Marcha de profesores en huelga termina con incidentes en Brasil
En el momento en que los profesores y miles de estudiantes, abandonaban la principal avenida del centro de Río de Janeiro, unos 300 jóvenes que se habían infiltrado en la protesta se enfrentaron a la policía con piedras, bengalas y molotov.
Una protesta de profesores de escuelas públicas del estado brasileño de Río de Janeiro terminó hoy en un violento enfrentamiento entre la policía y grupos de manifestantes que se infiltraron en la marcha.
El enfrentamiento, que tuvo lugar en la ciudad de Río y dejó un vehículo policial incendiado y algunas agencias bancarias saqueadas, se registró media hora después de que los profesores pusieran fin a una protesta de tres horas que convocó a cerca de 20.000 personas y que paralizó por completo el centro de la urbe.
Los incidentes se produjeron una semana después de que otra manifestación de profesores, que se oponen a un plan de ascensos y reajustes salariales propuesto por la alcaldía y aprobado por el Concejo Municipal, terminara igualmente con caos en el centro de Río y dejara un autobús incendiado, varias tiendas saqueadas y daños en la sede consular de EE.UU., atacada con cócteles molotov, informó Efe.
En el momento en que los profesores y miles de estudiantes que respaldan su huelga abandonaban la Río Branco, la principal avenida del centro de Río de Janeiro y por la que marcharon, unos 300 jóvenes que se habían infiltrado en la protesta se enfrentaron a la policía con piedras, bengalas y cocteles molotov.
Los manifestantes más exaltados, que se identificaron como miembros del "Black blocs", un grupo que defiende el uso de la violencia en las protestas, utilizaron como escudos en su batalla con los uniformados las propias placas de acero que los comerciantes habían instalado como protección de sus locales.
Los profesores habían marchado por la Río Branco entre la iglesia de la Candelaria y la plaza de la Cinelandia, un tradicional lugar de protestas políticas ubicado frente a la sede del Concejo Municipal, que estaba protegida por decenas de policías.
Los "Black blocs" prefirieron dirigirse hacia la sede de la Asamblea Legislativa del estado de Río de Janeiro, menos resguardada por la policía, y dejaron un rastro de ventanales destruidos y un vehículo policial incendiado por las calles que pasaron.
La policía utilizó gases lacrimógenos para dispersar a los grupos de manifestantes, lo que expandió los incidentes hacia diferentes calles del centro de Río.
Los educadores, que habían convocado la marcha de protesta en coincidencia con el Día del Profesor en Brasil, decidieron en una asamblea sindical pocas horas antes de la marcha mantener la huelga que iniciaron el 8 de agosto pasado.
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