Exministro Mañalich sortea acusación constitucional en su contra ante división opositora
La admisibilidad del libelo contra el extitular de Salud fue desechada por la sala de la Cámara de Diputados, luego de que diputados de la DC, el PPD, el PS e independientes se desmarcaran de la postura mayoritaria del sector. Desde el gobierno y el oficialismo celebraron el resultado ante una acción que calificaban como “indebida”.
Dos rechazos, siete abstenciones y tres ausencias de la oposición. Ese fue el margen que una fragmentada centroizquierda le dio este martes al exministro de Salud Jaime Mañalich en la Cámara de Diputados, para sortear la acusación constitucional en su contra. Fue precisamente la dispersión del sector que impulsó la acción en contra del exsecretario de Estado lo que terminó sellando su destino: la sala desestimó su admisibilidad por 73 votos en contra, 71 a favor y siete abstenciones y lo libró de la posibilidad de quedar inhabilitado para ejercer cargos públicos por cinco años.
La acción acusaba al extitular del Minsal de haber infringido los derechos constitucionales a la vida y la integridad física de miles de chilenos en el marco de su gestión del Covid-19 y, asimismo, de “vulnerar gravemente” los principios constitucionales de probidad y publicidad sobre acceso a la información pública. Esto último, en relación a un supuesto “ocultamiento” de las cifras oficiales de muertos por la pandemia.
El triunfo fue celebrado con aplausos desde las bancadas de Chile Vamos y por efusivos abrazos de los ministros Cristián Monckeberg (Segpres), Karla Rubilar (Desarrollo Social) y Enrique Paris (Salud) y el subsecretario Juan José Ossa, quienes acompañaron al exsecretario de Estado la mayor parte de la jornada en la testera e, incluso, lideraron las gestiones para evitar la aprobación del libelo.
“Esta acusación no se ajustaba a derecho, era incorrecta e indebida (...). Agradezco a la mayoría importante de diputados que estuvieron por rechazarla”, dijo Mañalich tras la votación.
En la oposición, en cambio, se resignaban a un nuevo fracaso y apuntaban a los descuelgues que permitieron que se desechara el libelo.
El resultado adverso para el sector se dio luego de que el diputado Jorge Sabag (DC) y su par independiente Pedro Velásquez optaran por votar en contra, mientras que siete miembros del sector se abstuvieran -los independientes Pepe Auth, Fernando Meza y Pablo Lorenzini, la diputada PPD Loreto Carvajal, el DC Gabriel Silber y el socialista Jaime Tohá-, y Carlos Abel Jarpa (independiente) y los DC Manuel Antonio Matta y Miguel Ángel Calisto derechamente no participaran de la votación.
Pese a las recriminaciones cruzadas que marcaron el término de la votación -desde el Frente Amplio y el PC apuntaron a “Unidad Constituyente”-, en la centroizquierda reconocían que los desmarques del sector eran esperables y que, de hecho, los números no sorprendieron a quienes impulsaron la acción. Lo que sí sorprendió a la oposición fue la jugada de la defensa del exministro, Gabriel Zaliasnik, quien anunció pasadas las 10.30 que no deduciría la cuestión previa, derecho que tiene el acusado para solicitar que se tenga por no presentada la acusación por no cumplir con los requisitos mínimos que exige la Constitución.
La jugada descolocó a los legisladores del sector, desde donde esperaban desplegar de mejor forma los argumentos a favor del libelo y construir, progresivamente, un momentum para convencer a algunos indecisos entre sus propias filas, pero también en sectores de RN y la UDI. Los impulsores de la acción apostaban a que el rechazo de la cuestión previa, algo que estaba prácticamente asegurado, les diera un mayor margen. Esa era la única forma con que, a esas alturas, podían dar vuelta los números a su favor. Pero nada de eso ocurrió.
Según quienes conocieron de la estrategia trazada por Zaliasnik, habría sido el propio Mañalich el que no habría querido perder tiempo en defenderse respecto de consideraciones meramente formales y pasar directamente a refutar los argumentos de fondo que pesaban en su contra. “Soy una persona acostumbrada a dar la cara y a enfrentar los desafíos que las circunstancias políticas, técnicas me han puesto en la vida... Yo no quiero rehuir obligación alguna”, diría más tarde ante los diputados.
El diseño de la defensa del extitular de Salud fue seguido de cerca desde La Moneda. De hecho, incluso fue monitoreado por el propio Presidente Sebastián Piñera, quien solicitó información durante el comité político que lideró este lunes. Mientras que los ministros Monckeberg y el subsecretario Ossa sostuvieron -en la antesala de la votación- varias reuniones vía videollamada con el penalista para concordar los detalles de la estrategia y analizar los escenarios, lo que luego fue socializado por la Segpres con los parlamentarios oficialistas.
Así, ante el desconcierto de la centroizquierda, la sala pasó inmediatamente a conocer el fondo de los argumentos de los acusadores, los que fueron expuestos por la diputada radical Marcela Hernando. Durante su intervención, la parlamentaria intentó establecer que las decisiones del ministro Mañalich implicaron, en alguna medida, la muerte de compatriotas. “Aquí no estamos juzgando intenciones. Con su actuar temerario, soberbio e intransigente, puso en riesgo grave la salud de la población”, acusó la legisladora.
“Me importan un comino los argumentos de la defensa (...). Si extiendo las 200 páginas de la defensa y las uno para construir una gran sábana, no alcanzo a cubrir los cuerpos de los 17 mil fallecidos”, agregó en uno de los momentos más álgidos de su alocución.
Mea culpa de Mañalich
El momento de mayor expectación se dio cuando el exministro Mañalich tomó la palabra para dar cuenta de su visión de los hechos. En ese sentido, destacó que lo que le tocó liderar como ministro fue el “mayor desafío epidemiológico” que el mundo ha enfrentado en los últimos 100 años. “No estamos hablando de una cosa pequeña, menor”, subrayó, a la vez que reiteró que ni en ese momento ni ahora había una única “receta para seguir”.
Al finalizar su intervención, el extitular de Salud aprovechó la instancia para dar una señal y pedir disculpas por su tan criticada forma. “A veces esta discusión se ha transformado en una crítica a la gestión, pero también al carácter del exministro Jaime Mañalich. Y en eso quiero reconocer que soy una persona extraordinariamente áspera”, dijo.
“Y quiero ser humilde (...). Ciertamente he cometido errores y he ofendido a mucha gente durante mi trabajo y lamento que eso haya ocurrido y me arrepiento de que haya ocurrido”, agregó en alusión directa a figuras como la alcaldesa de Maipú, Cathy Barriga, esposa del diputado UDI Joaquín Lavín, quien en la antesala de la votación había manifestado sus dudas.
Luego fue el turno del abogado Zaliasnik, quien concentró su defensa en acusar un intento “vil” de la centroizquierda por un “revanchismo” en contra de su representado. El jurista aseguró que el objetivo del libelo era provocar la “muerte cívica” del ciudadano Mañalich y destacó que este ya había asumido su responsabilidades políticas al dejar el gabinete.
“Hoy no solo se está acusando de forma maniquea, extemporánea e impropiamente a un exministro de Salud, hoy nos estamos mirando al espejo todos como chilenos y preguntándonos si el sacrificio del doctor Mañalich exorcizará nuestros propios demonios”, dijo durante su intervención, en la que además fue especialmente duro con la fiscalía.
El penalista, además, apuntó a que no se podía condenar al exministro Mañalich por tomar decisiones con la poca y contradictoria información con la que se contaba al inicio de la pandemia, “oscuridad” que comparó con las determinaciones que se tomaron la madrugada del 27/F.
Antes de dejar el edificio del Congreso en Valparaíso, Mañalich respondió por última vez las preguntas de la prensa. Ante las declaraciones de una exfuncionaria de Epivigila que afirmó ante la fiscalía que se les ordenó modificar la base de datos, el exministro reiteró que “jamás he pedido manipular ningún dato”.
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