Citas en casa de Zalaquett se convierten en primer test para la senadora Campillai a cargo de la Comisión de Ética
Hasta el momento, el Senado es la única institución que no ha tomado cartas en el asunto. Según la Ley de Lobby, la instancia disciplinaria, que preside la legisladora independiente, es la encargada de resolver si senadores, que asistieron a los encuentro organizados por el lobista, faltaron a la normativa.
“Sin efecto” quedó la convocatoria que tenía esta semana la Comisión de Ética de la Cámara Alta, que hoy preside la senadora independiente Fabiola Campillai.
La sesión de este martes quedó postergada para el 16 de enero, a las 12:30, para abordar un conjunto de temas pendientes, entre ellos resolver el caso de la senadora Loreto Carvajal (PPD), quien por error votó estando pareada, es decir, tenía el compromiso de no pronunciarse para equiparar la ausencia de su par de RN, Rodrigo Galilea.
No obstante, un nuevo tema más urgente se le sumó a la instancia disciplinaria del Senado, que sesionó por última vez el 28 de noviembre del año pasado: las reuniones de senadores con empresarios, organizadas por el lobista y exalcalde, Pablo Zalaquett (UDI), que no fueron declaradas, por diversas justificaciones, en el registro público de audiencias, según lo exige la Ley de Lobby, en la medida que haya gestiones para influir en decisiones legislativas.
Hasta ahora, dentro de la Cámara Alta, han reconocido su participación, en las citas promovidos por Zalaquett, los senadores Rodrigo Galilea (RN), Jaime Quintana (PPD), Ricardo Lagos Weber (PPD), José Miguel Insulza (PS), Paulina Vodanovic (PS), Matías Walker (Demócratas), Ximena Rincón (Demócratas) y Sergio Gahona (UDI).
Si bien la mayoría explicó que se trató de diálogos en los que se hablaba de asuntos generales (como el clima político, la seguridad, el proceso constituyente, el desarrollo de la economía), hay casos en los que se expuso de proyectos de ley en tramitación. Por ejemplo, Galilea estuvo con representantes de la asociación de AFP, a propósito de la reforma de pensiones. Por su parte, Gahona estuvo en otra reunión con ejecutivos de las isapres, donde el tema central fue la ley corta de Salud que atañe especialmente a las prestadoras privadas. En ambos casos, la justificación para no declarar estas audiencias es que se trató de exposiciones de los propios parlamentarios, más que intentos por influir en sus decisiones legislativas.
No obstante, para dirimir esas dudas, la Ley de Lobby le asigna una especial responsabilidad a las comisiones de Ética, tanto del Senado y de la Cámara, que están facultadas legal y reglamentariamente para actuar de oficio, sin necesidad de un requerimiento, para verificar y resolver si hubo o no infracciones a la normativa.
“La Comisión de Ética y Transparencia Parlamentaria que corresponda le aplicará una multa de diez a treinta unidades tributarias mensuales, que se descontarán directamente de sus remuneraciones o dieta, cuando corresponda”, dice la Ley 20.730, que regula el lobby y las gestiones que representen intereses particulares ante autoridades y funcionarios. Es decir, la sanción puede fluctuar entre $646 mil pesos a un $1,9 millones, lo va que aparejado, además, de un reproche público.
A raíz de la polémica, la Cámara de Diputados ya tomó cartas en el asunto y, a través de su instancia disciplinaria, ya abrió un expediente, con el acuerdo unánime de sus nueve miembros (desde el PC a los republicanos).
Por su parte, la Contraloría, tras una fuerte presión política, también reveló que el viernes pasado ofició a los ministros que han reconocido haber asistido a la casa de Zalaquett, en vista de que el órgano administrativo es el que recomienda las multas en el caso de las autoridades de gobierno.
Sin embargo, hasta el cierre de esta edición, la única institución que no tomaba la iniciativa era el Senado y su respectiva comisión encargada.
“La Comisión de Ética (del Senado) actuará de acuerdo a lo que señala el reglamento del Senado, por lo mismo, no podemos realizar mayores declaraciones”, señaló la senadora Campillai, en su calidad de presidenta de la instancia disciplinaria, a través de un breve mensaje transmitido por su equipo, a raíz de una consulta de La Tercera.
En el pasado, la senadora por la Región Metropolitana, víctima de violencia policial tras el estallido del octubre de 2019, fue crítica de las prácticas del Senado. De hecho, le envió una carta a la Convención Constitucional, que funcionó, entre 2021 y 2022, eliminar el Senado, porque allí había personas “acostumbradas a sus privilegios”.
No obstante, tras el difícil trance que vivió el Senado, con el primer proceso constituyente fallido, varios de sus miembros optaron por tratar de dar una imagen distinta y convertir a la Cámara Alta en un espacio más abierto, de moderación y de acuerdos, frente a la crispación política con la que constantemente opera la Cámara.
Guiados por este ánimo de mayor transparencia, ayer algunos senadores le pidieron abiertamente a la Comisión de Ética que siga el ejemplo de otras instituciones y se haga cargo del juicio crítico que existe respecto de los encuentros realizados en la casa de Zalaquett.
El senador Iván Flores (DC), quien es miembro de la instancia disciplinaria de la Cámara Alta, dijo le envió una carta “a la senadora Fabiola Campillai para que convoque a la comisión para revisar los antecedentes sobre las reuniones con los parlamentarios con el lobista, señor Zalaquett. La comisión evaluará en su mérito lo que significa la obligación de cumplir las normas”.
“No me parece correcto ir a la casa de un lobista”, expresó, por su parte, el senador y jefe de bancada del PS, Alfonso de Urresti, quien criticó especialmente a los ministros.
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