Resolución de la SVS complica la operación de venta de SQM

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Superintendencia determinó que si el comprador de Calichera consigue dominar el directorio de SQM, deberá lanzar una OPA por la firma. Ello podría obligar a redefinir el esquema de la transacción original. Las interpretaciones, en todo caso, no son concluyentes.




Tras dos meses de espera, la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) se manifestó ayer. El ente regulador contestó la consulta de HK Scott Minerals, firma ligada a la china Shanshan, respecto de si se requiere o no realizar una Oferta Pública de Adquisición de Acciones (OPA) por SQM, en el marco del proceso de venta iniciado por Oro Blanco de las acciones que posee en Pampa Calichera, sociedad cascada que, a su vez, tiene el 23% de la propiedad de la minera no metálica.

La SVS informó ayer, en un comunicado, que "cualquier persona o entidad que adquiera el control de Pampa Calichera y con ello adquiera indirectamente acciones de SQM, deberá efectuar una OPA dirigida a los accionistas de SQM si mediante dicha operación el adquirente pueda asegurar la elección de integrantes del directorio de SQM en una cantidad y calidad suficiente para que ellos puedan dominar la toma de decisiones en dicho órgano societario".

El directorio de SQM tiene ocho integrantes y la serie A nomina a siete de ellos. El director de la serie B puede ser excluido de la votación para elegir presidente si existe un empate. Por ello, quien pueda elegir cuatro directores en la serie A, de facto tiene el control de SQM.

Hoy Calichera, la sociedad en venta, tiene el 23% de SQM y nomina a tres directores. El cuarto es electo por la japonesa Kowa, con la que Calichera tiene un pacto de actuación conjunta, lo que los convierte en la práctica en un grupo controlador, según describe la memoria de SQM. De esta manera, quien compre Calichera y desee retener el control de SQM por esa vía, deberá pactar una alianza con un tercer accionista no relacionado y así elegir cuatro directores. Ese candidato puede ser Kowa o Potasios, sociedad que seguiría en manos de Julio Ponce y que hoy tiene el 12,73% de la estratégica serie A. Kowa suma menos del 4% de esa serie.

En la venta, según personas involucradas en el proceso, participan hoy dos empresas chinas cuyo interés es ingresar en el mismo esquema actual. Y en ese escenario, el dictamen de la SVS los obligaría a lanzar una OPA. O rediseñar el esquema de la operación, comprando menos participación o prescindiendo de un acuerdo con un tercer accionista, lo que dificultaría ejercer el control de SQM.

El pronunciamiento final de la entidad, en todo caso, está sujeto al diseño definitivo de la compraventa. El dictamen dice que "sólo una vez que se llegue a un acuerdo entre Oro Blanco y el adquirente de su participación accionaria en Pampa Calichera respecto de esta operación, incluyendo acuerdos con otras personas respecto de acciones de SQM, podría determinarse si tal adquirente está o no tomando el control de SQM mediante esta operación que comprende la adquisición indirecta de acciones de SQM".

Si el comprador debe lanzar una OPA por SQM, la transacción se hace inviable en la práctica por su alto costo. Si la compra de Calichera exigiría hoy un desembolso superior a los US$ 2.000 millones, una OPA podría obligarlos al menos a duplicar ese monto, si se ven forzados a ir por más del 50% de las acciones.

Esta resolución, según abogados corporativos, plantea otro laberinto jurídico de difícil solución. Ello porque los estatutos de SQM impiden a cualquier accionista tener más del 32% de las acciones de la firma. Así, para lanzar una OPA, se requeriría que el resto de los accionistas aprueben un cambio estatutario. Y el voto de la canadiense PCS, que hoy tiene el 32% y elige tres directores, es clave, para vetar o permitir esa modificación. "Con esta resolución, la SVS impide precisamente lo que quiere el gobierno: que Ponce salga de SQM", interpretó un abogado.

Otra interpretación

El dictamen de la SVS no fue interpretado de la misma manera por todos y ayer hubo cercanos a los vendedores que leyeron el dictamen como un respaldo a una operación sin una OPA obligatoria. Ello porque la SVS condiciona la OPA a que el comprador logre la mayoría del directorio, lo que no se consigue solo con el traspaso del 23% que tiene Calichera y que permite elegir tres representantes en la mesa. "Calichera no tiene el control de SQM", dice una persona involucrada en el negocio.

La SVS había determinado en 2007 que Kowa y Calichera podían usar todos sus votos de la serie A, y sumar con ello cuatro directores, porque, aunque tuvieran un pacto de actuación conjunta, no eran partes relacionadas. El nuevo dictamen podría constituir un cambio de criterio respecto de esa resolución.

No lo cree así Hugo Caneo, director del Centro de Gobierno Corporativo Universidad de Chile. "No varía lo que la jurisprudencia de la Superintendencia había indicado en la materia". "Lo que dice la SVS es que, básicamente, tiene que estar en una situación de hecho para efectos de determinar si efectivamente pudiera haber una situación que gatille una OPA obligatoria".

Para Emilio Acevedo, analista de la corredora GBM, el ente regulador lo "único que dice es que se va a necesitar OPA si es que se comprueba que el comprador se transforma en controlador", declaró. "El comprar 23% de Pampa Calichera no significa que va a ser controlador; por lo tanto, no hay cambio, esto no significa que SQM va a requerir de una OPA (...) Lo planteado no complejiza la operación", añadió.

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