Jesús Luz se negó a hablar de Madonna e hizo bailar a actrices




Le dijeron "Madonna" y al pololo de 30 años menor que la diva le cambió la cara, dejó de posar y se alejó de los fotógrafos. Y las únicas dos palabras que pronunció el maniquí brasileño Jesús Luz en la terraza del mall Alto Las Condes, donde un grupo de farándula ABC1 lo esperaba, fueron "increíble" y "I love you". Y eso sería. Luego, llegó hasta el espacio con telas blancas, arreglos de flores tropicales, bar de vodka y champaña abierto y tornamesas, donde se realizó la fiesta de la ropa Colcci que el discjockey animó con su música. Y pasada la medianoche la actriz Mariana Loyola, con su vestido a lo Marilyn Monroe de la multitienda La Polar, saltaba en los bordes de una pileta y gritaba "¡Sácate los lentes para verte los ojos!". La figura social Paula Edwards, junto a la muy rubia Javiera Acevedo, seguían el ritmo techno que el veinteañero programaba en la mesa situada bajo una pantalla gigante, en la que se proyectaba su figura forrada en jeans y una polera blanca con un corazón rojo. Luz se movía lento, rodeado por cuatro guardias de negro. Levantaba los brazos. Se acercaba a animar a las modelos y figuras de teleseries que lo aplaudían en primera fila. Y tocó una sesión de ritmos electrónicos de mediana rapidez, con coros que repetían "I miss you" o "Come Come Together". Aunque la mitad de los invitados preferían conversar un vodka naranja, en vez de bailar.

Tuvo aires de divo. El carioca no sólo llegó con más de dos horas de atraso a la presentación por la que le pagaron más de US$ 10 mil, sino que además no hizo declaraciones y faltó al cóctel de inauguración al que lo esperaban. Y a las 11 y media de la noche en el Alto Las Condes un centenar de paparazzis criollos no daban más de cansados, y los invitados ya habían entrado hace rato por la alfombra roja para la fiesta.

Con un tapadito de leopardo que ya ha repetido en diversos eventos, entraba la actriz Javiera Díaz de Valdés. "¡No confío en las rubias!", le advertía a una admiradora Juan Cristóbal Foxley, el "dandy chileno" con sobredosis de bronceado, muchos kilos menos y con el diario en la mano.

Catalina Pulido apareció con un vestidito ultra corto y floreado y con cintillo y, junto a su pololo menor, al estilo Madonna. Y aseguraba que "no tiene nada de malo" la diferencia de edad entre parejas. El corte Guerra del Pacífico se imponía entre las chaquetas con el dueño de restaurantes Gino Falcone, con un diseño con botones gigantes y plateados y hasta jinetas.

Y finalmente comenzó el festejo de la última conquista de la intérprete de "Like a Virgin" que había arribado a las once y treinta de la mañana y que se pasó el día en su habitación del hotel W. Antes del show dio vueltas y vueltas en el Mercedes Benz que lo condujo por Santiago.

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