Fuga del oro para los bancos centrales que compraron más que nunca desde 1964

En 2012 los bancos centrales adquirieron oro justo antes de que la caída de los precios en un mercado bajista pusiera de relieve el debilitamiento de la confianza en la reserva de valor.




Los bancos centrales el año pasado compraron más oro que nunca desde 1964 justo antes de que la caída de los precios en un mercado bajista pusiera de relieve el debilitamiento de la confianza en la reserva de valor más tradicional del mundo.

Países como Colombia, Grecia y Sudáfrica compraron oro cuando los precios subieron por onceavo año en 2011, mostrando la inversión de una racha vendedora de tres décadas que redujo las mayores reservas de lingotes del mundo en un 19 por ciento. El Consejo Mundial del Oro dice que aquellos agregaron 534,6 toneladas a las reservas en 2012, más que nunca en casi medio siglo, y prevé compras de 450 a 550 toneladas este año, valuadas actualmente en US$25.300 millones.

Los bancos centrales son los principales perjudicados, ya que perdieron unos US$560.000 millones de su valor desde que el oro llegó a un récord de US$1.921,15 la onza en septiembre de 2011. El metal estaba ya en el octavo año de su mercado alcista más largo desde el fin de la I Guerra Mundial, cuando las reservas comenzaron a crecer nuevamente en 2008.

También estaban comprando en 1980, cuando el lingote llegó a un pico equivalente a US$2.400 en dinero de hoy, y vendiendo en 1999 cuando los precios cayeron al nivel más bajo en veinte años.

"Venden en el momento equivocado y compran en el momento equivocado", dijo Walter "Bucky" Hellwig, que colabora en la administración de US$17.000 millones de activos en BB&T Wealth Management de Birmingham, Alabama. "No son operadores. Lo ven como una cartera a largo plazo, como una reserva de moneda. En retrospectiva, suelen equivocarse más de lo que aciertan".

Caída anual


El oro bajó 14%, a US$1.446,47, este año e ingresó en un mercado bajista el 12 de abril. Al terminar el siguiente día de operaciones, los precios habían bajado 14%, la mayor caída de dos días en tres décadas. Si el metal no sube para fin de año, este sería el primer descenso anual desde 2000. Goldman Sachs pronostica US$1.390 en doce meses.

El momento de la fuga es sorprendente porque los problemas que explicaban el mercado alcista de los últimos años siguen sin resolverse. Los bancos centrales están emitiendo moneda a una escala sin precedentes en tanto buscan estimular el crecimiento, la crisis de deuda de Europa se extiende y el Fondo Monetario Internacional está entre aquellos que se han vuelto más pesimistas respecto de las perspectivas económicas mundiales.

Sin embargo, los inversores ahora rehuyen un activo tradicionalmente considerado una cobertura contra las devaluaciones monetarias y la agitación fiscal.

Los bancos centrales poseían 31.671 toneladas a fines de 2012, alrededor del 19% de todo el metal extraído en la historia, calcula el Consejo Mundial del Oro con sede en Londres. Aquellos acumularon esas reservas a lo largo de décadas, en tanto un 16% se agregó en los diez años que terminaron en 1965, cuando los precios estaban fijos en US$35, o unos US$258 de hoy una vez realizado el ajuste por la inflación estadounidense. El presidente Richard Nixon formalmente puso fin a la convertibilidad de los dólares al oro en 1971.

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