Declaración opositora tensiona negociaciones y gobierno se abre en Ingreso Familiar de Emergencia

15.49. A esa hora se comenzó a distribuir este viernes una declaración firmada por los cuatro presidentes de los partidos de la oposición que se encuentran negociando con el gobierno para zanjar un acuerdo ante las consecuencias económicas y sociales de la pandemia del Covid-19.

Así, en el día que se cumplía el plazo autoimpuesto para sellar el pacto, las colectividades de la centroizquierda, por segunda vez, hicieron un emplazamiento al gobierno para acelerar las medidas relativas a la protección social.

“Llamamos a legislar de inmediato sobre el Ingreso Básico de Emergencia (IBE), y concordar un marco fiscal y de reactivación que pueda ser profundizado en las semanas venideras”, decía uno de los puntos de la declaración.

El texto se envió en medio de las intensas negociaciones que partieron desde las 10.00 de la mañana entre el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, y los parlamentarios de las comisiones de Hacienda del Congreso. Y luego de que el jueves el Ejecutivo se allanara a la propuesta de un grupo transversal de economistas para disponer de un Fondo Covid por US$ 12 mil millones. Esa apertura, sin embargo, no dejó conforme a la centroizquierda, quienes insistieron en sus dudas respecto del origen de los recursos.

Además, en ese sector cuestionaron la postura adoptada por La Moneda hasta el jueves respecto del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), una de las materias más cruciales para la oposición. En este punto, el gobierno no había accedido al monto propuesto por los economistas -entre 80 mil y 90 mil pesos por persona, en una familia de cuatro integrantes- sino que se había mantenido su planteamiento inicial con 75 mil, cantidad que la centroizquierda considera “inaceptable” por estar por debajo de la línea de la pobreza.

Mientras continuaba la reunión virtual, Briones se enteró de la declaración y, según presentes, reaccionó con indignación y transmitió inmediatamente su malestar a los parlamentarios de la oposición. “Está la cagada”, transmitían, a esas alturas, participantes del encuentro.

“No conocía esa declaración”, dijo en respuesta a Briones, de acuerdo a las mismas fuentes, el senador Jorge Pizarro (DC), mientras que había recriminaciones cruzadas entre parlamentarios del oficialismo y la oposición.

La molestia del jefe de la billetera fiscal y de los otros ministros presentes radicaba en que la oposición estaba cambiando “las reglas del juego” y que varios de los puntos de la declaración habían sido propuestos por el gobierno con miras a llegar a un consenso.

En paralelo, Briones se comunicaba con el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, -quien cruzaba a cada cierto tiempo por los patios de La Moneda en dirección a la oficina del Presidente Sebastián Piñera- para dar cuenta de la situación. Asimismo, el titular de Hacienda también se contactó con personeros de su partido, Evópoli. “La actitud de la oposición quiebra las reglas del juego y pone en riesgo el éxito del acuerdo”, decían en Chile Vamos.

En la oposición recalcaron que el objetivo del escrito era “meter presión” en el marco de una jornada, en la que -a su juicio- el gobierno no había mostrado señales de apertura para ceder en los puntos cruciales planteados por el sector.

Con los ánimos tensionados, en la centroizquierda y en el oficialismo transmitían que estaban con la sensación de que no se estaba avanzando en lo fundamental del acuerdo y había “diferencias profundas”. Sin embargo, en el transcurso de la cita, el ambiente, dicen presentes, fue mejorando y el gobierno planteó una nueva oferta respecto a las tratativas del día anterior y aumentó el monto del IFE a 90 mil pesos por persona, para una familia de cuatro. Esto, en línea con lo establecido por el grupo de economistas.

Y si bien en la oposición valoraron el aumento en el monto, algunos señalaron que esta nueva oferta tampoco sería “suficiente”, porque no superaba la línea de la pobreza.

Cerca de las 22.00, el gobierno y los representantes de los partidos se tomaron el tercer break de una jornada que ya se extendía por diez horas y, al cierre de esta nota, no retomaban la reunión. En el intertanto, los ministros comenzaron a elaborar un texto respecto de los avances alcanzados y la propuesta respecto del IFE, la que durante la medianoche estaban socializando con los parlamentarios de la centroizquierda.

En el Ejecutivo no descartaban subir la apuesta y aumentar aún más el guarismo. “Está todo en evolución”, recalcaban. Con todo, desde la centroizquierda y el oficialismo señalaban que era complejo que se firmara cualquier documento durante la madrugada.