Cinco episodios políticos de la crisis
Desde que se iniciaron las manifestaciones ciudadanas, han ocurrido una serie de episodios políticos un tanto desconocidos. Tanto en el oficialismo como en la oposición se han vivido momentos de debate, tensión y decisiones complejas. Acá algunos de ellos.
El fallido acuerdo de la Mesa de Unidad Social y la oposición
Fue el día domingo cuando desde la Mesa de Unidad Social -que agrupa a organizaciones como la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), el Colegio de Profesores y el movimiento NO+AFP- convocó a una reunión de emergencia a todos los partidos del arco de la centroizquierda. Así, el lunes -a 72 horas de que el Presidente Sebastián Piñera declarara estado de emergencia ante las protestas que estallaron a raíz del alza del transporte público- representantes desde el Frente Amplio a la DC se dieron cita en la sede de la CUT junto al movimiento social.
El principal objetivo del encuentro, dicen asistentes, fue encontrar lineamientos comunes que pudiesen alzarse como soluciones ante la crisis que se iniciaba. Y el diagnóstico fue transversal: esta era una oportunidad única para hacer cambios profundos al modelo neoliberal. Y, pese a la diversidad de los actores que participaron de esas conversaciones, ese día lunes se llegó a acuerdo, al menos, en algo: ya no había margen para que el gobierno siguiera avanzando en sus reformas previsional y tributaria.
Así, al final de ese día, quienes participaron de la convocatoria acordaron reunirse el martes a primera hora para concordar un documento que recogiera los consensos que se habían logrado en la jornada anterior y también la necesidad de terminar con el estado de emergencia y condenar el uso excesivo de la fuerza por parte de agentes del Estado. Sin embargo, la discusión terminó siendo una completamente distinta: la invitación que el Mandatario había extendido el día anterior a los partidos de la ex Concertación -PPD, DC, PS y PR- y Revolución Democrática, excluyendo a priori al Partido Comunista y otras fuerzas del Frente Amplio, se hizo ineludible.
Allí, el PPD y el PR comunicaron que habían decidido asistir a La Moneda, mientras que el PS y RD aseguraron que aún estaban evaluando su definición. Las organizaciones sociales, en tanto, advirtieron a los partidos que el diálogo sin el movimiento social no tendría validez. Finalmente, tras una reunión de todos los invitados inicialmente a La Moneda, RD y los socialistas optaron por restarse.
En el sector aseguran que el llamado del Presidente terminó frustrando la declaración que se esperaba concordar y, asimismo, tensionando el espacio de discusión. "Lo que provoca el llamado del Presidente es cierta división en ese grupo que se había conformado. Nos generó una situación compleja", sostiene el presidente del FRVS, Jaime Mulet.
La compleja coordinación oficialista
El lunes 21, estaban citados a las 11 horas a La Moneda, para participar de la habitual reunión de comité político ampliado. Pero, a través del grupo de WhatsApp que tienen presidentes y secretarios generales de los partidos de Chile Vamos, y a sugerencia del PRI, decidieron reunirse en Palacio 30 minutos antes.
¿La razón? Tras dos días de estado de emergencia -toque de queda incluido-, con manifestaciones crecientes, hechos de violencia, saqueos y las primeras denuncias por uso excesivo de la fuerza por parte de policías y militares, los dirigentes oficialistas se proponían tener una coordinación previa al encuentro con las autoridades de gobierno.
Sin embargo, según reconocen presentes, el ambiente "estaba tenso" y hubo "poca predisposición" para ponerse de acuerdo. De hecho, las mismas fuentes explican que, ante el llamado de atención de la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, respecto de que no había espacio "para desordenarse", la respuesta de su par de RN, Mario Desbordes, fue enfática: no aceptaría "vetos" de la UDI. Y aunque dicen que, tras ese diálogo, incluso hubo risas y algunas bromas -"No se peleen antes, pues", pidió el jefe de bancada gremialista, Javier Macaya-, la coalición esperó sin acuerdos el inicio de la reunión, a la que sorpresivamente ingresó el Presidente Sebastián Piñera.
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La timonel de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe.[/caption]
En presencia del Mandatario, las versiones apuntan a que se les informó a los partidos de las acciones que se estaban tomando y que hubo "apoyo irrestricto" al gobierno, en particular por la decisión de decretar estado de excepción, pues no hubo dos opiniones en que se debía restablecer el orden público y que los carabineros estaban "sobrepasados". Y tampoco hubo dudas en que la agenda del gobierno ya no podría seguir igual.
En los días posteriores, sin embargo, las diferencias al interior del bloque continuaron quedando en evidencia en las diversas reuniones que sostuvieron con Piñera y sus ministros. Esto -dicen fuentes oficialistas-, porque existen distintas miradas acerca de cuánto se podría ceder en la búsqueda de acuerdos con la oposición para llevar adelante reformas como la tributaria y previsional. Así, mientras RN ha expresado disponibilidad para "correr la línea roja" y ceder en aspectos antes intocables en esos proyectos, sectores de la UDI y Evópoli estarían más reticentes.
Las discrepancias entre los partidos, además, estarían en el "cuándo", pues Evópoli y la UDI se inclinarían por posponer esos debates por algunas semanas, mientras que RN pide tomar decisiones "lo más pronto posible", en consideración a la creciente manifestación ciudadana.
La frustrada elección territorial de la DC
El sábado 19, la senadora Carolina Goic (DC) pudo tomar el primer vuelo desde Punta Arenas a Santiago a las 3 de la tarde. Los días anteriores, la parlamentaria había estado con su equipo distrital en la Región de Magallanes, donde los militantes democratacristianos se preparaban para ir a votar el domingo 20 en las elecciones territoriales del partido.
Sin embargo, mientras Goic volaba hacia la capital un día antes de lo normal, debido al estallido de la crisis social que atraviesa el país, en Santiago la directiva de la DC recibía llamados de sus líderes regionales pidiéndoles que revaluaran la fecha de los comicios internos del partido. Finalmente, a las 16 horas se selló la decisión: suspender el proceso a nivel nacional hasta nuevo aviso.
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Fuad Chahín, presidente de la DC. Foto: Mario Téllez/Archivo[/caption]
La determinación no fue fácil. En un principio, la directiva delegó la decisión en sus encargados regionales, quienes, según dicen en el partido, tenían opiniones opuestas sobre cómo proceder. Así, luego de que el Presidente Sebastián Piñera decretara el estado de emergencia en Santiago, la dirección de la Región Metropolitana comunicó a la mesa DC que pretendían suspender los comicios.
En ese sentido, gradualmente el resto de las directivas regionales comenzaron a plegarse a la decisión de la Metropolitana. Esto, a medida que las manifestaciones pacíficas y los desórdenes comenzaban a expandirse al resto del país.
Pero la logística ya estaba desplegada. Durante la semana, en las 12 regiones y 100 comunas que tendrían elecciones, ya se habían distribuido 20.000 votos y el material de votación. Además, ya estaban escogidos los encargados electorales y los locales para los comicios. Con todo, el partido sostendrá una reunión este lunes para definir cuándo podría retomarse el proceso, pero lo cierto es que la decisión ayudó a ordenar el partido, desde donde la mesa y la disidencia han ido encontrando cada día más puntos de acuerdo.
El dilema de Chile Vamos por un cambio de gabinete
"Si yo fuera Presidente, sí lo haría", dijo el sábado 19 de octubre el senador Manuel José Ossandón (RN) cuando se le consultó si, ante el estallido social en el país, era necesario realizar un cambio de gabinete, el que finalmente el Presidente Sebastián Piñera anució exactamente una semana despuÉs.
A los dichos de Ossandón se plegaron, a las pocas horas, públicamente los alcaldes Evelyn Matthei (Providencia) y Felipe Alessandri (Santiago) -la primera, pidiendo "gente con más calle", y el segundo, apelando a "descomprimir" el ambiente-, y también algunos parlamentarios.
La pregunta estuvo presente en cada una de las vocerías de ministros y dirigentes de Chile Vamos desde el inicio de la crisis, y la respuesta, mayoritariamente, había sido de libreto: "Es una decisión que corresponde al Presidente de la República".
Lo cierto es que, de manera reservada, la idea de que el Mandatario debía realizar un ajuste ministerial, modificando en particular a su comité político -Interior, Segegob y Segpres-, estaba instalada desde antes que Piñera así lo anunciara, el sábado pasado. Sin embargo, en lo que diferían las colectividades oficialistas era en torno al momento de hacerlo.
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Los timoneles de los partidos de Chile Vamos, en La Moneda. Foto: Agenciauno[/caption]
Así, el miércoles 23, luego de la reunión que tuvieron presidentes de partido y jefes de bancadas y comités de Chile Vamos con Piñera, la UDI se quedó a solas con el Mandatario por algunos minutos y le planteó aplazar el ajuste "por lo menos, hasta que se recupere el orden público". Entre sus argumentos, el gremialismo transmitió la inconveniencia de poner a una persona nueva al mando de una cartera en medio de una crisis, considerando las complejidades propias del cargo y que, en medio de un momento como el actual, podría terminar "quemando" a las nuevas figuras. Además, decían que el cambio de gabinete es el "último fusible" y si se realiza, pero las manifestaciones continúan, "¿qué hacemos?".
En Evópoli y RN, en tanto, había mayor disposición a realizar prontamente el ajuste, mientras que el PRI había propuesto una fórmula de "transición" al jefe de Estado. Desde ese partido cuentan que su timonel, Hugo Ortiz de Filippi, propuso a Piñera que replicara lo ocurrido después del terremoto de 2010, cuando el gabinete nominado por Piñera, entonces presidente electo, trabajó coordinadamente con los ministros salientes de la administración Bachelet. Así, la idea era que el Mandatario anunciara el ajuste imponiendo una fecha de salida posterior para a sus ministros, y anunciando, al mismo tiempo, quiénes los reemplazarían, de manera que salientes y entrantes trabajaran juntos por algunos días para hacer frente a la crisis y evitar que el "período de adaptación" de las nuevas autoridades generara problemas o trabas en las distintas carteras.
La reservada reunión en la casa del presidente PPD
La cita fue el domingo 20 de octubre a las 18 horas en el departamento del presidente del PPD, Heraldo Muñoz, en el sector de El Golf, en Las Condes.
Hasta el lugar llegaron además del excanciller, los senadores Guido Girardi (PPD), Carlos Montes (PS), Jorge Pizarro (DC), Alfonso de Urresti (PS) y el presidente del Senado, Jaime Quintana (PPD).
El encuentro fue agendado tras diversos contactos que se dieron tras el estallido social que había comenzado un par de días antes, y el objetivo de la cita fue consensuar una serie de medidas para intentar superar la crisis.
Y mientras ocurría el encuentro, algunos de los asistentes se comunicaron con otros dirigentes, presidentes de partidos e incluso con parlamentarios oficialistas como Andrés Allamand (RN) para compartir opiniones.
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Presidentes del PS, PPD, PR y DC junto a senadores de esos partidos. Foto: Agenciauno[/caption]
Finalmente, la decisión fue entregar una serie de propuestas que iban desde desechar la reintegración en materia tributaria hasta el impuesto al 1% más rico del país. ¿El diseño? Al día siguiente en la sede de Santiago del Congreso iban a dar cuenta de estas conclusiones.
La reunión de ese domingo tuvo que agilizarse porque se anunció que el toque de queda se adelantaba para las 19 horas (el día anterior había sido a las 22 horas), pero solo Quintana y De Urresti, presidente y vicepresidente de la Cámara Alta, respectivamente, tenían salvoconducto.
Hasta el final se mantuvo la incertidumbre sobre la presencia del timonel del PS, Álvaro Elizalde, en la pauta del día siguiente. Algunos al interior de la reunión reconocen que era el más complicado, debido a que ponía en duda aparecer en la misma fotografía junto al presidente de la DC, Fuad Chahin, quien sí había confirmado su asistencia y a quienes varios han apuntado como -producto de sus acuerdos con el gobierno- como factor de división del bloque. También Elizalde no quería excluir al PC ni al Frente Amplio. Pero al final, un poco a regañadientes, apareció juntos a los partidos de la ex Concertación.
Por otro lado, Pizarro, uno de los impulsores de la conversación, no participó en la actividad pública del día lunes. Muchos dicen qué él tampoco quería "aparecer en la foto" junto a Chahin.
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