Gobierno provoca molestia en la oposición tras elegir nueva carta para Suprema sin consulta al Senado

Larraín
El ministro de Justicia, Hernán Larraín, informó este jueves en la tarde la decisión del gobierno. Foto: AgenciaUno

Piñera optó por María Angélica Repetto, considerada cercana a la centroderecha. Ministro de Justicia aseguró que no socializaron el nombre porque "no estamos en el juego de nominaciones políticas ni de cuoteo". Y agregó: "Si ha existido eso, se terminó".


Este jueves, cerca de las 13.00, el ministro de Justicia, Hernán Larraín, llegó a La Moneda para reunirse con el Presidente Sebastián Piñera. El objetivo era zanjar el nombre que, más tarde, enviarían al Congreso como carta para la Corte Suprema. Esto, para llenar la vacante dejada por Milton Juica.

El encuentro se produjo a menos de 24 horas de que el gobierno se viera obligado a retirar la postulación de Dobra Lusic ante la falta de apoyos en el Senado, luego de una serie de antecedentes que fueron complicando cada vez más a la magistrada y que provocaron, además, que desde el miércoles en la noche Justicia y Presidencia comenzaran un chequeo de datos de los cuatro candidatos que quedaban disponibles en la quina que elaboró el máximo tribunal.

En ese contexto, fuentes del Ejecutivo dicen que en la reunión -que duró cerca de una hora- el Mandatario optó por María Angélica Repetto.

A esas alturas, sin embargo, en el Senado no habían sido consultados sobre el nombre, algo que se hace regularmente para adelantar cómo será la recepción. Así, la determinación implicó dos cambios: primero, que no se socializó con parlamentarios de oposición ni del oficialismo, y segundo, que ahora se elegía a una jueza que es considerada cercana a la centroderecha, a diferencia de Lusic, que era vinculada a la centroizquierda.

En el gobierno afirman que la decisión implicó "romper con una tradición" de consultar a los comités con el objetivo de mantener los "equilibrios políticos" en las nominaciones. Sin embargo, este punto es el que, en los días previos, estuvo en discusión en el Congreso: si bien a la oposición "le correspondía" en esta ocasión el cupo para la Suprema -de acuerdo a esos "equilibrios políticos"-, desde ese sector decían que Lusic no era un nombre de ellos, mientras que el oficialismo argumentaba lo contrario.

Ahora, en esta ocasión, en La Moneda mantuvieron completo hermetismo de la nominación para que fuera Larraín quien la diera a conocer. De hecho, Justicia fijó un punto de prensa a las 16.15, que fue postergado para las 18.00, para evitar toparse con la declaración que, cerca de ese mismo horario, hizo Piñera por la reforma a las pensiones.

Larraín efectuó el anuncio leyendo una declaración y destacando la trayectoria de Repetto. Y luego respondió preguntas, momento en el que explicó el nuevo diseño que implantó el Ejecutivo, un esquema que terminó generando molestia en la oposición.

"En los tres casos que nos ha tocado actuar hemos consultado sistemáticamente a todos y cada uno de los comités del Senado (...). En esta oportunidad, no hemos seguido ese camino, sino que el camino institucional", manifestó. Y añadió: "No estamos en el juego de nominaciones políticas ni de cuoteo. Si ha existido eso, se terminó. Vamos por los mejores jueces, y esperamos que el Senado proceda con el mismo criterio".

De manera casi paralela comenzaron a salir las primeras críticas desde la oposición. "El gobierno vuelve a equivocar el procedimiento. No consulta, parece niño taimado. Lo que corresponde es retomar el diálogo", dijo el senador Felipe Harboe (PPD), mientras que el presidente de la Cámara Alta, Jaime Quintana (PPD), señaló que "la principal lección que había que sacar en este caso es que no hubiese una carga ideológica muy marcada, porque se trata del máximo tribunal".

En laDC, en tanto, hasta ahora no habría apoyos suficientes para la aprobación de Repetto. "El gobierno tiene derecho a mandar el nombre de quien quiera y nosotros tenemos el derecho de votar también libremente. El gobierno renuncia a hacer política con altura y se equivoca", señaló Francisco Huenchumilla.

Desde el oficialismo, Andrés Allamand (RN) dijo que "el nuevo procedimiento (...) termina con las sospechas de cuoteo político y obliga a los senadores a argumentar las verdaderas razones que tengan para aceptar o rechazar la nominación presidencial".

En el Ejecutivo afirman que esta salida de buscar acabar con el "cuoteo político" es una buena estrategia para evitar que la oposición les rechace el nombre, porque -según las mismas fuentes- fue ese sector el que pidió "terminar con esa lógica". Eso sí, reconocen que será difícil lograr ese objetivo considerando que las nominaciones a la Suprema requieren la ratificación de 29 votos, número que no tiene ninguno de los dos bloques en la Cámara Alta.

R El ministro de Justicia, Hernán Larraín, informó ayer en la tarde la decisión del gobierno.

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