Boric interviene para contener crisis oficialista y neutralizar disputa Tohá-Orellana

Boric comité político
El Presidente participó del comité político de este lunes con los partidos.

En medio de las fricciones dentro del comité político y de la cuestionada gestión del caso Monsalve, el Presidente cambió su diseño para enfrentar la controversia, y aseguró que "yo le creo" a la víctima que hizo la denuncia contra su otrora subsecretario del Interior. Además, ante su preocupación por la proyección de la alianza de gobierno, el Mandatario se contactó con timoneles del oficialismo para intentar evitar que el conflicto siga escalando.


“Nuestro deber es creerle, yo le creo, y es deber de la justicia, sin presión alguna, determinar de manera imparcial la culpabilidad o no del acusado”. Con esas palabras y como parte de un diseño conversado al interior de La Moneda, el Presidente Gabriel Boric se refirió este jueves, en el marco de una actividad en San Joaquín, al caso que involucra a su otrora subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, quien abandonó el gobierno el 17 de octubre por una denuncia de violación en su contra.

En la misma pauta, y sin mencionar directamente a Monsalve, Boric transmitió: “Quiero decirles en particular a las mujeres de nuestro país que nuestro compromiso es garantizar su derecho a vivir una vida libre de violencia, y que cuando una mujer denuncia algo tan grave como una violación, es inimaginable lo que debe haber pasado para tomar la decisión de denunciar más aún contra alguien que ostenta más poder”.

Sus declaraciones ocurrieron luego de la polémica e improvisada vocería de 53 minutos que realizó en Lampa, el pasado 18 de octubre, la cual remeció a La Moneda y enredó el sello feminista que el Mandatario intentó impregnarle a su administración.

Por lo mismo, con su intervención de este jueves, Boric intentó hacer control de daños respecto de la controversia y concretó una idea que en La Moneda se viene trabajando desde el viernes pasado, luego de su mal evaluada alocución: que el Ejecutivo se debe desprender absolutamente de la figura de Monsalve, contra quien, además, acordaron elevar el tono.

Esta semana, dicho modelo se ha ido reforzando con vocerías de las ministras Camila Vallejo (Segegob), Antonia Orellana (Mujer) y Carolina Tohá (Interior), además del subsecretario Luis Cordero (Interior). De hecho, este último indicó que los comentarios emitidos por el Presidente obedecen a una “postura institucional” del Ejecutivo.

Para empujar la idea de que el Ejecutivo se desligó de Monsalve, este jueves también se informó que se enviaron todos los antecedentes del caso al Consejo de Defensa del Estado (CDE). Además, luego de rechazar dos opciones -subsecretarías de Desarrollo Regional y Minería-, se acudió a la Contraloría para que sean ellos quienes se encarguen del sumario administrativo en Interior. Esto, con el objetivo de evitar cuestionamientos respecto a la parcialidad del proceso.

El comité de crisis

La intromisión del Presidente en el control de daños de Palacio se da luego de fuertes fricciones al interior del gobierno. Dichas controversias se han dado incluso dentro del comité político del Mandatario y fueron visibilizadas el 19 de octubre por la ministra Orellana, quien aseguró que le habría gustado enterarse antes de la crisis.

De esta forma, cristalizó su malestar con el manejo de la titular del Interior, quien fue la que primero accedió a la información sobre el caso de Monsalve y le comunicó al Mandatario el pasado 17 de octubre.

Eso desencadenó declaraciones cruzadas entre personeros del Frente Amplio y el Socialismo Democrático, quienes buscaron blindar a sus respectivas secretarias de Estado: Tohá (PPD) y Orellana (Frente Amplio).

A raíz de ese deficiente manejo en la polémica -diagnóstico que es compartido en el oficialismo-, se reactivó el jueves pasado el comité de crisis de Palacio.

Se trata de un grupo de trabajo que funciona cada vez que el gobierno de Boric enfrenta una controversia de proporciones y otras polémicas como ocurrió por ejemplo con el caso de la entrega de indultos a los condenados del estallido social. El equipo es conformado por la ministra Tohá (PPD); su jefa de gabinete, Pía Mundaca; la ministra de la Segegob, Camila Vallejo (PC); el ahora subsecretario del Interior, Luis Cordero; el jefe de gabinete del Presidente Boric, Carlos Durán (FA); el jefe del Segundo Piso, Miguel Crispi (FA); y el encargado de la Secretaría de Comunicaciones, Pablo Paredes (FA).

Para enfrentar esta crisis, transmiten en La Moneda, también se ha contado en algunas reuniones con representación del Ministerio de la Mujer, que lidera Orellana, quien este miércoles viajó a la Región de Magallanes. De hecho, la propia secretaria de Estado, indican en Palacio, habría estado presente en algunas de estas citas.

Este comité de crisis de Palacio se reúne a diario en las oficinas del gobierno. Los horarios de sus encuentros dependen de la contingencia. Por ejemplo, este miércoles, los miembros del grupo estuvieron siguiendo la audiencia de cautela de garantías del caso Monsalve.

En todo caso, algunos de los errores no forzados de La Moneda ante la crisis fueron protagonizados por integrantes de este comité, lo que inquieta a algunos en el oficialismo.

Por ejemplo, durante estos días han surgido contradicciones entre autoridades del gobierno, como la que hubo entre Luis Cordero y Antonia Orellana por la interpretación de si Monsalve debió usar un avión de Carabineros el 16 de octubre, para retornar a Santiago.

Además, la misma Orellana, y también Vallejo han transmitido en público que la forma de Monsalve para anunciar su renuncia no fue la mejor. Y es que uno de los elementos más cuestionados de la crisis fue el privilegio que Boric y Tohá le dieron al exsubsecretario para informar de su salida del gobierno en el Patio de Los Naranjos. Es decir, el corazón de La Moneda.

La titular de Mujer y la jefa de gabinete son las que más han aparecido hablando del caso ante los medios de comunicación. Mientras la primera realizó ocho intervenciones, Tohá hizo lo propio con cinco. Cordero, en tanto, lleva seis.

Por lo mismo, parte de las decisiones que se han aconsejado en el Ejecutivo es reducir el número de intervenciones, por ejemplo, de la ministra Orellana para evitar nuevos flancos.

Además, según fuentes del sector, el propio Boric les pidió a sus secretarias de Estado bajar las tensiones y las diferencias públicas.

El “pacto de no agresión”

El intento de control de daños del gobierno no solo se ha desplegado al interior de La Moneda. Otro flanco crítico para el Ejecutivo es la “guerra civil” que hoy enfrenta a los partidos políticos del oficialismo. Aquello preocupa principalmente por la proyección de la coalición gobernante, uno de los anhelos personales del Presidente Boric, que, sin embargo, cada vez se complica más a medida que surgen las crisis políticas.

La división se ha dado ya que desde el Frente Amplio se cuestiona el manejo de la crisis de la ministra Tohá. A dicha tesis se ha sumado el Partido Socialista, donde le plantearon a la jefa de gabinete que dejarían anotado cómo, tras casi mil días, se excluyó a la colectividad del Ministerio del Interior, ya que el reemplazo de Monsalve fue Luis Cordero, una figura independiente y en cuya llegada a Palacio influyó la titular del Interior.

Por otro lado, desde el PPD han apuntado con fuerza en contra de la ministra Orellana, la única frenteamplista que integra el comité político de Boric.

El caos oficialista ha sido entendido dentro de las colectividades del oficialismo. Por ello, este jueves en la mañana el presidente del PPD, senador Jaime Quintana, contactó a la timonel del FA, Constanza Martínez. El expresidente del Senado se ha mostrado hastiado con las críticas contra Tohá, mientras que en la tienda de la exdelegada presidencial de la RM consideran injustos los cuestionamientos del Socialismo Democrático a la titular de la Mujer, Antonia Orellana.

Allí, se conversó la idea frenar dichas recriminaciones, que solo aumentan la crisis del caso Monsalve. Es decir, mantener un “pacto de no agresión”.

Se trata de una idea que Quintana ha explicitado públicamente, ya que esta semana solicitó al gobierno citar un encuentro luego de los comicios electorales, para intentar limar asperezas.

Y es que en el oficialismo se ha instalado el pesimismo. Hay algunos que tienen una visión más dura y creen que todavía no se logra calibrar bien el alcance de la crisis y la repercusión que tendrá. Incluso, algunos dicen que esta controversia podría ser para Boric lo que fue el caso Caval para la expresidenta Michelle Bachelet.

Entre los más pesimistas -voces del Socialismo Democrático, en particular- sugieren que la elección de este fin de semana, en caso de conseguir un resultado muy negativo para la izquierda, podría abrir la discusión sobre la continuidad de la alianza.

Ante aquello, el Presidente Boric también ha decidido intervenir. “Los cambios solo han podido avanzar cuando las fuerzas democráticas y de progreso actúan con unidad y eso es lo que debe prevalecer en este momento. Con mi ministra del Interior, Carolina Tohá, con mi comité político, con mi gabinete y con todos mis colaboradores. Ese es y será nuestro único objetivo”, dijo este jueves el Mandatario, entregando un espaldarazo a la jefa de se gabinete y su equipo de trabajo, integrado por Antonia Orellana, con quien coincidirá este viernes en Magallanes.

El Jefe de Estado ha optado por no quedarse solo en las palabras públicas. Además, el Mandatario -en sus conversaciones con dirigentes de partidos- transmitió que es necesario bajar las tensiones en el oficialismo y se mostró disponible a realizar un encuentro tras los comicios con miras a reflexionar sobre lo que viene para su administración y las colectividades que la sustentan.

Otra idea que ha surgido en el sector en las últimas horas es la de esperar los resultados de las elecciones el domingo en La Moneda. Así, el objetivo es dar una señal de unidad entre el Ejecutivo y las colectividades. El diseño, en todo caso, todavía está en evaluación.

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