre de este año las  fuerzas internas estarán reacomodándose para enfrentar la elección de marzo de 2015 (...) y en ese contexto Camilo Escalona no descarta ser candidato a la presidencia del Partido Socialista. Mucha gente así lo quiere y sin duda contaría con todo nuestro apoyo", dijo ayer el diputado Juan Luis Castro, uno que pertenece a su círculo de confianza en la bancada socialista.