Libro señala que formación continua sería clave para mejoramiento de profesores

Tras casi veinte años de reformas, el país aún no logra concretar políticas de mediano y largo plazo que vean la formación docente como un proceso continuo. Esta es una tarea pendiente, que exige que se logre avanzar en varios aspectos, como la mayor duración y coherencia de los programas, un énfasis coherente en conocimientos, actividades y aprendizaje activos, y un seguimiento in situ de las prácticas docentes, entre otros puntos.

Esta es la opinión de Beatrice Ávalos, investigadora del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE), de la Universidad de Chile, quien participó de la presentación del libro "Formación continua de profesores ¿Cómo desarrollar competencias para el trabajo escolar?", de los editores Carmen Sotomayor y Horacio Walker, publicado por el CIAE, a través de Editorial Universitaria.

El texto reúne un conjunto de experiencias y propuestas presentadas en un seminario que la Universidad de Chile desarrolló en 2007 -con el apoyo de Conicyt, y el patrocinio de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y el Centro de Perfeccionamiento del Ministerio de Educación-, y en sus páginas plantea una serie de propuestas que subrayan el hecho de que urge implementar una política integrada y sistémica de formación docente, para que esta actividad se transforme en "un proceso continuo".

APOYAR LA FORMACIÓN EN SERVICIO
Horacio Walker, coeditor del libro y decano de la Facultad de Educación de la Universidad Diego Portales, señaló en la ocasión que "hemos avanzado mucho en definir institucionalidad, en armar un cuerpo legislativo que avanza en la dirección correcta, pero es insuficiente lo que hemos hecho en términos de políticas para mejorar las capacidades docentes".

El académico agregó que "el documento muestra distintas experiencias, tanto del mundo público como del mundo privado, que sirven de insumo para una discusión sobre política, sobre formación de profesores y sobre formación en servicio, que yo creo que es útil".

Por su parte, Carmen Sotomayor, investigadora asociada del CIAE, y coeditora del libro explicó que "en él hacemos un panorama de lo que se ha hecho en formación continua de profesores desde 1990 hasta 2005. Tomamos la experiencia -sobre todo- de lo que el Ministerio de Educación ha hecho en formación de profesores y analizamos qué es lo que funcionó más, qué es lo que funcionó menos y cómo se podría desarrollar un sistema de formación continua de profesores más fuerte de aquí para adelante".

Añadió que "el problema que tenemos con los profesores es que tienen una preparación deficiente y hay muchos profesores en servicio que han salido de carreras cortas de pedagogía. Son esos profesores los que deben ser apoyados durante su trabajo profesional; no basta la formación en la universidad, es muy importante lo que se puede hacer durante el período profesional, lo que se llama formación en servicio o formación continua".

VÍNCULOS QUE REACTIVEN LA ACTIVIDAD PEDAGÓGICA
El Decano de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Jorge Hidalgo, recordó que "el directorio -del cual soy miembro- está tratando de crear mayores vínculos entre las actividades se desarrollan en la Facultad. En términos pedagógicos, está el Departamento de Pedagogía, que era el antiguo Centro de Estudios Pedagógicos, que tiene a su cargo la formación docente de varias Facultades y también de gente que llega de afuera, en las áreas de Ciencias, Artes o Humanidades. También tenemos un programa de educación continua".

La idea, explicó, es "que nuestros académicos, especialmente aquellos que están desarrollando temas de investigación importantes, se vinculen más con este Centro de Investigación, y a su vez que esta entidad establezca líneas de trabajo con nuestros académicos", concluyó el decano.