La fallida contención de daños de Trump

El Presidente Donald Trump vive el momento más sombrío y desalentador de su corta administración y para muchos él es altamente responsable del actual caos en la Casa Blanca, producto de un manejo torpe, impulsivo y contraproducente, sin que se haya realizado un apropiado control de daños. Y la gota que rebalsó el vaso llegó la tarde del miércoles, cuando el Departamento de Justicia informó que había designado a Robert Mueller, ex director del FBI y antecesor de James Comey, como investigador (o consejero) especial para que investigara la supuesta injerencia rusa en las elecciones de noviembre pasado.

La noticia no le cayó nada de bien a Trump, que según CNN se frustró mucho con el nombramiento. "¡Esta es la mayor caza de brujas individual de un político en la historia estadounidense!", escribió en la mañana en Twitter. "Con todos los actos ilegales que ocurrieron en la campaña de (Hillary) Clinton y la administración Obama, ellos nunca tuvieron un consejero especial designado", añadió. Y después continuó con sus declaraciones. "No hay colusión entre, ciertamente yo y mi campaña y los rusos, cero, pero yo sólo puedo hablar de mí mismo", dijo.

Y en la tarde, lanzó incluso dardos contra Mueller: "Creo que (su nombramiento) daña a nuestro país terriblemente, porque muestra que estamos divididos".

CNN señala que la aparición de Mueller en esta crisis resultó como un balde de agua fría en el segundo piso del Ala Oeste de la Casa Blanca, donde el ambiente es cada vez más amargo. De hecho, muchos funcionarios, que según The Washington Post ya resienten que Trump los culpe por los problemas, están buscando trabajo en otros lugares.

"Con la designación de Mueller, perdieron el control totalmente de este tren y tienen una habilidad muy limitada para manejar la expansión de la crisis", dijo al diario The New York Times, el estratega demócrata, Julian Epstein. "Esto quedará como los esfuerzos más ineptos y contraproductivos de control de daños que hayamos visto en la vida pública", añadió.

Los daños a los que hace referencia comenzaron la semana pasada, cuando el mandatario despidió al director del FBI, James Comey, que investigaba los vínculos de Rusia con la campaña de Trump y los correos de Hillary Clinton. Luego, todo se complicó cuando se reveló que el Presidente lo habría instado a cerrar la investigación sobre Michael Flynn, su ex asesor de seguridad, que renunció por no haber informado sobre sus contactos con Rusia. Todas estas revelaciones ocurrieron en medio de descordinaciones comunicacionales que sólo han acrecentado la crisis.

Es en este contexto que la designación de Mueller ha sido calificada como la "peor pesadilla" para Trump. Esto, porque el ex jefe del FBI se caracteriza de ser una figura independiente que no sucumbe a las presiones. De hecho, este abogado llevaba sólo una semana al mando del FBI, cuando ocurrieron los atentados a las Torres Gemelas y tuvo que hacer frente a la investigación que se realizó sobre esos ataques. Según el portal Politico, la investigación durará años y tendrá un "impacto impredecible" en las elecciones de medio mandato de noviembre de 2018. A esa altura, el desencanto de los republicanos con Trump podría ser total y los demócratas podrían recuperar el Congreso.