Golpe al corazón del PS: tribunal supremo suspende militancia de Monsalve tras denuncia por violación
La instancia se reunió de forma extraordinaria para examinar el caso y decidió tomar esta medida para evitar enlodar al partido mientras avanzan las investigaciones. De todas formas, en la colectividad se acrecienta el temor por que el escándalo termine por perjudicarlos en las elecciones.
Si hay un sentimiento que impera en el Partido Socialista (PS), es la conmoción. La denuncia por violación en contra de Manuel Monsalve, uno de los rostros más visibles de la colectividad al interior del gobierno del Presidente Gabriel Boric, provocó escalosfríos en la militancia.
Y es que una de sus peores pesadillas se hizo real: el socialista en el corazón de La Moneda, militante de un partido feminista, debió dar un paso al costado de su cargo como subsecretario del Interior luego de que La Segunda diera a conocer la denuncia en su contra por hechos escritos como relacionados a un ataque sexual.
La noticia fue difícil de digerir entre las filas socialistas, pues Monsalve es una figura querida al interior del partido. “Son chismes que circulan sin ningún argumento”, dijo molesto ayer el senador José Miguel Insulza (PS), como una primera reacción a la noticia.
Sin embargo, mientras avanzaba la tarde, varios socialistas salieron a pedir públicamente que le suspendieran la militancia. “Conozco a Manuel. Es un amigo y compañero. Pero lamentablemente las reglas deben ser para todos igual. (La suspensión de su militancia) debe ocurrir aquello, aunque nos duela”, dijo a La Tercera el senador Fidel Espinoza.
“El PS tiene un criterio para los militantes que son investigados por temas graves. Normalmente se les suspende la militancia mientras se desarrollan los procesos. En el caso de Monsalve, se le debería suspender la militancia mientras se investiga el caso. Si él es inocente, debería recuperar sus derechos. Y si es encontrado culpable, debería ser expulsado. Es un criterio que se utiliza en todos los casos, y que marca diferencias con otros partidos”, complementó la diputada Daniella Cicardini, quien además es vicepresidenta de la Mujer en la colectividad.
Hasta el cierre de edición, no se había convocado reuniones de la mesa directiva -encabezada por la senadora Paulina Vodanovic- o de la comisión política del PS para analizar el caso. La instancia que sí sesionó fue el tribunal supremo, el máximo órgano jurisdiccional del Partido Socialista. El organismo, presidido por Reinaldo Flores, citó un encuentro extraordinario específicamente para examinar la denuncia, que terminó por decidir la suspensión de su militancia, junto con solicitarle un informe.
Cuando el caso se dio a conocer, Vodanovic estaba con el secretario general del PS, Camilo Escalona, en la sede del partido, en el centro de Santiago. Juntos acordaron redactar una declaración que publicaron pocos minutos después. En esta se lee: “El PS espera que la acción del Ministerio Público se realice con la mayor rigurosidad y objetividad de acuerdo a lo establecido en la ley. En Chile no hay ni puede haber privilegio procesal alguno”.
Además, la senadora pudo hablar -brevemente- con la hoy exautoridad luego de que esta renunciara a su cargo como subsecretario en un punto de prensa en La Moneda.
Los grupos de WhatsApp que comparte la militancia se mantuvieron activos durante toda la jornada. En gran parte, los mensajes evidenciaban preocupación por el hecho de que las elecciones municipales y regionales tendrán lugar en apenas ocho días más, y reconocían que el caso podía terminar por afectarles electoralmente.
En privado, algunos militantes reconocen que, en consideración de cómo el PS -y el resto del oficialismo- se portó con el senador Javier Macaya (UDI) en medio de la denuncia contra su papá, sería difícil esperar que la oposición no se agarre de este caso para sacar provecho político y electoral.
En el partido, por otra parte, hay una minoría que resiente que no se haya consultado a la directiva por los cambios en el gabinete de Boric -Luis Cordero asumió la subsecretaría del Interior y Jaime Gajardo (PC), el Ministerio de Justicia-. Sin embargo, otros enfatizan que, con un militante acusado de violación sería osado atreverse a proponer nombres. Además, destacan que el nombramiento de Cordero es adecuado, pues es un hombre de confianza de la ministra del Interior, Carolina Tohá, y es tildado de socialista por algunos en el partido.
Consultada por estos ruidos, la senadora Vodanovic dijo que “es de mal gusto buscar poner reemplazantes o tratar de hacer inmediatamente una lectura electoral de un hecho que tiene caracteres graves, para quien es acusado como también para la denunciante. Yo pongo el foco mucho más en los que son los derechos de las personas. Sí me preocupa que pueda haber un aprovechamiento político de la situación”.
De todas formas, los nombramientos fueron algo que mantuvo preocupada a la militancia socialista durante buena parte de la tarde. De hecho, entre los parlamentarios del partido, se acrecentaba la molestia ante la posibilidad de que pudieran ocupar el cupo que dejó Monsalve con Ricardo Montero, actual subsecretario de Defensa, una figura altamente resistida por diputados y senadores socialistas.
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