Estudio explica gusto de las mujeres por salir de compras

<p>Científico de la Universidad de Michigan dice que la respuesta está en las habilidades y conductas más primitivas.</p>




Mientras ellas pueden pasar días enteros  en un mall encontrando siempre algo nuevo, ellos, en su mayoría, no soportan perder mucho tiempo comprando y optan por lo más conveniente. Para el docente investigador en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan Daniel Kruger, esta discrepancia es natural.

Desde una perspectiva evolucionista, todo se remonta a las habilidades y destrezas que antiguamente tenían las mujeres para la recolección de plantas alimenticias, muy distintas a las que los hombres usaban para cazar.

Para el siquiatra de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile Enrique Jadresic, "tempranamente en la evolución del ser humano se produjo, por selección natural, una diferenciación de roles en relación con la obtención de la comida. Las diferentes conductas actuales entre hombres y mujeres al momento de comprar se explican bien desde esta perspectiva".

En la misma línea, el sicoterapeuta Marco Antonio Campos afirma que "gran parte del comportamiento diferente de hombres y mujeres tiene que ver con las conductas evolutivas, con las tareas que les ha tocado realizar a cada uno de los géneros".

A Kruger la inquietud le surgió después de un invierno en Europa. Luego de explorar pequeños pueblos cerca de Praga, las mujeres sólo querían salir a comprar, algo que los hombres no podían entender. Para Kruger la respuesta era clara: la actitud recolectora del sexo femenino.

Para la recolección, ellas vuelven a los mismos lugares que proveyeron antes una cosecha exitosa. Mientras realizan la recolección, deben atender al color, textura y aroma para asegurar la buena calidad de la comida. Además, deben saber cuándo un área agotada se regenerará y volverá a rendir una nueva cosecha.

En la modernidad, las mujeres saben perfectamente cuándo un tipo de artículo saldrá a la venta y pasan mucho tiempo eligiendo la tela, el color, la textura y la talla perfecta.

Los hombres, en cambio, tienen en mente un artículo específico y van a la tienda, lo consiguen y se van. Esto es porque para los cazadores es muy importante traer la carne a la casa tan pronto como sea posible. El vitrineo está fuera de sus intereses y necesidades.

EL ROL SOCIAL
Sin embargo, Jadresic matiza esta conclusión explicando que se trata de conductas promedios y no de casos individuales, y que no se puede desconocer el aporte de la socialización en nuestra forma de ser. "Puede haber hombres más traperos, por ejemplo, que las mujeres", explica y añade que "no se puede desconocer que hay aspectos del comportamiento de los géneros que están influidos por la cultura y por las actitudes y las expectativas sociales". Si las madres eligen a sus hijas para salir a comprarse ropa, "es obvio que eso también es relevante para las conductas de consumo que uno asuma en el futuro".

Campos comparte esta visión y señala que "hay una tendencia que facilita ciertas conductas en hombres y mujeres, pero siempre hay algunos factores de aprendizaje que están implicados".

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