Seis universidades registran al menos una denuncia por acoso sexual
Las instituciones de educación superior se encuentran trabajando en protocolos de acción. En los colegios municipales de Santiago, Ñuñoa y Providencia también elaboran reglamentos.
Sorpresa causó la semana pasada una denuncia por acoso sexual presentada por una estudiante de Medicina de la U. de Chile contra sus compañeros, por la difusión de imágenes íntimas en un grupo de Whatsapp. Esto derivó en un sumario interno y una denuncia al Ministerio Público.
Sin embargo, no es el único caso, ya que son seis los planteles de educación superior que registran a lo menos una denuncia de esta naturaleza, según un sondeo realizado por La Tercera.
En la U. Austral (UACh) se está llevando a cabo un sumario interno por una reciente denuncia de acoso de una estudiante de la Facultad de Ingeniería contra uno de sus compañeros. La alumna, de hecho, congeló sus estudios.
Esta acusación es la primera que se indaga bajo el nuevo reglamento por acoso, violencia y discriminación de la UACh, explicó Manuel Rauch, presidente de la federación de estudiantes.
El rector de la UACh, Oscar Galindo, añadió que "se ha constituido un comité con profesionales especializados y con representación de funcionarios y estudiantes. Esto para las situaciones referidas a violencia y discriminación también. No solo acoso".
En la U. de Concepción una alumna de periodismo denunció públicamente a uno de sus profesores por acoso sexual. "Yacía sentada en mi pupitre cuando (el profesor aludido) se acerca a mi asiento para ponerme la pelvis casi encima de la cara en plena clase, con alrededor de 45 estudiantes más (...) invadiendo totalmente mi espacio íntimo, inclinándose encima de mí hasta poner su rostro por sobre el mío a tan solo unos pocos centímetros", denunció la víctima.
El rector de aquel plantel, Sergio Lavanchy, explicó que la universidad posee una fiscalía interna a cargo de los sumarios por acoso laboral o sexual y que las sanciones incluyen la desvinculación, en el caso de los funcionarios, y la expulsión si se trata de un alumno.
En la U. de Santiago, desde el año pasado dos profesores de la Facultad de Historia se encuentran sumariados. "Son alrededor de once personas que han testificado. Hay un protocolo de acoso en la universidad, pero es insuficiente. Estamos pidiendo desvinculación de los académicos", dijo Patricio Medina, presidente de la Feusach.
El secretario general de este plantel, Gustavo Robles, señaló que "no se puede declarar culpable a alguien por el solo hecho de que lo denuncien. Aunque la universidad considere repudiable una conducta de acoso sexual, los culpables deben ser juzgados previamente, si no caeríamos en la justicia del linchamiento".
En la U. de Talca, también se registran situaciones irregulares. "No sabríamos si catalogarlo de acoso, pero tenemos el caso de una compañera a la que se le hackearon sus cuentas de la universidad para enviar mensajes e imágenes obscenas a profesores", contó Eliana Adams, presidenta de la federación de estudiantes. En lo que va del año, hay otros tres casos que son investigados.
Ante esto, los alumnos están trabajando en un protocolo pues, según Adams, "actualmente no sabemos cómo actuar en estos casos. No sabemos a qué autoridades recurrir ni qué sanciones pedir".
Para el rector de esta universidad, Alvaro Rojas, "el hecho de que existan protocolos y normas hace que tengan una buena observancia (los casos de acoso) y las cosas no queden bajo criterios machistas".
En la U. Diego Portales (UDP) también hay registros de algunas denuncias, pero prefieren mantenerse anónimas. Pese a ello, Natalia Silva, presidenta de la Federación de Estudiantes de la UDP, explicó que trabajan en un protocolo que no cumple sus expectativas. "En caso de que un profesor esté involucrado en un caso de acoso o abuso, una de las penas que se plantea es reducir su sueldo. Esto para nosotros es una vergüenza", enfatizó.
El rector de la UDP, Carlos Peña, afirmó que "tan importante como contar con un protocolo, es construirlo, haciendo de ese proceso una oportunidad para reflexionar sobre la individualidad y el derecho de las personas a decidir, sin injerencias no consentidas, sobre su cuerpo y su sexualidad".
Los colegios
La educación escolar tampoco está exenta de esta realidad. También, hace algunas semanas, salieron a la luz casos de homofobia y acoso sexual denunciados por alumnas del Liceo 7 de Santiago. En el caso de la enseñanza básica y media, lo que rige son los manuales de convivencia que tiene cada establecimiento.
Silvia Acevedo, directora de Educación de la Municipalidad de Santiago, explicó que "existen los sumarios que buscan definir responsabilidades y ya se han llevado a cabo procesos que nos permiten señalar que hay funcionarios suspendidos y otros destituidos".
Desde Providencia, José Palma, director de Educación de la comuna, expresó que "tenemos algunas denuncias. Estamos trabajando con la Fundación para la Confianza, para poner al día todos nuestros manuales y protocolos".
En Ñuñoa, si bien no hay denuncias, también tienen protocolos que están dentro de los manuales de convivencia.
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