Nuevas diferencias de la CUT y Hacienda por negociación colectiva aplazan proyecto hasta septiembre

El capítulo sobre el nuevo salario mínimo revivió las divergencias entre la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y el equipo de Hacienda. Y la reedición de esas discrepancias desactivó una vez más la posibilidad de que el gobierno apurara el envío del borrador del proyecto de ley referido a negociación colectiva, una postergada pero vigente iniciativa del Ejecutivo.

Tal como ocurrió en 2008 y a inicios de este año, la falta de consenso, otra vez, inclinó la balanza para postergar el envío de este discutido cuerpo legal al Congreso, lo que -de ocurrir- será después de septiembre, confirman en la multisindical, en el Ejecutivo y en la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, entidad clave en las conversaciones con el gobierno, porque es ahí donde ingresaría el texto.

"No hemos tenido muchas reuniones con la ministra del Trabajo (Claudia Serrano). Pero ya nos ha dicho que si el proyecto se envía al Congreso, será en septiembre o después de ese mes y no antes", afirma la presidenta de la instancia parlamentaria, la diputada DC Carolina Goic. En Hacienda y Trabajo fueron consultados por la materia, pero afirmaron no estar dispuestos a referirse al tema.
Aunque este punto nunca ha generado un fácil acuerdo entre los actores, en los últimos meses un posible consenso se ha difuminado casi por completo, debido a la arremetida de la multisindical por incluir en el borrador del proyecto -que ha circulado en tres versiones distintas en el último año y medio- un punto que es visto con gran reticencia por Hacienda y también por el sector privado: limitar la posibilidad de reemplazos en caso de huelga.

Si bien en un momento la CUT estuvo proclive a desestimar el tema, ahora señalan que el aumento de los despidos por la crisis y congelamiento de beneficios en varias empresas con contratos colectivos en negociación -o próximas a ella- reflotaron su interés.

La CUT tiene apoyo cerrado en la bancada parlamentaria PS y respaldo en algunos sectores del PPD-DC, que ven en el proyecto una  herramienta para enfrentar las elecciones presidencial y parlamentaria. La lógica de retrasar la discusión a la cercanía de los comicios, afirman en esos partidos, no es distinta de lo que pasó con los proyectos laborales que, se evalúa, ayudaron al triunfo de Ricardo Lagos (la reforma laboral de 2000) y de Michelle Bachelet (Ley de Subcontratación, que se reactivó en enero de 2006, tras cuatro años en el Congreso).

NUEVO PUNTO POLEMICO
Pero, además, hay otro punto que  complica al equipo económico y que la CUT propuso en una de las últimas reuniones con los responsables del gobierno: introducir un nuevo artículo que establecería que todos los trabajadores al momento de firmar su primer contrato con la empresa (contrato definido por los primeros tres meses), también ingresen formalmente al sindicato o a uno de los sindicatos que pudieran existir y que se mantuvieran ahí por un período determinado (posiblemente los mismos primeros tres meses). Superado el plazo, el trabajador podría desafiliarse de modo voluntario.
A este rechazo, se suma el de otro tema de fondo, como es la idea de establecer la titularidad sindical como único referente de negociación cuando hay sindicatos, prohibiéndose las tratativas con otros grupos de trabajadores. En la CUT y parlamentarios indican que Hacienda también se opone a esta moción.

"El ministro de Hacienda (Andrés Velasco) tiene mucha influencia y lo cierto es que en su cartera no están interesados en legislar por el tema y menos discutir puntos relevantes para los sindicatos como los reemplazos en huelga o la titularidad sindical. La decisión que hemos tomado es que si el gobierno finalmente no envía el proyecto o lo dilata innecesariamente, vamos a buscar las herramientas que tenemos para ponerlo nosotros en el Congreso. Esto está comprometido en el programa de la Presidenta y vamos a cumplirlo", concluye Goic.