Ricardo Lagos: la adaptación de la jirafa
En la semana de su proclamación como candidato presidencial del PPD, Reportajes siguió al ex mandatario en sus actividades públicas con dirigentes vecinales y gremiales y en el lanzamiento del informe de su plataforma constitucional. A 18 años de su última campaña, Lagos ahora se presenta como un líder horizontal, que escucha y anota todo en un cuaderno, pero que mantiene su carácter y una visión desde las alturas.
Uno de los dos guardaespaldas abre la puerta trasera derecha del Hyundai Azera y se alcanzan a ver los asientos de cuero. Desde atrás se oye la voz imperativa del trigésimo tercer Presidente de Chile, Ricardo Lagos, que dice "súbase por este lado". El prefiere darse la vuelta y entrar al auto por el lado izquierdo. Sus movimientos son bastante ágiles para sus 78 años. Deja la chaqueta de su terno gris sobre su regazo, junto con un cuaderno, en el que ha tomado nota de los detalles de su última reunión. Lagos comenta que prefiere dar las entrevistas durante sus trayectos en auto para optimizar el tiempo. Dice que su agenda sigue igual de apretada que siempre, pero con la diferencia de que cambió las invitaciones al extranjero por actividades dentro de Chile. No puede ser de otra forma cuando se está en campaña presidencial.
Han pasado 18 años desde su última candidatura a un cargo público, el mismo al que aspira llegar nuevamente, pero el ex mandatario asegura que nunca perdió sintonía con la calle, pues los presidentes pasan mucho tiempo en terreno y luego deben mantenerse al tanto de los avances de su gobierno. Por lo mismo dice darse cuenta de las abismales diferencias entre la campaña de 1999 y la actual.
"La calle, o más bien la ciudadanía, es distinta. Uno, por un fenómeno mundial. Las redes te cambian todo. Segundo, es una ciudadanía más educada en número de años escolares. Hay una sensación de mucho mayor empoderamiento a partir de todos estos elementos. A eso agrégale el caso más específico de la molestia, la falta de confianza, la rabia o la bronca, como dicen algunos, que tiene que ver con una percepción de una clase política que queda alejada de sus problemas, muy ensimismada en sus propias cosas y, por lo tanto, que no se preocupa de los problemas reales de la gente. 'Usted no me escucha, señor, eso es lo que pasa'", argumenta Lagos, con el auto ya en movimiento hacia la Costanera.
Lagos quiere paliar esa falta de oído. Después de recibir una violenta funa afuera de radio Cooperativa el día en que lanzó su candidatura, a principios de septiembre pasado, confirmó que esta vez tendría que cambiar en las formas. Pese a que recientemente publicó un libro -En vez del pesimismo- con las líneas gruesas de lo que, a su juicio, Chile necesita para proyectarse al futuro, no quiere presentarse como el candidato que impone sus ideas desde un plano superior ni como "el salvador de la patria", como lo calificó su contendor dentro del oficialismo, el senador Alejandro Guillier. De acuerdo a lo que señalan desde su comando, Lagos decidió dar este giro a partir de la derrota de la Nueva Mayoría en las municipales, poco antes de llevar a Máximo Pacheco como su generalísimo, pero ya había reflexionado al respecto algunas semanas antes, en una entrevista concedida a Reportajes, a comienzos de octubre. En esa ocasión señaló que a veces lo retan por ser "muy asertivo", es decir, por expresar su opinión con demasiada firmeza. "Hoy, nadie tolera a la gente que anda hablando desde un púlpito", comentó entonces.
En esta campaña ya no es tan común ver a Lagos hablándole al público desde un estrado. La puesta en escena se cuida para que no se vea vertical, para que nadie tenga que mirarlo para arriba. "Ricardo siempre ha sido inteligente para escuchar las opiniones interesantes, pero es cierto que hoy día es especialmente necesario hacerlo, porque hay crisis de confianza, la relación de la sociedad con el mundo político es más compleja, eso se nota. Solo los burros no cambian", dice Carlos Ominami, cercano colaborador de Lagos en los años 90.
El vehículo avanza rumbo a la Fundación Democracia y Desarrollo, en Providencia. Lagos asegura que no ha sufrido más funas, que en general la gente es cariñosa y se saca selfies, pero que también se da cuenta cuando le ponen "cara de ascensor", esa mueca de desagrado que la gente hace cuando se abren las puertas del elevador y un extraño entra a compartir un espacio mínimo. De alguna manera, esos son los rostros del rechazo, el reflejo del bajo apoyo que el ex jefe de Estado marcó en la última encuesta CEP, un discreto e inamovible 5%, lejos de Guillier (14%) y otro ex presidente, Sebastián Piñera (20%).
En este escenario, su equipo lucha porque se manifieste un "laguismo oculto" y se multiplique en redes sociales. Eso explica que el eslogan de su página oficial, "Juntos con Lagos", sea "¿Estás con Ricardo Lagos? ¡Sal del clóset!". "Es un juego de palabras. A ver: era una forma original de decir 'atrévete a firmar por Lagos'. A mucha gente le da temor o no está ni ahí con la política", explica.
¿Es impopular ser laguista en 2017?
No me parece, pero de todo hay en la viña del Señor.
Usted dice que Chile ha cambiado rápido. ¿Ha cambiado Ricardo Lagos a esa misma velocidad?
Un poquito más rápido. Obvio. Porque viajo mucho y veo para dónde van los cambios.
Walker Martínez 25
Son pasadas las 19 horas en La Florida. Un ladrido insistente entra por la ventana. Huele al pollo asado que se vende en la sucursal del Pollo Caballo que está al lado. El salón del Colegio Vicente Valdés está repleto de dirigentes vecinales, en su mayoría de avanzada edad, invitados por el senador PS Carlos Montes, quien comparte una mesa larga con Ricardo Lagos y Máximo Pacheco. Este último se dedica a sacar fotos y grabar videos.
Antes de abrir la ronda de preguntas, Lagos se pone de pie frente a la mesa y toma la palabra para destacar los avances que el país experimentó en infraestructura durante su gobierno y descartar algunos de los ataques habituales en su contra por la instauración del Crédito con Aval del Estado (CAE) en la educación superior, el Transantiago en transporte y el sistema de concesiones en OO.PP.
"Hay gente que dice 'este señor es el candidato de los empresarios'. ¿Qué me dijeron los empresarios a mí? 'Presidente, déjenos trabajar tranquilos'. Estaban enojados porque habíamos bajado la evasión tributaria", afirma.
También aprovecha de recordarle a la audiencia que él mandó "a los militares de vuelta a sus cuarteles" con sus reformas constitucionales. Como suele hacer cuando quiere ilustrar ese punto, pregunta si alguien se sabe los nombres de todos los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas. La falta de respuesta refleja que, tras sus reformas, estos dejaron de ser actores relevantes en la política nacional.
Luego de repasar su gobierno, el fundador del PPD intenta concentrarse en el futuro, basado en la conclusión de las reformas iniciadas en la actual gestión de Michelle Bachelet. "Volví a meterme en esto, porque ya no estaba mi mamá para decirme 'en qué se metió, mijito'", cuenta Lagos, aludiendo a una vieja historia de su administración para sacar algunas risas. Entonces dice que ya ha hablado suficiente. "Creo en escuchar. En este cuadernito, que ya se me va a acabar, tengo todo lo que he escuchado por Chile", dice. Montes interviene para reiterar su compromiso con Lagos y para entregar la palabra a los asistentes. El ex mandatario comienza a anotar en su cuaderno. Entre las diversas consultas, le preguntan a quién apuntaría con el dedo ahora, en ausencia del general Pinochet. "A los abusos, pero por más que apunte con el dedo, nadie me va a creer si no escucho", responde.
En algún momento, Lagos se para y se acerca a sus interlocutores. Frente a ellos comienza a tomar nota de sus reclamos sobre salud, educación, vivienda y pueblos originarios. Cuenta que en muchos lugares ha tenido que guardarse la minuta con temas de discusión para tratar los que le pide la gente. Según Iván Poduje, su asesor en contenidos de ciudad, transporte e infraestructura, a ciertos lugares como Bajos de Mena, por ejemplo, "llegamos con un material que yo había preparado, pero las personas terminaron planteando otras cosas", como que solo tenían una vía de acceso y poco lugar para estacionar.
Pasadas las 21 horas, Lagos cierra el cuaderno y camina rápidamente hasta llegar a su auto para evitar las preguntas de la prensa. Poco después, el senador Montes sale a entregarle a uno de los miembros de su avanzada un par de lapiceras que Lagos olvidó sobre la mesa.
Alameda 651
Llega a la Biblioteca Nacional las 11.48, vistiendo un terno gris, camisa celeste y una corbata lila con diseño. Como no es una actividad de campaña propiamente tal, esta vez lo acompaña su esposa, Luisa Durán. Ricardo Lagos está rodeado de varios amigos y antiguos colaboradores, el núcleo duro del "laguismo". Están Sergio Bitar, Fernando Bustamante, Carlos Vergara, Marco Colodro y Clara Budnik, entre otros, pero no hay muchas figuras de la Nueva Mayoría.
El motivo de la convocatoria es la presentación del informe ciudadano de la plataforma constitucional de la Fundación Democracia y Desarrollo -Nuestra Constitución-, un proyecto en línea que comenzó hace más de dos años y que contabilizó más de 146 mil visitas. Lagos se sienta y observa el debate que tres expertos desarrollan respecto de los resultados de los conceptos claves que se han sometido a evaluación para una nueva Carta Fundamental.
Lagos solo habla al final del evento. Entonces le pide disculpas al consejo directivo de su fundación por los problemas que su "transmutación" en candidato presidencial le puede haber ocasionado al proyecto. "Porque a mí me ha producido muchos", dice.
Eliodoro Yáñez 1783
El programa se llama Jungla Rock and Pop, en la radio del mismo nombre, orientada a un público sub 35, uno de los grupos etarios donde Ricardo Lagos es más débil. En honor al concepto del espacio, la primera pregunta de la entrevista es: ¿Con qué animal de la jungla se identifica más? Antes que conteste, los conductores Vicente García Huidobro y Davor Gjuranovic le recuerdan que anteriormente Sebastián Piñera eligió el elefante, por ser noble y pacífico, pero poderoso.
"Me gusta la jirafa -contesta Lagos-. Es pacífica y tiene una gran altura, que le permite mirar hacia adelante, tiene la mejor visión de la selva y, en consecuencia, sabe muy bien cómo guiar a su piño para estar a salvo. Es la gran ventaja que tiene. Y corre hacia adelante siempre, no se retira".
Según Wikipedia, la jirafa es la más alta de todas las especies de animales terrestres existentes. Puede alcanzar hasta los seis metros de altura, tiene visión integral y puede correr a una velocidad de hasta 60 kilómetros por hora. Aunque por su gran tamaño, buena vista y poderosas patadas suele no estar sujeta a la depredación, la jirafa entró a la lista de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza durante 2016.
Almirante Montt 465
Los turistas entran al hostal La Casona portando sus maletas y no entienden bien qué pasa a su alrededor. Está lleno de personas con cámaras y micrófonos. De pronto, ingresa un auto plateado del que baja Ricardo Lagos. Adentro lo espera un joven grupo de 15 dirigentes de la Asociación Gremial de Pymes Turísticas de Chile. Aunque algunos de ellos visten pantalón y camisa, varios están en polera, shorts y zapatillas. Uno incluso anda en chalas. Se sientan todos juntos en una larga mesa.
-¿Cómo le decimos? ¿Presidente o ex presidente? -pregunta uno de los dirigentes.
-Depende de la edad, porque he hecho un descubrimiento: los menores de 30 me dicen 'hola, Ricardo', nomás -dice Lagos. Es una anécdota que ha repetido varias veces durante la semana.
Los líderes gremiales le plantean a Lagos que necesitan más beneficios tributarios para competir con las grandes cadenas, pues ellos cargan con el IVA que sus clientes, los extranjeros, no pagan. Algunos también piden un Ministerio de Turismo, argumentando que es un rubro de crecimiento sostenido sin importar las condiciones de la economía.
-Hemos tenido como seis subsecretarios en los últimos siete años -reclama uno de los directivos.
-Yo tuve seis presidentes de Bolivia en mi gobierno -responde el ex mandatario, sacándoles risas a sus anfitriones.
Lagos toma nota de los temas planteados y trata de acotar las explicaciones.
"Yo eso lo entiendo", dice cada tanto, con un dejo de impaciencia. Cuando sube la voz, los jóvenes dirigentes gremiales parecen asustarse. Uno de ellos trata de explicar un punto cuando un asesor le informa a Lagos que los periodistas están presionando para realizar el punto de prensa para salir al aire en el noticiero de las 13.30. Entonces Lagos frena en seco a su interlocutor.
-Espérate un segundito -le dice al dirigente, mostrándole la palma de la mano. Luego le pide permiso a la mesa para recibir a la prensa y poder seguir adelante. Contesta de mala gana. No quiere comentar lo que Guillier dice de Piñera o lo que se especula sobre la DC o el PS. Cuando lo cuestionan, como un viejo artista, Lagos enumera sus grandes éxitos: devolver a los militares "a sus cuarteles", crear el plan Auge y rechazar en el Consejo de Seguridad de la ONU la invasión de Estados Unidos a Irak.
Cuando se va la prensa, también destaca las obras en infraestructura y su impacto en el turismo nacional. "Turismo es saber contar un cuento", señala el ex presidente, quien, además, advierte que el destino del futuro es el Parque Nacional Corcovado, en la Región de Los Lagos.
Al salir hacia el patio interior, el grupo de dirigentes le pide a Lagos una foto al lado de una pequeña fuente que está adornada con una figura de Buda. El candidato nota la estatuilla. "Este señor nos hace ser pacientes y no desesperar", dice el ex mandatario, tal vez para instruir a sus interlocutores o para recordárselo a sí mismo.
Roberto del Río 1151
En su columna dominical de El Mercurio, Carlos Peña señaló que usted ha sido infiel a sí mismo o a su legado. ¿Qué le pareció esa reflexión?
Yo lo único que diría es que Lagos es uno solo, nomás.
No hay dos. Ni uno antiguo, ni uno nuevo.
Con ideas nuevas, todas. Lo que Peña estaba echando de menos es que Lagos se habría "izquierdizado" para parecerle más simpático a este mundo… Yo no me he "izquierdizado" para nadie. Sigo siendo el mismo.
El auto se interna por pequeñas calles de Providencia para llegar a la sede de la fundación. Ricardo Lagos acaba de terminar con sus actividades públicas previas a la proclamación PPD del sábado (ayer) en el Normandie, pero le quedan un par de citas privadas. Hasta última hora, su equipo sigue pujando porque el evento tenga un carácter más amplio y no esté encerrado en el PPD.
Para Lagos, la discusión sobre su cambio conlleva un error, ya que todo el contexto del país ha cambiado desde que se presentó por última vez. "En lugar de decir que Lagos se modernizó, prefieren decir que cambió… No, cambió la forma de hacer política. La gente no está para el discurso tan republicano de arriba para abajo. Creo que es más democrático lo que tenemos hoy. Las redes te democratizan", dice Lagos, quien dice leer lo justo y necesario en Twitter. "Si vas a vivir por las redes, no entiendes cómo funciona la sociedad", agrega.
El ex ministro Sergio Bitar, gran colaborador de Lagos, era presidente del PPD para la última campaña presidencial del ex mandatario y coincide con el diagnóstico. "El 99 había un proyecto armado dentro de la Concertación, con legitimidad instalada en la ciudadanía. Se iba a terreno y se daba un gran discurso, donde se anunciaban los grandes temas. Había continuidad y renovación. Ahora no hay un líder que hable y despierte la agitación de las masas. Hay poca convicción y mucha desafección dentro de la Nueva Mayoría. El es el único que está haciendo el ajuste, pero la historia trae rechazo".
A diferencia de lo que planteaba Peña en su columna, fuentes del comando laguista dicen que esta "adaptación" de Lagos todavía no ha sido percibida públicamente. También consideran que los números adversos también son una oportunidad para darle épica al nuevo relato.
El Hyundai finalmente se detiene en Roberto del Río 1151, la sede de la Fundación Democracia y Desarrollo y búnker del ex presidente. Antes de bajarse dice que tomará vacaciones en febrero, pues considera de mal gusto hacer campaña en un ambiente tan veraniego.
Dicho esto, se despide y se va. La jungla política no permite demasiados respiros.
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