The Cure salda deuda: tocará en Chile el 12 de abril en el Estadio Nacional

La productora DG Medios reservó el recinto ñuñoíno para esa fecha y el anuncio de las entradas se hará a nivel continental el viernes 21.




Esta vez, Robert Smith no mentía. Cuando en julio el cantante anunció en una entrevista que The Cure se embarcaría en su primera gran gira sudamericana después de la Semana Santa de 2013, el artista hablaba sobre certeza pura: su banda cerró un trato para venir a la región durante el próximo año y debutará en Chile el viernes 12 de abril en el Estadio Nacional, según confirman cinco fuentes del circuito internacional de productores de shows.

Esa es la fecha que la productora DG Medios reservó en el coliseo ñuñoíno -como confirman desde el Nacional- para concretar la última gran deuda que ostentaban los megaeventos locales y un sueño aguardado por años entre una generación crecida con uno de los créditos esenciales de los 80. Además, el plan -hasta ayer- era anunciar la noticia de manera continental el próximo viernes 21, en una comunicación coordinada que incluye a Brasil y Argentina. También se negocian otras plazas del Cono Sur.

Se estima que el periplo parta el día 3 de abril en Buenos Aires, ciudad que había arrojado las pistas más concretas en torno al aterrizaje: los británicos encabezarán durante esa jornada un evento que se hará en el sector de Costanera Sur y por estos días se publicita bajo el sugerente y ambicioso concepto de "el festival más grande de la historia", con Pearl Jam y The Black Keys como confirmados.

Los encargados, la productora Pop Art Music, ya activó una cuenta regresiva en el sitio de venta de boletos Livepass, la que precisamente culmina el día 21, cuando se oficialice la visita de los hombres de Just like heaven. En el caso de Brasil, darían un mínimo de tres conciertos. El próximo viernes también se difundirán las coordenadas sobre la venta de entradas.

Un timbre final para un proceso que luce una trastienda larga y compleja. Luego de sus únicas visitas a Sudamérica -en 1987 y 1996-, las negociaciones para traer a The Cure se extendieron por casi una década, a través de distintas ofertas y productoras. Hasta ahora, las más concretas sucedieron en 2004, cuando existió un acuerdo preliminar y hasta un par de fechas reservadas en el Nacional, sepultadas por un email de última hora, donde el grupo informaba que prefería no venir; y en 2008, cuando también se trazaron una serie de acercamientos que hasta detonaron que el propio Smith, en unos MTV Latinos de un año antes, le contara a Beto Cuevas que venía a Santiago.

Para esta vez, las tratativas ingresaron en tierra derecha a principios de año, gracias a la coordinación conjunta de las empresas de espectáculos más importantes de la región. El ofrecimiento era concreto y se hizo directamente con el propio Smith, sin mayores intermediarios, como una forma de tejer un vínculo más cercano con el vocalista, pero también de disipar las aprensiones que históricamente lo han alejado del sur, como su recelo a los trayectos en avión o los desmanes que empañaron su debut en Buenos Aires a fines de los 80.

Luego de un largo período de conversaciones, la propuesta fue aceptada. De algún modo, el hecho de que se tratara de una proposición de gran envergadura, y conversada en detalle con el propio vocalista, marcó la diferencia con experiencias anteriores y fue lo que los convenció para dar el sí final. Por lo mismo, las aproximaciones han sido tratadas con total reserva, conscientes que el músico posee un reconocido carácter impulsivo que puede girar los planes.

Exitos y joyas

El show de los ingleses ya asoma por lejos como el más importante del primer semestre en el país y se posiciona como ruda competencia para el festival Lollapalooza, a realizarse justo el fin de semana previo, los días 6 y 7 de abril en Parque O'Higgins. Una cita con la historia, pero también con el presente. Desde hace al menos una década, The Cure ha armado sus conciertos como una vitrina donde hermana sus grandes hits con composiciones más recientes y otras menos difundidas, ejercicio propio de una institución dueña de una huella única en el pop y de una discografía que acumula 13 álbumes. Como una sincronía con ese caudal, sus últimos espectáculos, en agosto y septiembre en Europa, presentan un promedio de 32 temas repartidos en más de dos horas.

Ahí caben gemas de sus años más oscuros, sus éxitos más reconocidos y el simbólico cierre con Boys don't cry. Todo parte de la química actual de un quinteto que completan el bajista Simon Gallup, el tecladista Roger O'Donnell, el baterista Jason Cooper y el guitarrista Reeves Gabrels. Un tándem encabezado por Smith, el mismo frontman que acaba de abrir una cuenta de Twitter. Eso sí, se espera que la cuenta se vuelva más activa con la oficialización de sus primeras fechas para 2013, las que ahora sí apuntan hacia Sudamérica y a ese sueño aguardado por años en sus miles de fanáticos.

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