Informe del PNUD reprocha “espíritu obstruccionista” de la clase política chilena actual
Documento advierte de las "débiles capacidades de la sociedad chilena para conducir cambios sociales". En el texto dado a conocer a nueve años de su anterior edición, se da cuenta de un "notorio aumento del pesimismo" en la última década.
Con la presencia del Presidente Gabriel Boric, en un evento en el GAM, en Santiago, al mediodía de este miércoles se realizó el lanzamiento del Informe sobre Desarrollo Humano en Chile 2024 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
¿Por qué nos cuesta cambiar?: conducir los cambios para un Desarrollo Humano Sostenible, es el título de la nueva publicación del emblemático reporte, a casi una década de su última edición para Chile, hecha el 2015.
El documento advierte en sus conclusiones de las “débiles capacidades de la sociedad chilena para conducir cambios sociales”. El texto también da cuenta de un “notorio aumento del pesimismo” en la última década y reprocha el “espíritu obstruccionista” de la clase política chilena actual.
Radicalización de desafección hacia las elites
La publicación plantea que la relación entre la ciudadanía y las elites está marcada por la percepción de deudas del cambio, por la culpabilización y el castigo.
“Esta relación se ha ido fraguando en los últimos años y constituye una radicalización de la desafección de las personas hacia quienes ejercen funciones de representación”, sostiene el PNUD.
Asimismo, se aborda “el notorio aumento del pesimismo en los últimos diez años” entre los chilenos.
“Entre 2013 y 2023 disminuyen significativamente las expectativas positivas sobre la situación del país, se triplican las negativas y la preocupación por el futuro colectivo aumenta al doble. Aunque el futuro personal se percibe menos pesimista, la proporción de personas preocupadas por él también se ha duplicado”, señalan.
“Incomunicación, bloqueos y revancha política”
También se cuestiona la polarización del debate público y se acusa que “al momento de afrontar varios cambios demandados por la sociedad, han predominado relaciones entre los actores que han derivado en incomunicación, bloqueos y revancha política”.
“El análisis indica que, en la política nacional de los últimos años, el ímpetu reformista que hasta mediados de la década de 2010 se apoyaba en la democracia de los acuerdos ha dado paso a un espíritu obstruccionista”, dice el informe.
El documento expone que “en este escenario los actores, más que buscar acuerdos de futuro, intentan asegurar sus posiciones y detener el avance de sus oponentes, y lo hacen con todas las herramientas institucionales a su alcance, incluso si con ello desvirtúan los fines propios de esas instituciones”.
“Tales lógicas y prácticas se han hecho comunes en todos los conglomerados políticos, y sus efectos negativos fueron patentes en los fallidos intentos de reforma previsional en los últimos tres gobiernos o en el fracaso de los tres intentos de cambio constitucional”, asegura la publicación.
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