Insomnio del lactante: un trastorno cada vez más común
Según señala la neuróloga infantil, Karina Rosso de la Clínica Somno Medicina del Sueño, el 30% de los menores de dos años padece de esta alteración. Aquí algunos tips para superarlo.
En la vida de muchos chilenos, la pantalla del celular, el computador o el televisor es lo último que ven antes de dormir. Un hábito que tiene consecuencias en la calidad del sueño en todas las edades.
El insomnio es una enfermedad mucho más frecuente de lo que suponemos. De hecho, en su etapa pediátrica es una de las principales consultas en centros especializados.
Según señala la neuróloga infantil, Karina Rosso, de la Clínica Somno Medicina del Sueño, el insomnio del lactante se produce en un 30% de los niños menores de 2 años, "siendo la gran mayoría producto de malos hábitos de sueño".
La especialista define la enfermedad como la dificultad para iniciar o mantener el sueño o despertar temprano con incapacidad de volver a dormir.
Para ello, recomienda mantener un lugar estable para dormir, considerar un horario fijo para el proceso de sueño, crear una rutina estereotipada previa a dormir y disminuir estímulos sonoros y/o visuales.
Además, la doctora señala que la etapa más importante para adquirir hábitos de sueño se produce durante los primeros años de vida.
En este contexto, respecto a los pacientes pediátricos recomienda que los niños concilien el sueño en su cama, no en brazos ni en el coche, etc.
"El dormitorio en los niños debe ser acogedor, con ropa de cama adecuada, evitar el sobre abrigo, adecuar las condiciones según cada niño, por ejemplo, en caso de miedo a la oscuridad, se puede implementar una luz muy tenue para producirle un ambiente seguro", agrega.
Insomnio en la adolescencia
La especialista añade que otro problema frecuente de insomnio se produce en los adolescentes. En este contexto, señala que este tipo de paciente "tiene tendencia a dormirse tarde, tienen horarios de sueño irregulares, usan sustancias estimulantes como la cafeína, y sobretodo, están expuestos a exceso de dispositivos electrónicos, es más, la gran mayoría concilia el sueño frente a pantallas".
Todos estos malos hábitos derivan en la reducción del tiempo de sueño, trayendo consecuencias como la somnolencia diurna, cambios de humor, mal rendimiento escolar, entre otras, como afirma la doctora.
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