Howlers, el grupo chileno que audicionará en Nueva York para el primer sello de U2

No tienen un disco en la calle y aún no completan un año tocando en vivo. Lo que sí tienen son unas cuantas canciones cantadas en inglés, un cuidado look retro y la fantasía de que su nombre suene en el mercado del rock anglo. Con más ganas que historia, los cuatro integrantes de Howlers acaban de asegurar una oportunidad que vale por varios años de recorrido en la escena local: acaban de ser seleccionados para la final de un concurso mundial que organiza Island Records, el sello que en 1980 firmó a los entonces desconocidos U2 para editar su debut, titulado Boy. 

Tras ser postulados por iniciativa del sitio musical chileno www.potq.cl, el grupo pasó el primer gran colador que los dejó entre 12 seleccionados de más de 200 bandas de todo el mundo. Y ahora fueron notificados de que pasaron a la gran final, para competir con otras tres bandas por un contrato con la compañía que ha editado todo el catálogo de U2 (excepto su último disco) y actual casa discográfica de artistas como Lionel Richie, The Killers, Bon Jovi y Mariah Carey.   

"Es como para no crerlo, estamos en shock, es una posibilidad de hacer realidad el sueño de cualquier banda de rock", dice Tomás Nazal (22) guitarrista y cantante de la agrupación, que completa César Serra (23) en guitarra y voces, Matías Sierra (23) en bajo y  Salvador Burrel (24) en batería. 

Free the Noise, una búsqueda global por la próxima gran banda, es el nombre del concurso patrocinado por la revista Spin y que tendrá a Howlers compitiendo contra The Fast Romantics (Canadá), Reckless Son (Estados Unidos) y Scrambled Eggs (Líbano)  en una audición programada para el 15 de septiembre en EE.UU. 

La condición de finalista significa pasajes y estadía gratis en Nueva York para que el grupo chileno participe de la jornada definitoria, que tendrá lugar en la tienda que el diseñador John Varvatos montó en el mismo local donde funcionaba el mítico club CBGB, donde despegaron leyendas como The Ramones.  

Además del contrato con Island Record, el premio incluye una sesión de fotos hecha por Varvatos, que será parte del jurado el día de la final. "No hemos dormido nada, ensayamos ocho horas diarias y hemos tomado mucho para calmar la ansiedad", cuenta Nazal antes de partir.