Estudio sugiere que hombres también tomen ácido fólico antes de planificar embarazo

El consumo de ácido fólico es una práctica habitual de las mujeres que buscan un embarazo y que se mantiene durante los nueve meses de gestación. Su utilidad es principalmente evitar la malformación del feto en el tubo neural como la espina bífida. Sin embargo, un estudio del Centro de Investigación sobre Anomalías Congénitas (Ciac), del Instituto de Salud Carlos III, en España, establece que si los hombres también toman ese suplemento, el riesgo de anomalías disminuye.

El estudio indica que los espermatozoides también pueden presentar problemas que deriven en malformaciones. María Luisa Martínez-Frías, directora del Ciac, y autora del artículo, explicó al diario El Mundo que "si queremos tener un hijo sano, debemos prepararnos igual que lo hacemos para otras cosas. Pero no sólo la mujer, porque la biología del niño depende en un 50% del hombre".

El trabajo, publicado en el Journal of Medical Genetics, establece que  tanto el hombre como la mujer deben tomar 0,4 mg de ácido fólico diarios, junto con seguir una alimentación sana y equilibrada, no fumar, no ingerir bebidas alcohólicas y no tomar medicamentos sin consultar con el médico, para evitar complicaciones en la formación del bebé.

Al igual que la mujer, "el hombre ha de seguir estas indicaciones, ya que cualquier producto tóxico o químico puede pasar al líquido seminal, pudiendo contaminar a la mujer y afectar en último lugar a la salud del bebé", indica Martínez-Frías.

Dentro de las actuales recomendaciones a los futuros padres no se encuentra el que los hombres consuman ácido fólico. Ricardo Pommer, ginecólogo obstetra experto en fertilidad de Clínica Las Nieves, explica que para que esto ocurra es necesario establecer cuál es el mecanismo por el cual el ácido fólico actúa sobre el espermio y cómo se expresa en el embrión. "Como la mujer forma el embrión, el ácido fólico tiene un rol predominante en la estructura del neuroeje o desarrollo del sistema nervioso central, y se sabe que un déficit se relaciona, por ejemplo, con mayor riesgo de espina bífida".

Para que actúe en los espermatozoides, dice Pommer, se tendría que presentar algún trastorno en el genoma del espermio, "demostrar que los espermios hechos en un ambiente con poco ácido fólico puedan crear un embrión dañado".