Japón y Chile cooperarán para acelerar la aplicación del nuevo TPP
Ello se acordó durante una reunión celebrada hoy en Tokio entre el canciller chileno, Heraldo Muñoz, y el ministro nipón responsable del acuerdo comercial, Toshimitsu Motegi.
Japón y Chile acordaron hoy cooperar para que el nuevo TPP entre en vigor lo antes posible
, después de que los once países restantes en este acuerdo comercial internacional decidieran seguir adelante con el pacto tras la retirada de EE.UU.
Ambos países se comprometieron a impulsar una pronta aplicación del TPP11, como se conoce al Acuerdo de Asociación Transpacífico sin Estados Unidos, durante una reunión celebrada hoy en Tokio entre el canciller chileno,
Heraldo Muñoz
, y el ministro nipón responsable del acuerdo comercial, Toshimitsu Motegi.
Los ministros de ambos países señalaron su voluntad de trabajar conjuntamente para la puesta en marcha del TPP11, cuya firma por parte de los once estados integrantes está prevista para el próximo 6 de marzo en Chile, explicó a la agencia EFE un portavoz de la oficina del Gabinete del Ejecutivo nipón.
Muñoz y Motegi mantuvieron su encuentro antes de la cumbre que celebraron la presidenta chilena, Michelle Bachelet, y el primer ministro nipón, Shinzo Abe, dentro del viaje de la delegación chilena a Japón.
Las relaciones comerciales constituyen el asunto central de la visita de la delegación encabezada por Bachelet,
en el que supone su último viaje oficial al extranjero antes de finalizar su mandato el 11 de marzo.
Tras la negativa de la administración liderada por Donald Trump a ratificar el Acuerdo de Asociación Transpacífico, los once países restantes se plantearon, en una reunión mantenida hace menos de un año en el balneario chileno de Viña del Mar, la posibilidad de seguir adelante con el acuerdo.
El TPP original, un ambicioso tratado de libre comercio, pretendía abarcar el 40 % del PIB global y fue firmado originalmente en febrero de 2016 por Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Estados Unidos.
El acuerdo, que fue negociado durante más de seis años, debía ser ratificado en un plazo de dos por, al menos, seis países miembros cuyo PIB combinado representara el 85 % del total, por lo que tras la salida de EEUU -que por sí solo aglutina el 60 % del PIB de los 12 estados firmantes-, éste quedó invalidado en su formato inicial.
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