Zidane hace más grande su leyenda

Parece un director técnico consagrado, pero no lo es. En Milán, de hecho, dio apenas el primer paso hacia esa ansiada madurez. Asumió la banca del primer equipo de Real Madrid recién el 4 de enero pasado, cuando la dirigencia merengue decidió sacar del puesto al español Rafa Benítez. El crecimiento del galo como jefe técnico ha sido meteórico: ni siquiera transcurrieron cinco meses entre su primera práctica y la final. El éxito llegó rápido y la leyenda que representa sigue creciendo.

Tras consolidarse ante Atlético de Madrid, el ex volante se convirtió en el primer entrenador francés en conseguir el trofeo continental de clubes, tras las derrotas de Albert Batteux (2), Robert Herbin, Didier Deschamps y Arsène Wenger. De paso, se transformó en el séptimo en levantar el trofeo como jugador y director técnico, y el único en la historia en hacerlo, además, como ayudante de campo, cuando la obtuvo en 2014 siendo la mano derecha de Carlo Ancelotti.

El título continental representa también una oportunidad para Zidane, que parece haberse ganado el derecho de comandar durante una temporada completa los destinos del equipo blanco. En sus primeros meses obtuvo el título más importante de Europa y logró remontar una liga que parecía imposible, terminándola no obstante como subcampeón, pero apenas un punto por detrás del todopoderoso Barcelona.

Así lo sienten todos. Florentino Pérez, pese a que según trascendió ya negociaba con posibles reemplazantes del francés, terminó admitiendo que éste se ganó una oportunidad. Y la principal figura del club, Cristiano Ronaldo, inmediatamente después de obtenida la copa pedía la continuidad de Zidane. "Debe quedarse sí o sí", expresó el luso.

El técnico, en su estilo, ese de muy pocas palabras, sólo atinó a declararse "feliz" cuando le consultaron por su sentir en un momento como ése. "Soñé en ganar este título cuando asumí como técnico del Madrid. Doy gracias por la oportunidad", complementó.

Y pese a que la crítica fue del todo favorable para él, achacándole gran parte del mérito del nuevo éxito merengue, optó por la modestia. "El mérito es todo de los jugadores. Hay mucho trabajo detrás de este título. Mucho más que los cinco meses en los que yo he estado acá", aseguró.

Pese a la alegría, la emoción, las loas y la corona de flamante monarca de Europa, Zidane no se siente seguro en su puesto. Ni siquiera lo piensa, dice. "Sólo quiero disfrutar este momento, casi no me quedan energías para pensar en nada más", aseguró, convencido, la última leyenda viva de Real Madrid, cuyo legado sigue haciéndose cada vez más grande.