Tras el fracaso del TPP, ¿qué es lo que pierde Chile sin este acuerdo megarregional?
Pacto beneficiaría con rebajas arancelarias a más de 3 mil productos que exporta el país. Gobierno insistirá en profundizar los acuerdos bilaterales con China, Corea, Japón y la Unión Europea.
El Acuerdo Transpacífico (TPP, su sigla en inglés) era catalogado como el mayor tratado comercial multilateral de las últimas dos décadas, ya que sus 12 miembros representaban 36% del PIB mundial, 36% de la inversión extranjera directa global y 26% del comercio internacional.
Luego de más de cinco años de negociaciones, las autoridades de los 12 países anunciaron en octubre de 2015 que habían logrado cerrar las diferencias en algunos aspectos controvertidos del pacto, como los plazos de protección de la información no divulgada de productos farmacéuticos. Cuatro meses después, los representantes de comercio y relaciones exteriores se reunieron en Auckland, Nueva Zelandia, para suscribir el convenio, lo que dio inicio a un plazo de dos años para ratificar el texto en los respectivos Congresos.
No obstante, mientras el documento ya había sido aprobado en Nueva Zelandia y Japón y estaba siendo discutido en Australia, México y Perú, los planes para que el TPP fuera una realidad se vieron truncados en noviembre, cuando Donald Trump ganó la elección presidencial de Estados Unidos. El republicano había atacado duramente el tratado y, en su primer día hábil en la Casa Blanca, cumplió con su promesa de retirar al país del pacto. Ahora que el convenio está muerto -el gobierno chileno ya anunció que no enviará el proyecto al Congreso-, cabe preguntarse ¿qué es lo que pierde el país sin él?
Potenciales beneficios
Cuando se piensa en acuerdos comerciales, uno de los primeros elementos que se vienen a la cabeza es la rebaja de aranceles. Si bien Chile ya cuenta con tratados bilaterales con los otros 11 países, no todos tienen el mismo grado de profundidad. De hecho, diversos productos quedaron excluidos de dichos pactos, pero el TPP iba a permitir que tuvieran trato preferencial.
De acuerdo a la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon), 3.147 bienes locales se iban a ver beneficiados con rebajas arancelarias, de los cuales 1.600 no son parte de los convenios de libre comercio vigentes.
"Los beneficios más tangibles radican en una mejora significativa de las condiciones de acceso de un conjunto de productos en los mercados de Japón, Malasia, Vietnam y Canadá que no estaban incluidos en nuestros acuerdos comerciales actualmente vigentes", detalló Paulina Nazal, jefa de la Direcon.
Dicho organismo calculó que 95% de los productos que Chile exporta a los otros 11 miembros iban a tener arancel cero una vez que el TPP hubiese entrado en vigencia y que en ocho años el total de envíos nacionales habría estado exento.
El comercio de bienes no era el único punto incluido en el acuerdo. De hecho, el documento final constaba de 30 capítulos, algunos de los cuales abarcaban contenidos que no habían sido incorporados en ningún otro tratado. Algunas de estas materias inéditas eran las pymes, comercio electrónico, servicios y medio ambiente.
"Para Chile fue fundamental participar del diseño de dichas disciplinas, por nuestra condición de economía pequeña, abierta al mundo", sostuvo Nazal.
Andrés Rebolledo, ex jefe de la Direcon que lideró las negociaciones del TPP y actual ministro de Energía, declaró en diversas oportunidades que este pacto establecía las reglas del juego del comercio en el siglo XXI.
En cuanto a los efectos macroeconómicos, un informe realizado por el economista Raúl O'Ryan para la Direcon, reveló que el convenio tendría un impacto positivo tanto en el corto como en el largo plazo.
El estudio considera dos efectos: la reducción arancelaria y la liberalización del comercio de servicios. Según el análisis, ambos factores tendrían un impacto de entre 0% y 0,42% a 2020 en variables como consumo, inversión, gasto de gobierno, exportaciones e importaciones.
Una vez que estas medidas hubiesen estado en pleno régimen, los efectos en dichos componentes habrían fluctuado entre -0,01% y 1,23%. Con todo, el PIB habría aumentado 0,04% a 2020, tasa que se triplicaba a 0,12% en el largo plazo.
Estrategia futura
A pesar del contratiempo vivido con el TPP, el gobierno fue enfático en señalar que la política comercial de integración impulsada en las últimas décadas se mantendrá en el futuro.
"Independiente del destino que tenga TPP, la estrategia comercial de Chile será continuar con su política de apertura e integración, bajo diferentes modalidades", expresó Nazal, quien acotó que el país seguirá actuando tanto a nivel bilateral,como regional y multilateral.
La autoridad precisó que para este año esperan profundizar los acuerdos ya suscritos con China, Corea del Sur, Japón y la Unión Europea y concretar el tratado con Indonesia.
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