JJOO de Sochi se transforman en nuevo escenario de pugna Rusia-EEUU
Barack Obama anunció que no asistirá al evento deportivo en febrero de 2014 y enviará una delegación de bajo nivel político. Según diversos medios, la medida estaría relacionada con el trato que recibe la comunidad gay en Rusia.
En 1980 Moscú era la capital de la Unión Soviética y la ciudad había sido elegida como sede para los Juegos Olímpicos. Eran los tiempos de la Guerra Fría y al otro lado del mundo, el entonces Presidente Jimmy Carter decidió boicotear el evento deportivo en protesta por la invasión soviética a Afganistán. A esta iniciativa se sumaron varios países, entre los que estuvo Chile. Cuatro años más tarde, la ciudad estadounidense de Los Angeles organizó los JJ.OO. y esta vez fue la URSS la que se restó de los Juegos, al igual que casi todo el bloque comunista de Europa del Este. En 1988, en Seúl se abstuvieron de participar Corea del Norte, Cuba y Nicaragua. Esos fueron los últimos JJ.OO. de la Guerra Fría.
Pese al fin de aquel largo conflicto, los próximos Juegos Olímpicos de Invierno, que tendrán lugar entre el 7 y el 23 de febrero en la ciudad rusa de Sochi, se están dando en un ambiente de pugnas en la relación entre Rusia y algunos países de Occidente, especialmente Estados Unidos. El Presidente Barack Obama, su par francés Francois Hollande y el Presidente alemán, Joachim Gauck, anunciaron que no asistirán a la cita deportiva. En sus comunicados oficiales todos citaron problemas de "agenda", pero muchos medios vinculan el hecho a que diversas organizaciones que defienden los derechos de los gays habían llamado a boicotear los JJ.OO. en protesta por la aprobación de una ley rusa que prohibe la "propaganda homosexual".
Aunque el Presidente ruso, Vladimir Putin, pretendía que la cita en Sochi no se politizara, no pudo evitarlo. Pese a que Obama no se refirió explícitamente a los motivos de su ausencia, sí envió una fuerte señal de molestia con respecto a la posición rusa en relación a los gays. Así, esta semana, la Casa Blanca anunció que la leyenda del tenis Billie Jean King integrará la delegación de EE.UU. que viajará a los Juegos Olímpicos invernales en Sochi. King, de 70 años, será una de las dos personas abiertamente gays que conformarán la delegación. La otra será la medallista en hockey sobre hielo Caitlin Cahow. Al nombrar a King -quien ha hecho críticas abiertas a la postura rusa sobre los homosexuales- el gobierno de EE.UU. dijo que la delegación representa la "diversidad" del país.
Además, la delegación norteamericana tendrá un bajo nivel político. Así, esta es la primera vez desde 2000 que EE.UU. no enviará a unos JJ.OO. a un presidente, ex mandatario, primera dama o vicepresidente. La delegación estará liderada por el "número dos" del Departamento de Estado, el subsecretario William Burns.
Putin y Obama han mantenido este año sendas fricciones por el conflicto en Siria y el asilo al ex contratista de la NSA Edward Snowden. Incluso, estas tensiones hicieron que Obama cancelara una reunión bilateral en septiembre. A su vez, en su momento, Putin criticó con dureza en una carta en The New York Times el rol de Obama en Siria. Y luego su gestión permitió que Damasco accediera a desmantelar su arsenal químico, evitando así una intervención militar internacional.
Según la agencia The Associated Press, "a comienzos de año, Obama rechazó la idea de que Estados Unidos pudiera boicotear los Juegos, pese a las numerosas diferencias con Rusia, incluida la ley antigay". Pero optó por no ir.
De acuerdo con lo expresado a La Tercera por el analista político estadounidense, John Allen Williams, "los líderes de Occidente le están enviando una señal a Putin, tal como lo intentó hacer Jimmy Carter en 1980 después de que Rusia invadió Afganistán". Este experto sostiene que no deja de ser irónico que hoy el país que está en Afganistán no es otro que Estados Unidos.
En medio de este clima, el Parlamento ruso aprobó ayer un proyecto de amnistía que abarca a los 30 tripulantes de un barco de Greenpeace detenidos después de una protesta en el Artico, aunque no estaba en claro si se les permitirá salir del país.
La amnistía, que según AP también beneficiaría a dos integrantes de la banda punk Pussy Riot, ha sido considerada como un intento del Kremlin por apaciguar las críticas sobre la situación de los derechos humanos en Rusia, en anticipo a los JJ.OO. en Sochi.
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