Desde los “anillos concéntricos” a la “flexibilidad táctica”: los conceptos que el FA ha puesto sobre el escenario político

La presidenta del Frente Amplio, Constanza Martínez, fue consultada por la opción de no levantar una candidatura presidencial y sostuvo que “en los escenarios políticos del día de hoy, siempre tenemos que tener la flexibilidad táctica”. El concepto se suma a otros que la colectividad ha impuesto desde su irrupción en la escena política.
Para nadie es un misterio que la definición de una carta presidencial se ha puesto cada día más cuesta arriba para el Frente Amplio (FA). Con la alternativa del alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic y del diputado Gonzalo Winter casi descartadas, el nombre de otro posible abanderado no se ve con claridad. Ante esta situación, la presidenta del partido, Constanza Martínez, este martes no desechó del todo la idea de no presentar un candidato a La Moneda y levantó un nuevo concepto para justificar esa opción: la “flexibilidad táctica”.
En diálogo con Radio Duna, la timonel de la colectividad oficialista sostuvo que si bien en la interna “hay mucha convicción de poder llevar una candidatura propia”, también como colectivo saben que “en los escenarios políticos del día de hoy, siempre tenemos que tener la flexibilidad táctica para ir adaptando nuestro juego, tal cual estuviéramos en un partido de fútbol”. Y luego recalcó: “Para que si eventualmente hay que tomar una decisión distinta, se tome”.
El concepto expuesto por Martínez para referirse a la definición presidencial en el FA se suma a otras definiciones que desde su sector político han impuesto para hacer frente a situaciones complejas en la interna.
“Colaboración crítica”
Cuando recién se empezaba a crear el Frente Amplio uno de los debates que se tomaba las instancias internas tenía relación con el vínculo que debían tener con el grupo de partidos que formaron parte de la ex Concertación. Esa batalla cultural al interior de las colectividades del entonces naciente conglomerado fue resuelta de cierta manera con un concepto que acuñaron: la “colaboración crítica”.

Corría el año 2013 y Michelle Bachelet buscaba su segundo mandato presidencial. En la interna de Revolución Democrática (RD), partido fundador de FA, se debatía sobre apoyar o no el gobierno de la socialista. Fue Pablo Paredes, actual director de la Secretaría de Comunicaciones del Gobierno y entonces líder RD el que intentó explicar la postura del colectivo: “No somos parte de la Nueva Mayoría, pero sí estamos defendiendo el programa que prometió Bachelet a la ciudadanía y que tuvo un inmenso respaldo”. Es a Miguel Crispi - quien hace poco dejo la jefatura de asesores de Gabriel Boric- a quien se le indica como el creador del concepto.
Algunos militantes RD incluso se integraron a distintos equipos ministeriales de Bachelet. Uno de ellos fue el propio Crispi, quien estuvo en los equipos del Ministerio de Educación, también la ahora exdirigenta frenteamplista Javiera Parada fue agregada cultural en EE.UU.
De hecho, algunos de los militantes frenteamplista llegaron al gobierno bajo este concepto de la colaboración crítica. La situación generó la molestia en varios dirigentes de la Nueva Mayoría -exConcertación- quienes tanto en público como privado cuestionaron el hecho de que el FA hiciera suyo los triunfos del gobierno, pero no pagaran costos por los errores del Ejecutivo.
“Anillos concéntricos”
Más adelante, cuando Gabriel Boric era el Presidente electo de Chile, empezó el debate sobre la futura composición de su gobierno. En medio de esa discusión, fue Giorgio Jackson quien después formaría parte del gabinete como ministro Secretario General de la Presidencia, quien instaló el concepto: anillos concéntricos.

El concepto produjo una profunda molestia en los partidos del Socialismo Democrático que se dieron por notificados de que en la administración de Boric estarían en una segunda línea en la toma de decisiones y espacios por detrás del Frente Amplio.
Sin embargo, la contundente derrota en la Convención Constitucional y los errores no forzados del primer gabinete del Presidente Boric -particularmente de la ministra del Interior Izkia Siches y de Jackson en la Sepres- obligaron al gobierno a hacer un giro que terminó con el ingreso de Carolina Tohá al ministerio del Interior y de otras figuras del socialismodemocrático a espacios de mayor influencia
Boric también reconoció que su gobierno partió con “un ala rota”, en referencia a los problemas y desencuentros que, desde un comienzo, tuvo con el PPD y otros de los partidos del Socialismo Democrático. En parte, porque esta coalición no participó del diseño inicial de su programa de gobierno. En ese sentido, el Mandatario sostuvo que es necesario “superar la lógica de los anillos”,
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