Escaños reservados: Comisión mixta dilata despacho ante desacuerdo entre oficialismo y oposición

Referendum on a new Chilean constitution in Canete
Foto: Reuters

Centroizquierda cedió de 24 a 18 escaños, mientras que Chile Vamos se mantuvo en 15. Ante la posibilidad de quedarse sin norma, el gobierno pidió abrir un nuevo margen de negociación.


“Nos estamos disparando en los zapatos, ¿por qué? ¿por temor a los 2/3? ¿Porque los constituyentes indígenas puedan estar más inclinados hacia un sector que otro? ¿Porque eventualmente podríamos sufrir un perjuicio electoral futuro?”.

Así emplazaba la noche de este miércoles el diputado independiente René Saffirio a sus pares de la comisión mixta -que revisa la reforma que establece escaños reservados en la convención constitucional- a lograr un acuerdo y evitar así el fracaso de la instancia. Sin embargo, a esas alturas, las cartas ya estaban echadas: el oficialismo y la oposición, nuevamente, no lograrían consensuar una fórmula que permita garantizar la representación de los pueblos originarios.

“Esta va a ser una decisión que va a dejar sin representación a los pueblos indígenas y que no vamos a poder reparar (...). Lo sentimos como un fracaso de la política”, afirmaba la ministra Karla Rubilar (Desarrollo Social), destacando que Chile Vamos cedió ampliamente desde su propuesta inicial.

Fue en ese contexto y ante una inminente votación en que se impondría la mayoría opositora -propuesta que no aseguraba los 3/5 con que ambas cámaras deben ratificar el informe de la comisión mixta y arriesgaba la posibilidad de no convertirse en ley-, que la secretaria de Estado pidió a la instancia no hacer un “cierre definitivo” del debate para acercar las distantes posiciones que este miércoles ambos sectores defendieron.

Mientras que el oficialismo se mantuvo en 15 escaños, apelando a que fue la oposición la que planteó ese guarismo en medio de las negociaciones y terminó desconociéndolo, la centroizquierda concedió bajar de 24 -más uno afrodescendiente- a 18. Pero la distancia no se pudo acortar más y Pedro Araya (independiente) insistió en que los argumentos ya eran conocidos y debían votarse las propuestas. Misma postura defendió Rodrigo Galilea (RN). “Esto lo hemos hablado mil veces”, afirmó el legislador oficialista, mientras que Francisco Huenchumilla (DC) apuntó a la responsabilidad del gobierno.

“Me niego a que esto no resulte”, sancionó el presidente de la comisión mixta, Alfonso De Urresti, quien valoró la voluntad de Rubilar y su par de la Segpres, Cristián Monckeberg, para avanzar en un consenso en la materia y se abrió a dilatar la votación y avanzar en una nueva negociación. El socialista aseguró que la idea es retomar en el más breve plazo el debate.

Un elemento que ni siquiera se alcanzó a discutir y en donde ambos sectores siguen teniendo importantes diferencias es respecto de si los escaños serán imputables a los 155 actuales o, por el contrario, serán supernumerarios. Este miércoles, Saffirio planteó que de los 18, nueve fueran por dentro y el resto fueran adicionales. Este último punto es fuertemente resistido por la derecha, desde donde ya habían hecho reserva de constitucionalidad y amenazado con recurrir al TC si llegase a aprobarse una norma de esa naturaleza.

Donde sí lograron acercar posiciones ambas partes, fue en un mecanismo para la conformación de un padrón alternativo, en base a una indicación presentada por el senador Huenchumilla. La propuesta del legislador apunta a que sea el Servel el que, de acuerdo a diferentes registros, identifique a la población que podrá votar en ese nuevo distrito, incluyendo la posibilidad de emitir una declaración jurada para autoidentificarse en la urna.

El Ejecutivo, por su parte, también presentó una indicación en ese línea. El planteamiento generó controversia entre el gobierno y el Servel, luego de que el presidente de su Consejo Directivo, Patricio Santamaría, se plegara a la postura de la centroizquierda.

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