Bancadas de la Cámara acuerdan carta de reclamo a Orellana por dichos sobre supuesto silencio ante casos de índole sexual
Comités resolvieron mandatar a la presidenta de la Cámara para redactar un texto, que será sometido a consideración de todos los grupos políticos antes de ser enviado a la titular de la Mujer.
A pesar de que han pasado más de tres semanas del incidente, en la reunión de comités de la Cámara de Diputados, en la que participan los jefes de bancada de todas las fuerzas políticas, se acordó redactar una carta en tono de reclamo a la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, quien en una sesión especial, realizada el 29 de octubre, acusó a toda la corporación de guardar silencio ante casos de índole que han afectado a parlamentarios.
En esa sesión de Sala, en la que analizaron las actuaciones del gobierno ante la denuncia por violación en contra del exsubsecretario Manuel Monsalve (exmilitante PS), la ministra no solo hizo un reproche colectivo, además incurrió en algunas imprecisiones, reflotando una denuncia de acoso sexual, que sí fue investigada de acuerdo al protocolo interno de la Cámara y que fue desestimada por falta de pruebas. Incluso, esa denuncia en contra del independiente Enrique Lee tampoco prosperó en instancias judiciales y laborales externas.
“Se nos acusa de doble estándar, cuando los hechos de la gestión del ministerio muestran todo lo contrario. Sí podríamos hablar del estándar de quienes, teniendo a un compañero de trabajo imputado por abuso sexual infantil reiterado (el independiente Francisco Pulgar), no han dicho una palabra... No se dijo nada, tampoco en esta sala, que me acusa de tener doble estándar, cuando un diputado (Enrique Lee), vulnerando el secreto de sumario, se defendió de una acusación de acoso sexual también entregando la identidad de la denunciante”, dijo Orellana en esa jornada del 29 de octubre, en la que remarcó, al menos tres veces, la misma frase “no se dijo nada”, en una suerte de “yo acuso”.
El hecho molestó transversalmente a los diputados, incluso a las legisladoras feministas del Frente Amplio y del PC, pero obviamente cada sector político reaccionó con matices.
De hecho, la misma presidenta de la Cámara, Karol Cariola (PC), y el vicepresidente de la corporación, Eric Aedo (DC), en la habitual reunión de coordinación entre el equipo de la Secretaría General de la Presidencia con las autoridades de los diputados, realizada el marte 5 de noviembre, se transmitió al Ejecutivo la “incomodidad” que generaron aquellas palabras, que independiente de apuntar a dos legisladores, en particular (Pulgar y Lee), también hacían un reproche a toda la corporación de supuestamente guardar silencio ante estos casos.
El caso de Lee, incluso, era delicado, porque además de reflotar un caso desestimado, revictimizando a su familia, le imputaba revelar la identidad de la denunciante, versión que no era correcta, pues su nombre se dio a conocer por error en la Comisión de Mujer de la Cámara. Incluso, el aludido aún sigue evaluando iniciar acciones legales contra la ministra.
Paralelamente, un grupo de legisladoras de oposición, la llamada bancada de “Mujeres por la libertad” le envió un oficio a la presidenta de la Cámara para que toda la institución exigiera “una disculpa pública de parte de la señora Orellana a todos y cada uno de los parlamentarios que conformamos la Cámara de Diputados”.
Dado que este oficio tenía algunos problemas formales en su presentación, no fue leída en la cuenta de la Sala, pero Cariola igualmente decidió llevarla a la reunión de comités, que no se habían podido reunir producto de las extensas jornadas de discusión de la Ley de Presupuesto.
Superado ese trámite, recién este martes, se pudo convocar a un encuentro ordinario de bancadas para analizar la petición que fue acogida, pero con cierto grado de resistencia por los representantes del Frente Amplio.
Sin embargo, no hubo acuerdo en el tenor que tendría la redacción. Mientras algunos exigían una severa protesta con una disculpa pública y retractación incluida, otros representantes de bancada, sugerían hacer más bien un téngase presente o un recordatorio de que la Cámara sí tomo medidas en los casos aludidos por la ministra.
Finalmente se resolvió mandatar a la presidenta de la Cámara para armar un texto, que sería sometido a consideración de todos los grupos políticos antes de ser enviado a la titular de la Mujer.
“Doble estándar”
Las declaraciones en cuestión se registraron el martes en la noche del 29 de octubre. Ese día, la secretaria de Estado se defendió de las críticas de “doble estándar” por el caso Monsalve.
“Aun así se nos acusa de doble estándar, cuando los hechos de la gestión del ministerio muestran todo lo contrario. Sí podríamos hablar del estándar de quienes, teniendo a un compañero de trabajo imputado por abuso sexual infantil reiterado, no han dicho una palabra”, dijo Orellana.
Aludiendo sin nombrar al diputado Pulgar (independiente), quien enfrenta un proceso de desafuero por una denuncia de supuesta violación ocurrido hace siete años, dijo que “pese a que (ese parlamentario) es un voto que es considerado clave en un Congreso fragmentado, esa víctima ha sido acompañada ¿por quién?, por nuestra seremi de la Mujer del Maule”.
“No se dijo nada, tampoco en esta sala, que me acusa de tener doble estándar, cuando un diputado, vulnerando el secreto de sumario, se defendió de una acusación de acoso sexual también entregando la identidad de la denunciante. ¿Dónde estuvo ahí la protección?...”, dijo la ministra, quien ante los emplazamientos de los diputados para que revelara a quién se refería, respondió: “Enrique Lee”.
“No se dijo nada en ese entonces, pero se nos acusa a nosotras, que hemos demostrado con querellas y acompañamiento”, remarcó la ministra, quien siguió con su reproche colectivo, salpicando indirectamente incluso a otros secretarios de Estado y legisladores oficialistas que han recurrido a esos diputados “clave” para salvar alguna votación.
“Ningún cálculo político, ni la necesidad de votos en un Congreso fragmentado ante un parlamentario acusado, ni la existencia de ediles electos que abusan de su poder, han impedido que presentemos las acciones correspondientes y que acompañemos a las víctimas, incluso, tratándose de nuestro propio sector; porque sí, la violencia sexual existe en todos los sectores”, añadió.
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